MEXICO SA
Buenas noticias de Pemex, pero... ¿dónde quedan las ganancias?
La paraestatal no ha construido nuevas refinerías; apuesta a la inversión en el extranjero
Las rebanadas del pastel:
PETROLEOS MEXICANOS INFORMA con orgullo que de enero a noviembre del presente año captó cerca de 26 mil millones de dólares por exportación petrolera, un monto 6 mil 239 millones superior al obtenido en igual lapso y por idéntico concepto en 2004. Además, el precio promedio ponderado de la mezcla de petróleo crudo mexicano se ubicó en 42.45 dólares por barril, 11.21 dólares más (36 por ciento) que el valor alcanzado en igual lapso de 2004.
LA DIVULGADA POR la paraestatal es una excelente noticia, pero como siempre surge la duda: ¿dónde quedó ese río de dinero? Un experto en la materia, el ingeniero José Luis Apodaca le da una mano a México SA y a sus eventuales lectores para despejar la incógnita:
COMO LA RECAUDACION fiscal solamente alcanza 10 por ciento del PIB, a Pemex se le sustraen todos sus remanentes para cubrir el déficit del presupuesto federal. En 2004, con el barril de petróleo a 30 dólares promedio, se transfirieron a la Secretaría de Hacienda 45 mil millones de dólares; como en 2005 ese precio superará los 43 dólares, la transferencia estará muy cercana a 60 mil millones.
LA PARAESTATAL TIENE pasivos por inversiones realizadas que suman 50 mil millones de dólares, y frecuentemente el gobierno federal declara que es una empresa que está al borde de la quiebra, para que la opinión pública acepte su propuesta de privatización. Los precios de los energéticos se establecen muy por encima de sus costos de producción, para asegurar la recaudación hacendaria e incrementar las ganancias de las trasnacionales que participan en el proceso de producción y distribución. Las políticas impositivas y energéticas han perjudicado grandemente a las industrias y demás consumidores mexicanos.
PEMEX HA TENIDO dificultad para mantener constante la producción de petróleo y las reservas probadas. La restitución de reservas fue de 3 por ciento en 2003 y de 18 por ciento en 2004. Ante la descapitalización que le aplica Hacienda, no dispone de los recursos de inversión necesarios en exploración para incrementar radicalmente la probabilidad de lograr descubrimientos mayores. El desarrollo de proyectos que se ubican en aguas profundas del Golfo de México implica la adquisición de tecnologías extranjeras que ofrecen servicios petroleros especializados, que tradicionalmente han sido comprados por la paraestatal.
EN LOS SEXENIOS recientes, Pemex no ha construido nuevas refinerías, con la justificación de que es más rentable invertir en la extracción del petróleo, y es así como importamos 30 por ciento del consumo nacional de productos refinados del petróleo. Para evadir la Constitución y cumplir con el Consenso de Washington México construyó una refinería en Estados Unidos (Deer Park), en una inversión conjunta con grandes empresas trasnacionales de ese país; se envía petróleo crudo y ellos regresan gasolinas con mucho valor agregado y creando cadenas de producción en ese país. El gobierno federal sigue promoviendo que las refinerías se construyan en el extranjero, ya sea en Centroamérica o Estados Unidos (Arizona). Con esta opción de inversiones conjuntas se comparte con los extranjeros la mitad de la renta y se pierde la oportunidad de invertir directamente en México, de generar cadenas productivas y de ganar el doble, como lo exige la Constitución.
NO SOLO EL PETROLEO, porque desde el año 2000 todas las nuevas plantas generadoras de electricidad pertenecen a inversionistas extranjeros bajo el esquema de Productores Independientes de Electricidad (PIE), quienes por 25 años venderán su producción a la Comisión Federal de Electricidad. En los seis años recientes y en los próximos 10, la planeación de la CFE ha contemplado en su mayor proporción plantas de PIE, quienes seguirán instalando de ciclo combinado que utilizan únicamente gas natural como combustible. Con esta política equivocada -que nació cuando el gas natural tenía un precio de dos dólares por unidad energética- de manera artificial se ha incrementado la demanda de este combustible, y se ha propiciado una generación muy cara respecto de la producción con carbón o derivados del petróleo; en este año el gas ha alcanzado precios de 14 dólares por unidad energética. Los compromisos que se han adquirido con los PIE han derivado en una capacidad de reserva de generación que ya alcanza 45 por ciento, siendo que para optimizar la inversión por ley debería ser de 27 por ciento. También se ha propiciado el esquema de autoabasto, que es una venta disfrazada de productores extranjeros; asimismo, la exportación de electricidad a California, que debería atender la CFE, es una rentable concesión otorgada a inversionistas extranjeros.
RESPECTO DEL GAS natural, importamos la quinta parte del consumo nacional. Desde 2003 se ha concesionado por 20 años a empresas extranjeras la explotación de los pozos de gas natural no asociado de la Cuenca de Burgos, mediante los Contratos de Servicios Múltiples. A estas empresas se les transfieren áreas específicas de explotación y parte de los pozos que ya tenía Pemex, para que los operen y mantengan, pagándoles una cuota diaria fija a condición de que produzcan más de un mínimo establecido. Las ocho empresas extranjeras concesionadas se comprometieron a invertir 6 mil 300 millones de dólares en nuevos pozos, pero en dos años solamente han invertido 71 millones de dólares (1 por ciento del compromiso). Se han realizado avances para transferir también a los inversionistas privados extranjeros el negocio de importar el gas natural, licuarlo, transportarlo y gasificarlo; este proceso tiene un costo de aproximadamente 3 dólares por millón de BTU, pero al venderse a precios internacionales (12 dólares) se transferiría la renta a las grandes trasnacionales a costa de las industrias y demás consumidores nacionales, quienes seguirán pagando un precio "competitivo" (entiéndase muy caro) del gas y de la electricidad.
MAÑANA SEGUIMOS CON la buena noticia de Pemex y la "misteriosa" desaparición del río de dinero.