Aclara el presidente electo que no ha bloqueado el proceso de licitación de mineral
Rodríguez Veltzé recibe a Evo Morales
El partido del dirigente cocalero asegura tres de nueve gubernaturas y 78 parlamentarios
Ampliar la imagen Evo Morales y su vicepresidente Alvaro Garc�Linera llegan al palacio de gobierno en La Paz para reunirse con el presidente de Bolivia FOTO Ap Foto: Ap
La Paz, 22 de diciembre. La transición tiene dos apellidos. Por un lado, se llama protocolo y habrá de realizarse en el edificio del Congreso Nacional el próximo 22 de enero. Ese día, el presidente electo Evo Morales Ayma, primer gobernante indígena de Bolivia, habrá de recibir el mando de un país lleno de gentes como él (al menos 80 por ciento de las población es indígena).
Los diputados y senadores, reunidos en el viejo hemiciclo legislativo, pedirán el juramento a Morales, y a su vicepresidente Alvaro García Linera, de cumplir lo que está mandado por las leyes y la patria "y si así no lo hiciere, que Dios y la nación se lo demanden".
El jueves por la tarde el cómputo oficial fue irreversible. Con más de 97 por ciento de las mesas contabilizadas, es imposible que Evo Morales tenga menos de 50 por ciento más uno de todos los votos emitidos.
Esta noche, el presidente electo se fue a dormir sabiendo que al menos un millón y medio de personas confían en su gobierno. Su partido político, Movimiento al Socialismo (MAS), ya tiene seguras tres de las nueve gubernaturas y 78 parlamentarios (con uno más tendrían mayoría en el Congreso Nacional también).
De todos modos, la transición iniciada en esta jornada era ya claro anuncio de que el presidente Eduardo Rodríguez Veltzé sí aceptaba los resultados de las elecciones del domingo pasado.
Por la mañana, luego de la primera reunión de contacto entre el actual gobierno y el equipo de Evo Morales, quedaron acreditadas cuatro personas por parte de Evo para asegurar el proceso: el político Fabián Yaksic, el economista Carlos Villegas, la ex dirigente campesina Celinda Sosa y el periodista Alex Contreras.
Este último será el encargado de coordinar el protocolo junto con otro periodista, el ministro de la Presidencia, Iván Avilés, pero también de adaptarlo todo para crear el segundo apellido: pueblo.
Ahí, donde ha sido siempre
Contreras tiene una labor llena de detalles, parecida a un acto de campaña, pero con más fiesta que de costumbre. Morales quiere jurar ante su pueblo en la popular Plaza San Francisco, tradicional manifestódromo y escenario de muchas batallas sociales. Preguntado por La Jornada, Contreras dijo que Evo eligió ese lugar porque "él representa a los movimientos sociales".
Ahí se han reunido los mineros que llegaban en los años 80 a acechar al primer gobierno neoliberal. Ahí eran los mítines en octubre de 2003 (y una de las masacres) cuando Gonzalo Sánchez de Lozada fue obligado a dejar el poder por una insurrección. En ese lugar combatieron campesinos, mineros y vecinos alteños a la policía y los militares en mayo y junio pasados, cuando la salida del gobierno de Carlos Mesa forzó la tregua y la convocatoria a elecciones generales este mes.
Hablando de periodistas, en los medios bolivianos el trato protocolar ya es notorio y dejaron de llamar a Evo Morales "bloqueador" o "dirigente cocalero", muchos han comenzado a utilizar desde el miércoles "presidente electo".
Morales, por su parte, dijo a la agencia de noticias Bolpress que le incomoda ser llamado "señor presidente" y prefiere que la gente lo llame por su nombre nada más.
Y sobre la corbata que no usa, y tal vez no se ponga para jurar como primer mandatario, Morales comentó:"Vamos a ver si me pongo traje, todavía no hemos considerado ese aspecto".
Fierro y policías
Los únicos que quedaron un poco frustrados son los militares y la Policía Nacional. En la primera reunión entre Rodríguez y Morales para el cambio de mando, se decidió postergar la orden general de destino para el año próximo, una actividad rutinaria que se realiza en diciembre de cada año para permitir movilizaciones y desplazamientos a los uniformados.
Evo, en su condición de capitán general de las fuerzas armadas, habrá de dar la orden a finales de enero.
Finalmente, el conflicto desatado ayer por suspensión de la licitación de la reserva mineral del Mutún, en el departamento de Santa Cruz, parece al menos postergado. Luego de la reunión con Rodríguez Veltzé, Morales declaró ni él ni su vicepresidente han hecho nada para bloquear el proceso.
"Nunca hemos pedido ninguna postergación. Esa licitación debe continuar", aclaró. Los empresarios y organismos políticos afectados por la suspensión saludaron la declaración pero no levantaron las medidas de presión que sostienen desde ayer.