MUSEOS DE MEXICO
El Castillo de Chapultepec, predilecto de los mexicanos
Con recursos audiovisuales, la Galería de Historia es idónea para el aprendizaje de niños y jóvenes
El Alcázar y sus huellas de sueños imperiales, gran atractivo del Distrito Federal
Ampliar la imagen Representaci�e la batalla de Chapultepec de 1847, cuando la edificaci�ra sede del Colegio Militar FOTO Fabiola Palapa Quijas Foto: Fabiola Palapa Quijas
Familias mexicanas del Distrito Federal y de los estados visitan cada año, durante el periodo vacacional de diciembre, el Museo Nacional de Historia y la Galería de Historia o Museo del Caracol, que se encuentran en el Bosque de Chapultepec.
Sin llegar a las multitudes que convocan otras exposiciones, las familias, grupos de estudiantes y también parejas acuden a estos espacios para entender la historia del país, en especial quienes, provenientes de distintos puntos del país, eligen a la ciudad de México como destino cultural para pasar sus vacaciones.
La mayoría del público que llega a Chapultepec lo primero que visita es el castillo, con sus impresionantes objetos, provenientes de Europa, enviados para Maximiliano y Carlota.
El recinto alberga las valiosas colecciones del Departamento de Historia, pero carece de un programa amplio de exposiciones temporales. Afortunadamente llegó a estas salas parte de la muestra temporal España Medieval y el legado de occidente, que también se exhibe en el Museo Nacional de Antropología.
Las pocas personas que prefieren conocer antes la Galería de Historia, mejor conocida como Museo del Caracol por su forma espiral, descubren en sus salas, que van en forma descendente, la historia de México, desde los finales del virreinato hasta la promulgación de la carta magna de 1917.
Al entrar al recinto lo primero que se observa es un enorme tablero que dice: ''Mucho de lo que hoy somos es producto de la historia''. El público, en su mayoría estudiantes, mediante maquetas, interactivos, videos y tableros con datos importantes de este periodo, conocen de manera didáctica aspectos relevantes, como los personajes de la Independencia.
A lo largo del recorrido por las 12 salas, los visitantes se encontrarán maquetas que representan los años finales de la Colonia, la conspiración de Querétaro, el grito de Dolores al tañido de las campanas, el asalto a la Alhóndiga de Granaditas y el cautiverio de Hidalgo, entre otros.
Las representaciones de escenas de la historia de México mediante figuras de barro y escenografías en tercera dimensión, junto con el audio que permite escuchar una narración de los hechos, tiene mayor impacto en el espectador.
El visitante conoce a través de videos interactivos pasajes relacionados con la Independencia de nuestro país. Pero además de acercarse a dichos acontecimientos, el público tiene la oportunidad de ver grandes obras arquitectónicas, como la puerta-cancel de bronce alusiva a la fusión de dos culturas, que enmarca el acceso al museo, creada por el pintor y escultor José Chávez Morado (1909-2002).
Con la remodelación del recinto se logró mejorar las condiciones de las maquetas y las cédulas de información también se renovaron, lo cual hace más agradable el recorrido por la exposición.
Después de pasar por un proceso de restauración que permitió restituir las secciones del Alcázar y del antiguo Colegio Militar, el Museo Nacional de Historia es la gran atracción para turistas y habitantes de la ciudad de México.
De Europa llegaron muebles, pianos, vajillas de porcelana y de plata, así como óleos con los retratos de Maximiliano y Carlota, tapices, relojes de mesa, mantelería, cristalería... Todo lo necesario para hacer del Alcázar un palacio, el cual ha sido utilizado por el actual gobierno federal como salón de fiestas particulares, como fue el concierto de Elton John a favor de la fundación que preside Marta Sahagún.
Las temáticas que se manejan en las salas van desde el reino de la Nueva España, la guerra de Independencia, la joven nación y la modernidad, hasta llegar al siglo XX. Además de las referidas piezas, el museo cuenta con importantes murales, entre ellos el Retablo de la independencia, de Juan O' Gorman; La Reforma y la caída del Imperio, de José Clemente Orozco, y Del porfirismo a la Revolución, de David Alfaro Siqueiros.
En el Alcázar, los visitantes pueden ver las comodidades y lujos que tuvo no sólo la pareja imperial, sino también Porfirio Díaz y Carmen Romero Rubio, y otros presidentes, como Venustiano Carranza, Emilio Portes Gil y Abelardo Rodríguez.