El tema migratorio se convirtió en talón de Aquiles del gobierno foxista
La relación con Estados Unidos, cadena de ''sinsabores'' y retos inalcanzables
Consolidar lazos con China e India y superar ''rozones'' con países de AL, últimas tareas
En la recta final del gobierno del presidente Vicente Fox, la diplomacia mexicana enfrentará el tema migratorio como uno de los muchos ''sinsabores'' y retos inalcanzables que le ha dejado la relación con Estados Unidos, apostándole todo a que el Senado de ese país frene o modifique la iniciativa antinmigrante aprobada por la Cámara de Representantes. Pese a ello, México trabajará para que la visión de ''nueva integración'' de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad (ASPAN) se ''posicione e institucionalice'' en el país en 2006.
En la estrategia diplomática que operará en los últimos 11 meses del mandato foxista, el gobierno mexicano pretende consolidar sus relaciones diplomáticas con los países asiáticos, principalmente con China, mientras que con India -con la que sus vínculos han estado ''fracturados'' los últimos 25 años- impulsará un contacto de largo alcance; trabajará por superar los ''rozones'' que ha tenido con ''dos o tres'' naciones de América Latina, y en Centroamérica insistirá con ''mayor fuerza'' en la operación del Plan Puebla-Panamá, mediante la operación del Plan Integral Energético de Mesoamérica.
Por lo que hace a Europa, México mantendrá las ''buenas relaciones'' que tiene en la actualidad en temas, sobre todo, de multilateralismo, especialmente para continuar con la frustrada reforma integral de la ONU y en materia de derechos humanos.
Aunque en la relación con Estados Unidos son evidentes los ''sinsabores'' que genera la falta de un acuerdo migratorio bilateral con esa nación, principal socio comercial de México, el tema estará presente desde el inicio del año por el previsible debate que sostendrá el Senado de aquel país sobre la iniciativa antinmigrante, que propone criminalizar la migración indocumentada, ampliar la construcción de muros en la frontera y sancionar a los empleadores de trabajadores indocumentados -y hasta a los familiares de éstos- que les ayuden a permanecer en aquel país.
No obstante, en recientes declaraciones, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, mencionó como uno de los éxitos de esta administración el que la migración sea finalmente tema de la agenda bilateral. Expresó también su deseo de que el ASPAN, ''que es la visión de una nueva forma de integración en Norteamérica'', tome su posición, lineamiento y ''ojalá se institucionalice'' antes de concluir el gobierno foxista.
La relación con Asia se ha consolidado, por una parte por el Tratado de Libre Comercio con Japón, y por la otra por la ''asociación muy especial'' que se tiene con China, que ha permitido a México avanzar en temas de futuro. En este tenor, la cancillería mexicana ha reconocido la necesidad de impulsar una relación de largo plazo con India, para dejarla cuando menos en un nivel similar al que se tiene con China, pues se estima que son los dos grandes países que actuarán como los pivotes del crecimiento y desarrollo del mundo en los próximos 25 o 30 años.
India creció en 2005, pese a que no fue un buen año, a una tasa de 7.5 por ciento. Está claro que México quiere engarzarse con estas dos economías para buscar cifras positivas de crecimiento.
Con América Latina, la diplomacia tendrá que superar los ''rozones'' -como los llamó en su momento el secretario Derbez- con Cuba, Venezuela y Brasil, países con los que ha tenido diferencias en materia de derechos humanos, sobre el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA) y en torno a las reformas de la ONU, sobre todo para ocupar un eventual espacio permanente en el Consejo de Seguridad del organismo.
''Hay opiniones extrañas de que México debería ceder en todas sus pretensiones con tal de no tener fricciones con otras naciones de América Latina; eso no lo compartimos. Pensamos que México es una nación que por su tamaño, su peso y su fuerza tiene una presencia propia y esa presencia tiene que ser reconocida. No vamos a ceder'', ha dicho el canciller Derbez, quien afirmó que esta posición también ha servido para que Bernardo Sepúlveda Amor haya sido electo ministro de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y José Angel Gurría nuevo secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como para que el colombiano Luis Alberto Moreno sea el nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, candidato que impulsó el gobierno mexicano.
Como contraparte, en Sudamérica se ha establecido una ''buena relación'' con Chile, acción calificada de ''éxito de 2005'', luego de la fricción que se dio entre ambas naciones en la lucha por la secretaría general de la Organización de Estados Americanos, que finalmente ganó el entonces ministro José Miguel Insulza, derrotando al canciller Derbez.
Con Centroamérica se trabaja para establecer una posición de sociedad y asociación que permita a la región incorporar temas y soluciones conjuntas de largo plazo a problemas comunes como migración, seguridad y desarrollo económico compartido. En el contexto del Plan Puebla-Panamá, ya está en marcha el Plan Integral de Energía para Mesoamérica, que prevé la construcción de una refinería y una planta hidroeléctrica.