MEXICO SA
Se libra Argentina de los zopilotes fondomonetaristas
En un paso más, la Corte Suprema investiga si funcionarios del FMI colaboraron con dictaduras
EN UNOS CUANTOS años los golpistas, sus "amigos de la embajada", el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los privatizadores, destrozaron política, social y económicamente a Argentina, como equipos similares han hecho lo propio en otras naciones latinoamericanas.
EN LO ECONOMICO y social, las rutas preferidas fueron el endeudamiento externo y los "programas de ajuste" del FMI: del golpe de Jorge Rafael Videla y su "junta militar" (Massera-Agosti), en 1976, a la llegada de Raúl Alfonsín a la Presidencia de la República, en 1984, la deuda externa argentina creció casi 450 por ciento, y buena parte de ese dinero se utilizó para la compra de armamento, la represión social, el pago de intereses del propio débito y las jugosas "comisiones" que los militares se embolsaron.
CON EL ADVENIMIENTO de la democracia, como lo llamaron, el nuevo gobierno no hizo mayor cosa que incrementar la deuda externa y Alfonsín entregó a Carlos Menem la Presidencia con 20 mil millones adicionales, es decir, un saldo cercano a 65 mil millones de dólares.
CARLOS MENEM PRIVATIZO hasta la sonrisa de los argentinos, y por el desmantelamiento del aparato económico del Estado su gobierno obtuvo un monto multimillonario, que fue utilizado -como los mexicanos comprenderán cabalmente- para "rescatar" empresas privadas (de bancos a energéticas; de carreteras a trasnacionales) y seguir pagando intereses. (Cifras publicadas por algunos medios de la prensa argentina dan cuenta del costo de ciertos "rescates": Celulosa Argentina, mil 500 millones de dólares; Cogasco, mil 350; Autopistas Urbanas, 950; Pérez Companc, 910; Acíndar, 650; Bridas, 600; Banco de Italia, 550; Alpargatas, 470 y Techint 350). El hecho es que este desagradable personaje incrementó el saldo del débito externo en 130 por ciento, es decir, de 65 mil a 148 mil millones de dólares.
DESPUÉS, FERNANDO de la Rúa y algunos más hasta llegar a Néstor Kirchner, y la deuda externa, junto con los "ajustes estructurales del FMI'', seguían en ascenso, hasta que aparentemente alguien optó por comenzar a reducir en lo posible la primera y quitarse de encima al segundo.
NO ES EL PRIMER paso que el más reciente gobierno argentino da en ese sentido, pero días atrás anunció que a partir del primero de enero cancelaría íntegramente la deuda (9 mil 810 millones de dólares) que su país mantenía con el Fondo Monetario Internacional. "El trabajo argentino ya no será para pagar esa deuda al Fondo, sino para los argentinos. Con este pago estamos sepultando buena parte de un ignominioso pasado, de endeudamiento infinito y ajuste interno que empujó a la nación a la peor crisis de su historia en 2001", dijo Kirchner.
PUES BIEN, AYER la ministra de Economía argentina, Felisa Miceli, firmó la resolución legal para disponer del monto necesario de reservas del Banco Central para cancelar dicha deuda, con lo que se estima que el gobierno de Kirchner se ahorrará alrededor de mil millones de dólares y se librará de los zopilotes fondomentaristas, en el primer ejercicio real de gobierno en las últimas cuatro décadas.
POR LA MISMA vía transitan los gobiernos brasileño y venezolano, pero en vía de mientras el argentino ya tuvo con qué saldar su adeudo con el FMI. De inmediato, el Banco Central de Argentina aseguró que hacia finales de 2006 se recuperará el monto de reservas utilizadas para la mencionada operación financiera, y explicó que el mercado "no tiene de qué preocuparse" por este movimiento.
DE HECHO, PARA 2006 el propio organismo financiero prevé un crecimiento de 6.2 por ciento -uno de los más elevados de América Latina- en el producto interior bruto y exportaciones cercanas a 43 mil 500 millones de dólares. El miércoles pasado las reservas internacionales se aproximaban a 28 mil millones de dólares.
EL PASO DADO por Kirchner puede ser el primero para desfondomonetizar a Latinoamérica, pero en vía de mientras la Corte Suprema de Argentina ha ordenado abrir una investigación para determinar si funcionarios del FMI colaboraron con la última dictadura militar al otorgar préstamos que sirvieron para financiar crímenes de lesa humanidad.
EL MAXIMO TRIBUNAL remitió, de acuerdo con un despacho de Efe, la investigación al fuero federal que ahora deberá sortear un juzgado para que abra el expediente. La denuncia ante la Corte Suprema fue presentada el pasado 20 de septiembre por tres legisladores.
LOS JUECES SUPREMOS consideraron que no les corresponde investigar el caso porque "aún no están identificados los autores de los posibles delitos". La denuncia apunta a "los funcionarios del Fondo Monetario Internacional que en el país o desde el exterior prestaron algún grado de colaboración con la dictadura militar".
SEGUN EL TEXTO remitido ahora al fuero federal, los funcionarios del organismo multilateral posibilitaron que el gobierno de facto "obtuviera préstamos que endeudaron desmesuradamente al país y le permitieron financiar los crímenes de lesa humanidad". Tras reseñar las atrocidades cometidas por la dictadura en materia de derechos humanos, se subrayó que el FMI fue "llamativamente flexible con el gobierno militar, a punto tal que no sólo consintió en silencio su desproporcionado nivel de endeudamiento, sino que lo facilitó. Los organismos internacionales de crédito están sometidos al derecho internacional y pueden ser imputados como responsables de las violaciones en el campo de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales".
PARA LOS DEMANDANTES, los funcionarios que en esa época otorgaron los préstamos cumplieron un rol de "partícipes necesarios para con la dictadura". Según datos oficiales, entre 1976 y 1983 la deuda externa pública y privada de Argentina creció de 8 mil millones a casi 45 mil millones de dólares.
Las rebanadas del pastel:
"ESTA ES ÉPOCA de regalos", dice el locutor Vicente Fox en su interminable cuan somnolienta propaganda navideña por televisión, y para demostrar que no es una promesa más, a partir del primero de enero de 2006 las tarifas eléctricas para servicio doméstico se incrementarán 4 por ciento en el año, sin considerar otro tipo de "actualizaciones" que, de entrada, se comerán los "aumentos" salariales.