Usted está aquí: miércoles 4 de enero de 2006 Política Palenque no son ruinas; los mayas aún vivimos: Marcos

En el norte de Chiapas es más peligroso ser zapatista

Palenque no son ruinas; los mayas aún vivimos: Marcos

Esto debe cambiar desde abajo o a la izquierda, señala

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Palenque, Chis., 3 de enero. A eso de las dos de la tarde entró el subcomandante Marcos a esta ciudad en el norte de Chiapas, acompañado por unos 5 mil indígenas, bases de apoyo del EZLN, mayoritariamente choles. El delegado Zero se dirigió hasta el centro y habló ante la multitud allí reunida:

"Escogimos venir aquí a Palenque, en este lugar que es el símbolo de la cultura maya, de su esplendor y de su avance, pero que nosotros vemos que los grandes ricos capitalistas sólo lo usan para venir a visitar, conocer, como si fuera ya una cultura muerta, como si nosotros indígenas mayas, algunos zapatistas y otros que no son zapatistas ya no existiéramos o ya hubiéramos muerto con el triunfo del neoliberalismo en el mundo".

Dirigiéndose a ellos, agregó: "Tal vez con sorpresa se dieron cuenta que vinieron a ver ruinas y encontraron gente que vive, que camina, que habla, y sobre todo que grita y está gritando el Ya basta, que ahora trata de unirse con otras fuerzas de trabajadores del campo y de la ciudad para volver a transformar este sistema en algo más justo, más libre y más democrático".

Es la primera vez que Marcos visita la famosa ciudad turística. También es la primera vez que la toman las bases de apoyo zapatistas de la zona Norte. Los comercios cerraron, la policía se puso en guarda. La Policía Federal Preventiva desplegó todas sus unidades en el área, y trajo refuerzos.

"Durante todos estos días que vienen vamos a escuchar un montón de promesas, mentiras, tratando de alimentar nuestras esperanzas de que las cosas ahora sí van a mejorar si cambia un gobierno por otro; una y otra vez, cada año, cada tres años, cada seis años, nos venden esta mentira y una vez cada tres años, cada seis años nos la vuelven a repetir."

La voz del subcomandante Marcos resonaba: "Nosotros pensamos, los compañeros de la otra campaña, de la que somos parte los del EZLN, que nada nos van a dar. Nada que no conquistemos por nuestro propio esfuerzo, con nuestro esfuerzo organizado para transformar las cosas. Los gobiernos que tenemos, aparte de mentirnos, de despojarnos de lo poco que tenemos, nos dan los precios muy caros de las cosas que compramos y lo que producimos como campesinos y como obreros nos lo pagan con una miseria".

Los zapatistas de la zona Norte, el pueblo chol, y muchos tzeltales, han sufrido por años la guerra de baja intensidad con una intensidad particularmente alta. Por acá, ser zapatista requiere más valor. Es más peligroso que en otras partes de Chiapas.

"Nosotros pensamos que todo eso tiene que cambiar y no va a cambiar desde allá arriba, donde la derecha está repartiendo sus mentiras para un lado y para otro, al mismo tiempo que se está embolsando millones y millones de pesos.

"Pensamos que solo eso va a poder cambiar desde abajo o a la izquierda, por eso los estamos invitando a todos y todas que se consideren a sí mismos, gente humilde y sencilla, si quiere cambiar las cosas, si quiere vivir para él, para sus hijos, para sus nietos un mundo donde pueda vivir sin miedo. Sin miedo a ser humillado o despreciado por el color de la piel, por el modo de caminar, por el modo de hablar, por la cultura, o por el lugar que tiene en esta sociedad".

En su segunda escala dentro de la otra campaña, el subcomandante Marcos dejó estacionada su moto y se trasladó desde San Cristóbal hasta aquí en una camioneta. Ante las bases rebeldes, los miembros de la Central Unitaria de Trabajadores de Chiapas (los anfitriones) y unas 2 mil personas más, entre ellos un gran número de turistas europeos, estadunidenses y mexicanos, Marcos se pronunció por "un mundo donde podamos ser respetados por el trabajo que hacemos, por el valor que tenemos como seres humanos y no por la cuenta bancaria que tengamos, o el tipo de vehículo, o la ropa que vistamos.

"Un mundo donde los trabajadores ocupen el lugar que se merecen. Porque ellos, los trabajadores son los que hacen andar el mundo, y lo hacen florecer. Son los ricos y poderosos los que lo destruyen y los que lo detienen hasta casi acabarlo por completo".

El delegado Zero, quien arribó aquí con un operativo de seguridad de la sociedad civil de la "Sexta coleta", explicó:

"El día de hoy vamos a estar aquí en Palenque y hemos aceptado la invitación de una organización de trabajadores: la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Aquí delante de todos quiero saludar a esos hermanos y hermanos que ahora son nuestros compañeros y compañeras y queremos dar este símbolo, hemos invitado a compañeros y compañeras bases de apoyo del EZLN en la zona norte".

La comandante Amada lo había precedido en el uso de la palabra, y lo saludó a nombre de "las bases de apoyo del EZLN de la zona Norte, de las diferentes organizaciones que nos acompañan y toda la gente honesta y humilde que se encuentran en este acto". Por su parte, la comandanta Libertad dirigió el canto de himno zapatista.

Ante el hecho notable de tanto indio encapuchado en este centro de poder ganadero, militar y turístico, Marcos advirtió: "Unos cuantos vinieron, sólo para que se den cuenta el gobierno y los ganaderos que estaban emboscados allá a la salida esperándonos con armas de fuego, una pequeña muestra de lo que es la fuerza zapatista en el norte de Chiapas. Es un mensaje que les damos para que lo tomen en cuenta por si quieren hacer algo, tienen que pagar las consecuencias de lo que vaya a pasar".

Agregó: "Ahora queremos dar el símbolo de la unidad de un movimiento indígena digno, como es el EZLN, con un movimiento de trabajadores también digno como es la CUT. Hoy estamos dando ese mensaje: uno de los caminos que va andar la otra campaña es la unidad de indígenas, de obreros, de campesinos, de maestros, de estudiantes, de empleados, de todos los que están trabajando y haciendo producir en este país y no de aquellos que están allá arriba y se están enriqueciendo a costa de nuestra sangre. Queremos dar este mensaje hoy de unidad entre indígenas y trabajadores, con esta unidad de acción entre el EZLN y la Central Unitaria de Trabajadores".

Y concluyó: "Gracias hermanos de la CUT que nos están recibiendo, gracias pueblo de Palenque que nos está recibiendo, esperamos avanzar más en este trabajo y estarles informando a todos".

Más tarde, los zapatistas marcharon hasta las pequeñas oficinas de la CUT, y allí celebró el delegado Zero encuentros de trabajo con adherentes de la Sexta Declaración de la selva Norte y con grupos civiles y medios alternativos.

 
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