Usted está aquí: miércoles 4 de enero de 2006 Mundo Poderoso cabildero revelará cómo es el negocio de la democracia en EU

Jack Abramoff acepta cooperar en indagatoria por corrupción en el Congreso

Poderoso cabildero revelará cómo es el negocio de la democracia en EU

El republicano se declara culpable de fraude, conspiración para corromper y evasión fiscal

En riesgo las carreras de más de 200 legisladores, varios asesores y funcionarios de Bush

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Nueva York, 3 de enero. Jack Abramoff está por detonar lo que podría ser el escándalo político del siglo en Washington, cuando acordó hoy cooperar con las autoridades federales en una investigación criminal sobre corrupción que podría anular las carreras políticas de varios poderosos legisladores, asesores y cabilderos, y revelar cómo funciona el negocio de la democracia en Estados Unidos.

Hasta hace poco Abramoff fue uno de los cabilderos más poderosos en Washington, y su negocio de tráfico de influencias políticas tocó a más de 200 legisladores federales, incluyendo algunas de las figuras más importantes del Capitolio, entre ellos quien lo consideró su "íntimo amigo", el hasta hace un par de meses líder de la mayoría republicana de la Cámara, Tom DeLay.

Pero el año pasado, el negocio de Abramoff se convirtió en el eje de una amplia investigación federal sobre fraude y corrupción donde por lo menos 20 legisladores, asesores legislativos y otros cabilderos de alto perfil podrían encontrarse bajo investigación criminal por sus negocios con él, y con ello estallaría lo que algunos analistas señalan como un escándalo político sin precedente en un siglo.

Este martes fiscales federales y abogados de Abramoff llegaron a un acuerdo por el que el cabildero aceptó culpabilidad por delitos de fraude, conspiración para corromper y evasión de impuestos a cambio de una pena de cárcel reducida y su cooperación en la investigación de sus ex socios, clientes y cuates en los más altos circuitos de la cúpula política en Washington, incluyendo legisladores y funcionarios del Ejecutivo. Al anunciarse el acuerdo, que se negoció durante las últimas semanas, tembló parte de la capital.

Esta tarde ante una juez federal, Abramoff aceptó que había participado en una conspiración incluyendo la "corrupción de funcionarios públicos" y que junto con otros había realizado un esfuerzo donde ofrecieron contribuciones electorales, viajes y otros regalos "a cambio de ciertos actos oficiales". Los cargos formales aceptados por Abramoff afirman que él y su socio Michael Scanlon (quien ya aceptó su culpabilidad y coopera en la investigación criminal) habían conspirado para defraudar millones de dólares a tribus indígenas en Luisiana, Michigan, Mississippi y Texas, y que Abramoff obtuvo aproximadamente 20 millones de dólares en ganancias ocultas de este negocio.

El año pasado se reveló que Abramoff y su socio Michael Scanlon lograron defraudar a tribus indígenas al cobrar 80 millones de dólares por tareas de cabildeo de sus intereses de promoción de casinos ante el Congreso. El "cabildeo" fue realizado con regalos, favores (como empleos para familiares de legisladores), comidas gratis en su restaurante en Washington y viajes pagados -entre ellos, excursiones para jugar golf en Escocia- para legisladores y sus asesores que trabajaron en proyectos de ley con Abramoff.

"Creo que esto tiene el potencial de ser el escándalo más grande en el Congreso en más de un siglo", consideró Thomas E. Mann, uno de los especialistas del Poder Legislativo más reconocido del país y analista en el Brookings Institution en entrevista con The New York Times el mes pasado.

Escándalo histórico

Hoy, la líder de la minoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, declaró que este "Congreso republicano es el más corrupto de la historia". Algunos de sus colegas republicanos y conservadores también han expresado su alarma y han denunciado el aparente nivel de corrupción días antes de darse a conocer las posibles dimensiones de este escándalo.

Entre los legisladores que están bajo investigación o sospecha, además del antes todopoderoso conservador DeLay, están el representante Bob Ney, presidente del Comité de Administración de la Cámara, y John T. Doolittle (cuya esposa asistió a Abramoff). Pero también están enlodados en el naciente escándalo funcionarios del gobierno de George W. Bush y otros políticos.

De hecho, en septiembre de 2005, David Safavian, alto funcionario en la oficina de presupuesto y programación de la Casa Blanca, renunció justo antes de ser arrestado por mentir a investigadores federales sobre sus vínculos de negocios con Abramoff, y no será el único, señalan algunos analistas. Abramoff gozó de acceso a figuras dentro del equipo del vicepresidente Dick Cheney, entre otros, en el círculo cercano a Bush.

Además, figuras como Ralph Reed, ex presidente de la Coalición Cristiana, están bajo la lupa de los investigadores y hasta figuras de gobiernos en el extranjero podrían ver sus negocios secretos en Washington revelados en este caso.

Después de dos años de investigación, el Departamento de Justicia -que hoy declaró que la intriga de corrupción promovida por el cabildero es "muy extensa"- podría obtener ahora información crítica de Abramoff y su socio Scanlon para documentar sospechas de corrupción y soborno entre por lo menos una docena y tal vez hasta más de 20 legisladores y sus asesores y cabilderos, particularmente entre las filas republicanas que eran los más cercanos a Abramoff.

Pero los tentáculos del negocio de Abramoff alcanzaron más allá, con por los menos 220 legisladores que se beneficiaron con 1.7 millones de dólares en contribuciones políticas de este cabildero, sus socios o sus clientes entre 2001 y 2004, según datos recaudados de la Comisión Electoral Federal y el servicio federal de impuestos, reportó el servicio de noticias empresariales Bloomberg. De estos, 201 están en el Congreso, y entre ellos, los republicanos fueron beneficiados con 64 por ciento del total.

Aunque algunos demócratas están involucrados con Abramoff, el cabildero es sobre todo una figura republicana, y por lo tanto este será más que nada un escándalo republicano. Sin embargo, todos consideran que será una mancha negra sobre la clase política en Washington.

A borrar todo vínculo

Varios legisladores están buscando rápidamente regresar toda contribución ligada con Abramoff, y ABC News reportó que por lo menos nueve de ellos lo han hecho y que hoy el presidente de la Cámara baja, Dennis Hastert, anunció que regresará 69 mil dólares en contribuciones recibidas por intereses ligados con Abramoff. Otros incluyen al senador Byron Dorgan, demócrata, quien estaba regresando 67 mil dólares en contribuciones. DeLay, quien tuvo que renunciar su puesto como líder de la mayoría republicana el año pasado al enfrentar cargos de contribuciones electorales ilícitas en Texas, se benefició directa e indirectamente de la generosidad de su amigo Abramoff, incluyendo 17 mil dólares en contribuciones directas entre 2001 y 2004, más 25 mil dólares a su organización caritativa para niños, y más de un millón de clientes de Abramoff (ejecutivos de petroleras rusas) a una organización ligada con DeLay para apoyar a familias.

Todos esperan que pronto se revelarán más nombres y más intrigas. Esto apenas empieza, y no pocos políticos en Washington están buscando contratar a abogados lo antes posible.

 
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