Su calidad y bajo precio desplazan a los europeos
Los vinos de Argentina y Chile conquistan el mercado brasileño
Brasilia, 3 de enero. Los vinos del llamado Nuevo Mundo, en especial de Chile y Argentina, ocupan cada vez más espacio en las bodegas de los ricos brasileños, desplazando a los franceses y portugueses, tradicionalmente preferidos por los apreciadores de alto poder adquisitivo de Brasil.
En la bodega de su suntuoso apartamento en Brasilia, el abogado Luiz Carlos Alcoforado guarda tres mil botellas numeradas, ordenadas por cosecha, productor y región; un tesoro con más de 130 mil dólares en vinos en el que se destacan rótulos como Almaviva, de Chile, o Catena Zapata, de Argentina.
"Compro más vino del Nuevo Mundo, especialmente de Argentina y Chile. Reúnen la oferta de la calidad con la razonabilidad de su costo", dijo Alcoforado, titular de un importante despacho legal de la capital brasileña.
"Bodegas de Chile y Argentina ofrecen vinos maravillosos de 50, 60 o 130 dólares", agregó.
Clubes de apreciadores comienzan a esparcirse por las grandes ciudades de Brasil, donde el consumo de vinos finos ha aumentado en los años recientes y, según bodegueros y comerciantes, tiene aún un enorme potencial de crecimiento entre los estratos altos y medio altos de la sociedad.
Brasil importó 83 millones de dólares en vinos entre enero y noviembre de este año, frente a 79 millones en el mismo periodo del año pasado y a 68 millones en todo 2003. La participación de Chile y Argentina en esas compras aumenta año con año, según datos oficiales.
Además, cada vez son más frecuentes las visitas de productores de Argentina y Chile a Brasil, buscando incrementar las ventas en un país donde existen varias bodegas particulares que atesoran más de un millón de dólares en vinos.
El trabajo de promoción y una cadena de comercialización aceitada ya han dado resultados: Brasil se ha convertido en el tercer principal destino de exportación para el vino argentino, superado por Estados Unidos y el reino Unido.
En el caso de Chile, el mercado brasileño trepó al octavo lugar como destino exportador, y ha registrado un explosivo crecimiento. Sólo en octubre los envíos de vino chileno a Brasil crecieron 43 por ciento respecto al mismo mes de 2004.
"El público brasileño está muy receptivo y es visible la penetración muy importante de los vinos de alta gama de Chile y Argentina", dijo Cecilia Torres, enóloga de la productora chilena Santa Rita, quien recientemente visitó Brasilia para dirigir una degustación de sus productos.