Aún es alto el número de indigentes en el Centro
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Jóvenes de la calle mitigan el frío con monas y alcohol
Las autoridades capitalinas informaron que debido a las bajas temperaturas registradas en los últimos días, que se recrudecieron en la madrugada del sábado, se incrementó 30 por ciento la atención de personas en situación de calle en los albergues y comedores del Instituto de Asistencia e Integración Social, donde diariamente se atienden las solicitudes de mil 200 personas en cuanto a comida y atención médica.
Sin embargo, el número de indigentes en las calles del Centro Histórico que se niegan a acudir a alguno de estos centros aún es alto, por "temor a ser encerrados y separados" de sus amigos, como ha ocurrido en otras ocasiones, comentan Luis y Mario, quienes prefieren ganarse unas monedas limpiando parabrisas o haciendo malabares, que solicitar ayuda.
A unos pasos del Eje 1 Norte, los adolescentes inyectan calor al cuerpo mediante la inhalación de monas o ingiriendo alcohol, que adquieren con los varos ganados por limpiar los carros o por el "temor" de los conductores a que "les bajemos el dinero, cuando somos gente honesta y no recurrimos a ese tipo de situaciones", explican.
Reconocen que el frío les "cala hasta los huesos en la madrugada, pero con un poco de papel periódico, unas cobijas raídas y el sillón viejo que tienen, se acurrucan con otros más y duermen bien. El riesgo de que muera alguno existe, pero algún día nos va a tocar. Así que si no es de frío, es de vicio", confiesan.
Con esta forma de pensar coincide María, joven de menos de 15 años cuyo "circuito de trabajo" se ubica en La Lagunilla, pero en los días de celebraciones se dirige a Paseo de la Reforma o el Centro Histórico junto con otros compañeros, donde la gente se "apiada y nos regala unas monedas o algo de comida, pero nunca van solas, ya que siempre empiezan con sus sermones de que vayamos a los centros de gobierno o de asistencia a vivir y desintoxicarnos.
"Siempre les decimos que sí, pero nunca vamos, es mejor la vida en las calles y aquí nadie te regaña o abusa de ti", afirma, mientras aborda un microbús con dirección a La Villa, para "dar gracias y pedirle a la Virgen que no nos desampare y, por lo menos, logremos tener unos pocos centavos para echarnos un taco y no morirnos de hambre, que lo demás ya vendrá".
Unas calles más adelante, unos jóvenes comentan que funcionarios del gobierno capitalino hacen recorridos por La Lagunilla, Tepito, el Centro y Paseo de la Reforma, para invitarlos a ir a los albergues o a los comedores de los centros de Integración Social, a los cuales "vamos algunas veces, pero no siempre, para que después no nos vayan a obligar a quedarnos y tengamos que bañarnos, estudiar y quién sabe cuántas cosas más, dizque para ser mejores. Eso sólo ocurre en las películas y ni ilusiones nos hacemos".
Sin embargo, dicen, aceptan lo que les ofrecen para que la "huesuda no nos quiera llevar tan pronto, po's todavía tenemos mucho relajo que echar y mucha gente qué conocer".
Existen 18 albergues y comederos en las delegaciones Alvaro Obregón, Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Venustiano Carranza, los cuales están habilitados para atender todas las solicitudes en esta temporada de invierno, debido a que los pronósticos meteorológicos coinciden en que la temperatura más baja se ubicará en los tres grados celsius y la más alta en los 18.