La muestra ha superado 75 mil visitantes y se espera que llegue a 100 mil
Familias aprovechan último día de vacaciones para ver la exposición Goya
"El recorrido lo pueden hacer como ustedes quieran", dijo una de las vigilantes del Museo Nacional de Arte (Munal) al recibir a los visitantes en la exposición Goya y, de esa manera, agilizar la circulación dentro de las salas, que ayer lucieron repletas por el lento deambular de los espectadores y por aquellos otros que querían adelantarse a quienes les habían antecedido.
En el último día del periodo vacacional decembrino, familias completas, gente de diversas edades -algunos con sus pequeños hijos en carriolas- y otras personas que trasladaron a sus parientes en sillas de ruedas, observaron y comentaron detalles de la muestra que alberga 253 obras del pintor español Francisco de Goya -200 estampas y 30 óleos-, que permanecerán hasta el 5 de marzo en el recinto de Tacuba 8.
Hacia las 12 del día del domingo, el Munal lucía tranquilo y con poca asistencia, pero con el transcurrir de los minutos las filas que arrancan dentro del inmueble para comprar un boleto crecían y llegaban hasta donde permanece la emblemática estatua de El Caballito.
"La razón por la que se hizo una larga fila en días pasados fue por la insuficiencia del espacio, además del lento transitar de la gente por las salas y porque los martes hay recorridos para escuelas", dijo otro de los guardias que custodian las obras de arte.
De manera casi imperceptible, pero con gran aceptación, ha sido el éxito de Goya en el Munal. El martes pasado -día también de entrada gratuita- en un cierre preliminar se informó que los visitantes a la muestra habían superado los 75 mil y las autoridades del museo esperan que en los próximos días sumen 100 mil.
Las dos taquillas, el amplio espacio que antecede a la muestra y las escalinatas en donde comienza el recorrido de la exposición, permiten además formar largas filas dentro del recinto y con ello, la gente que llega avanza hacia adentro rápidamente.
"Mira, llegamos a tiempo, porque no hubiéramos visto bien la muestra", dijo una de las visitantes a su marido al salir hacia la Plaza Tolsá y ver a la gente formada dentro del Munal.
Mientras el recorrido durante la exposición se fue tornando lento, la gente, aunque apretada, se detenía a observar los óleos y con mayor detenimiento las litografías en que Goya plasmó el arte de la tauromaquia o los desastres de la guerra. También gente de pie, ante la falta de asientos, ponía atención en el documental que proyecta -en otras de las salas- la vida y obra del pintor español.
La labor de los elementos de seguridad o de aquellos que vigilan las obras de arte es la constante queja de los visitantes, quienes aducen groserías y desplantes del personal; además también argumentan que la "mala iluminación" no permite admirar las litografías en todo su esplendor.
En el libro donde los visitantes escriben las quejas e inconformidades también se leen elogios y felicitaciones a las autoridades del Munal por traer a México "una magnífica exposición" y "por el gran esfuerzo" realizado para montar Goya.
Tampoco faltó la crítica de un visitante, quien cuestionó la presencia de elementos de la Policía Federal Preventiva en las instalaciones del museo y su relación con el arte. Al escribir su queja el joven -quien puso su teléfono y su correo electrónico- comenzó el párrafo con el título "Desastres de guerra, o La milicia y la cultura".