La condición sería lograr superávit público, afirmó el secretario de Hacienda
Con las reservas del BdeM se podría pagar deuda externa
Resultan insuficientes el crecimiento del PIB y la creación de empleos, reconoce Gil Díaz
Descarta el funcionario una crisis económica después de las elecciones presidenciales
La reserva internacional del Banco de México (BdeM), que alcanzó en la última semana un nivel histórico de más de 68 mil millones de dólares, puede ser utilizada para pagar deuda externa (que asciende a 69 mil millones de dólares), siempre y cuando haya superávit público, afirmó el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz. En conferencia de prensa se mostró insatisfecho con el crecimiento del producto interno bruto (PIB) y con las oportunidades de empleo que, subrayó, son insuficientes por la ausencia de reformas estructurales.
Adelantó que el PIB crecerá este año 3.7 por ciento, pero advirtió que si hay un desplome en el precio del petróleo el gasto público tendrá que ser recortado, aunque descartó que el país pudiera enfrentar una crisis económica después de las elecciones presidenciales de julio. En ausencia de las reformas, ''no creemos que el crecimiento de la economía pueda ser muy superior a lo que se está observando'', precisó.
El funcionario se reunió con los reporteros con motivo del comienzo de año y reconoció que los 750 mil empleos permanentes que se crearon en 2005, ''apenas son una recuperación de las plazas perdidas. Hace falta recuperar ese empleo y crear muchísimos más''.
En la reunión efectuada en el salón Panamericano de Palacio Nacional, habló también Alejandro Werner, jefe de la Unidad de Planificación Hacendaria e informó que el país obtuvo durante 2005 ingresos extraordinarios por 150 mil millones de pesos, de los cuales dos terceras partes derivaron de la alta cotización internacional del precio del petróleo.
Al hablar de la estabilidad económica, Gil Díaz precisó que el tipo de cambio se mantiene firme; las tasas de interés también, con una ligera tendencia a la baja durante las últimas semanas, y la bolsa ha observado un gran dinamismo. Esto quiere decir que los actores de los mercados financieros reflejan confianza en que la economía va a seguir por un sendero de estabilidad y no enfrentará una crisis después de los comicios de julio próximo, aseguró.
Ajuste al gasto
En la entrevista el funcionario planteó que el riesgo de que el precio del petróleo quede por debajo de lo presupuestado persiste, aunque las expectativas de los analistas señalan que durante dos años se mantendrá firme, pero advirtió: ''si hubiera un desplome en este mercado y nadie puede garantizar que eso no suceda, tendríamos que ajustar el gasto''.
Luego se refirió a la propuesta del gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, de utilizar las reservas para pagar deuda externa y subrayó: ''Nos parece acertada, nos parece pertinente y recomendable. Por eso se propuso un superávit de 0.2 por ciento del PIB (unos 17 mil millones de pesos), y ojalá pudiéramos lograr un apoyo político para manejar un superávit todavía más elevado y llevar a cabo esa propuesta tan magnífica del doctor Ortiz''.
Se dice insatisfecho
-¿A 11 meses de que termine la administración, el gobierno está satisfecho de su política económica, con unos 60 millones de mexicanos que viven en pobreza, un creciente desempleo y un PIB tan débil como ha sido calificado en varias ocasiones?
-Nadie está satisfecho con el crecimiento tan bajo que hemos observado. Nadie está satisfecho con las oportunidades de empleo que tenemos. Por eso el presidente Fox ha venido proponiendo a lo largo de todo el sexenio las reformas de fondo que no han podido salir adelante.
El secretario de Hacienda afirmó que el principal riesgo que enfrenta México es que haya una disminución importante o incluso una caída en la tasa de crecimiento de la economía mundial, principalmente de los dos vecinos del norte, sobre todo de Estados Unidos.
Hasta este momento, agregó, las perspectivas de crecimiento que se tienen para la economía estadunidense siguen siendo de un avance vigoroso, particularmente en el renglón que más está relacionado con la economía mexicana, que es el de las manufacturas y, dentro de ellas, la industria automotriz.
Año sabático
Gil Díaz se refirió a los momentos más difíciles que ha enfrentado como secretario de Hacienda y expresó que la presentación y discusión de cada presupuesto lo fueron. Afortunadamente, indicó, ya pasó el último, y anunció que al finalizar su gestión piensa aprovechar la invitación para un año sabático en la Universidad de Stanford.
Sobre las reformas estructurales, entre las que destacan la energética y la fiscal, dijo esperar que la mayor apertura que se está dando en los partidos, sobre todo en el PRI, permita que se colabore para sacarlas adelante. Creo, agregó, que la base de estabilidad con sus manifestaciones en mayor inversión y más consumo son elementos que han contribuido a compensar parcialmente la debilidad del entorno externo.
El funcionario explicó que en todas partes, cuando se sale de una crisis es necesario un período de ajuste, un lapso de asimilación de las medidas presupuestarias y financieras que permitan sentar una plataforma para mayor crecimiento.
Señaló: ''Eso lo hemos visto en todas partes del mundo cuando se han tratado de encontrar atajos, ha habido muchísimas experiencias de esa naturaleza. Buscar un resultado milagroso a corto plazo, se ha visto, sólo conduce a un nuevo fracaso. Construir con tranquilidad y solidez es la mejor fórmula y el mejor legado que deja el presidente Fox, como sus programas sociales para un gobierno futuro''.
-¿Qué le recomendaría al próximo secretario de Hacienda?
-En primer lugar le recomendaría a mi sucesor que se hincara, que se pusiera de rodillas y le pidiera a mis colaboradores que siguieran aquí, en la Secretaría de Hacienda. Hay muchos posibles candidatos, entre ellos el subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, Agustín Carstens. También los hay dentro y fuera de Hacienda.
Durante la reunión, Gil Díaz hizo un pleno reconocimiento a todos sus colaboradores.