El giro principal de esa empresa es ofrecer tarjetas de descuentos a estudiantes
Recaba TDU datos electorales en encuestas sobre hábitos de fumar
Un búnker, sus oficinas en Insurgentes Sur
Rechaza decir el uso que da a esa información
Detrás de rejas de acero y de gruesas puertas que se activan mediante mecanismos electrónicos se hayan las oficinas de Tarjetas de Descuento Universitario (TDU), empresa privada que mandó un ejército de jóvenes a las calles de esta ciudad a "encuestar" a la población acerca de sus hábitos de fumar, pero pidiendo para ello los números de las credenciales de elector -cuyo uso y destino no quiso aclarar- y la firma del encuestado.
Las instalaciones de esa compañía -dedicada a vender tarjetas de descuento a estudiantes y a contratar jóvenes para diferentes empleos, como el de encuestadores- se localiza en la avenida Insurgentes Sur 1180, en la colonia Del Valle. Ocupa los cuatro pisos de la parte alta de un edificio de 11 niveles, aunque el directorio en la planta baja sólo precisa que ocupa el penthouse.
La intención de acudir a este lugar surgió luego de que, específicamente en la glorieta de Insurgentes, un grupo de adolescentes entrevistaba a gente de aspecto humilde o a jóvenes, a quienes les pedían que mencionaran "dos o tres marcas de cigarro" que recordaran. Enseguida les piden su credencial de elector, anotan el número de la misma y les hacen firmar al calce de la hoja con las preguntas.
Reacia a dar información, una de las jóvenes dijo desconocer para qué se pedía el número de la credencial de elector, y se limitó a responder: "hable al 5488 9800 con Guadalupe Paz (supervisora de encuestadores)". Vía telefónica se trató de contactar a esta persona y remitieron con Jesica Mercado, supervisora de Programas Especial, quien argumentó que esos datos son "para integrarlos a una base de fumadores y luego hacerles llegar todo lo relacionado con los problemas del cigarro". Sin embargo, en el recorrido por la Glorieta de Insurgentes, se corroboró que las encuestadoras no pedían ninguna dirección o correo electrónico.
Después alegó que se piden los datos de la credencial de elector "para verificar que sí se hizo la encuesta a la persona y no haya trampas, que no inventen gente". Al teléfono se negó a proporcionar el nombre de los dueños de la empresa o copia de los estudios que tienen, sólo dijo que las encuestas las aplican en varios puntos de esta ciudad.
Al visitar las oficinas de TDU en el piso 11 del edificio mencionado, gruesas rejas, que son activadas desde la recepción, dan la bienvenida. Hasta ahí llegan jóvenes con su solicitud en mano, quienes son remitidos al área de recursos humanos, en el piso ocho.
De nueva cuenta, Guadalupe Paz rechazó hablar con La Jornada y se comisionó a Jesica Mercado para este asunto, quien aceptó dar información, pero en la planta baja. De entrada remarcó que "la política de la empresa es no dar información", pero al insistirle alegó que no había ninguna irregularidad al pedir la información de la credencial de elector, que no tenía ningún uso electoral y que todo era transparente; sin embargo, se negó a que se pudiera constatar cómo y dónde se procesaban esos datos o que se visitaran sus oficinas.
Ante tanta insistencia sólo dijo que el dueño era Oscar Ramírez Gallegos -a quien nunca se logró localizar en el inmueble-, y se retiró con el pretexto de una "cita importante".
En el piso nueve también hay una oficina de la empresa TDU, la cual tiene una puerta metálica con interfón y cuyo acceso se activa electrónicamente desde el interior. Ahí entraba personal de TDU con paquetes de encuestas. Hasta allí llegaron empleados de la empresa y un vigilante para pedirnos que nos retiraramos del lugar.