Pasó de 1.7 a 90 millones de hectáreas entre 1996 y 2005
El cultivo de transgénicos creció 5,000% en 9 años
México, entre los 14 países que dan mayor impulso a esa biotécnica, reporta ISAAA
Lamenta Greenpeace expansión; llama a contenerla
En casi una década, el cultivo de transgénicos en el mundo se incrementó 50 veces, al pasar de 1.7 millones de hectáreas que se sembraban con esa biotécnica en 1996, a 90 millones para 2005.
Luis Herrera Estrella, director del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad, detalló que Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, España, Estados Unidos, Filipinas, India, México, Paraguay, Rumania, Sudáfrica y Uruguay destinaron el año pasado más de 89 millones de hectáreas para esos cultivos.
De hecho, indicó, Brasil, China e India reportaron un "considerable" crecimiento en la producción de organismos genéticamente modificados en relación con 2004; Europa, en tanto, ha reiniciado su uso, aunque "de manera tímida".
Al presentar el Reporte del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrícolas Biotecnológicas (ISAAA por sus siglas en inglés), Herrera Estrella mencionó que países como Irán y República Checa sembraron por primera vez semillas transgénicas en 2005, mientras Francia readoptó la práctica después de que la suspendió en 2000.
El reporte, reveló, arrojó que el uso de variedades transgénicas para el cultivo de algodón ''redujo el uso de pesticidas'' en 22. 3 millones de kilogramos; también declaró que los agricultores que usaron esa biotecnología "no reportaron intoxicaciones y los que no la usaron sí".
''Lo que se dice de los daños a la salud son opiniones no documentadas; hasta ahora no se ha demostrado algún daño por consumo'', dijo Herrera Estrella.
En respuesta, Areli Carreón, coordinadora de la Campaña de Consumidores de Greenpeace, refirió que esos daños no se han demostrado, porque en México no se han realizado estudios sobre los niveles de afectación en la población por el uso de productos genéticamente modificados.
En entrevista por separado, Carreón subrayó que es paradójico que Brasil haya incrementado su producción de transgénicos cuando en ese país se prohibió el uso de esa biotecnología.
La ecologista argumentó que el reporte ISAAA está financiado por recursos de la industria de transgénicos, por lo que siempre presentan "cifras alegres que no reflejan la realidad".
Ciento sesenta y cinco regiones europeas, expuso, se han declarado "libres de transgénicos"; incluida Suiza. "La población está rechazando esa tecnología; los suizos lo hicieron en un referéndum".
La biotecnología "tiene riesgo de contaminación. Al modificar los productos se puede afectar plantas o animales por medio de la polinización", señaló.
''Si en verdad'' se quisiera mejorar el cultivo y dar solución a los problemas agrícolas, tendría que existir un control biológico, agricultura orgánica, mejoramiento genético convencional, innovar formas de riego sustentable y crear el policultivo, añadió.
Durante la presentación del ISAAA 2005, Otilio Wong Arriaga, representante no gubernamental del comité estatal del Sistema Producto Soya de Chiapas, indicó que el costo por producir soya transgénica es de 4 mil 500 pesos por hectárea, "mil pesos menos que si no se usara" la técnica.