Tan sólo en 2005 fallecieron 500 indocumentados: ONG
Van 2 mil muertes en la frontera desde la Cumbre de las botas
A casi cinco años del encuentro que sostuvieron los presidentes George W. Bush y Vicente Fox Quesada, en la llamada Cumbre de las botas, para sentar las bases de una nueva política migratoria entre México y Estados Unidos, poco más de 2 mil indocumentados han muerto en su intento por llegar a Estados Unidos, denunciaron organizaciones en pro de los derechos humanos del migrante.
Claudia Smith, integrante de California Rural Legal Assistence, indicó que tan sólo en 2005 fallecieron al menos 500 indocumentados -125 más que en 2004- como resultado de las ''políticas antinmigrantes" de la administración Bush.
Organizaciones de ambos lados de la frontera realizaron una manifestación frente a la barda fronteriza para denunciar ''el enorme costo social y humano que generó el fracaso de las iniciativas migratorias lanzadas por ambos países''.
Las agrupaciones participantes cuestionaron la falta de compromiso "político y humanitario" de los gobiernos de Bush y Fox para enfrentar el problema migratorio, y aseguraron que hasta la fecha se ha hecho "muy poco" para evitar que se incremente el número de muertes de indocumentados.
Tras afirmar que en 2005 se alcanzó una cifra récord en el número de migrantes muertos en su intento por cruzar la frontera norte, Smith destacó que las estrategias aplicadas por la patrulla fronteriza ''obligan al indocumentado a asumir mayores riesgos que pueden implicar perder la vida", sin que estas acciones sean efectivas para detener el tránsito migratorio.
Por lo que respecta a las estadísticas oficiales sobre el número de víctimas, Oscar Escalada, integrante de la Coalición pro Defensa del Migrante, indicó que a la fecha la Secretaría de Relaciones Exteriores sólo reconoce 441 víctimas en 2005, incluidos los 127 cuerpos de migrantes no identificados, presuntamente de origen mexicano, discrepancia que se atribuye a un cambio en el manejo de los datos oficiales, los cuales han dejado de contabilizar ''decenas de cadáveres arrastrados por la corriente del río Bravo a territorio mexicano''.
El incremento en el número de cadáveres de migrantes localizados en territorio mexicano -al menos 50 casos reportados por el grupo Beta en el primer semestre de 2005- demuestra, aseguró Smith, que el reforzamiento de la vigilancia en el área de Tucson provocó que muchos indocumentados "intercambien el riesgo de sufrir deshidratación en el desierto de Arizona por la posibilidad de morir ahogados en el río Bravo".
Los defensores afirmaron que ante las acciones endurecimiento y criminalización del fenómeno migratorio, subsiste un panorama ''desalentador'' para 2006, en el que se propiciará que los migrantes busquen rutas aún más apartadas para cruzar sin ser detectados.