RUTA SONORA
2005: la pura nata (rock anglo I)
A DIFERENCIA DE 2004, en que los sonidos post-punk-roquers dominaron, en 2005 destacó lo soñador, ya melancólico o feliz, pero muy clavado. Quizá porque la desesperanza o la búsqueda de mayor alegría, profundidad y sentido ante tanto terror pusieron hipersensibles a músicos y escuchas. Hoy, primera parte de los discos de rock; luego, su segunda parte, los de electrónico, hip hop, en español y los sobrevalorados.
1. SUFJAN STEVENS. ILLINOISE . Como parte de su loquera de hacer un disco por cada estado de la Unión Americana, en su segunda provincia sónica, este american boy de 25 años retrata a su sociedad al contar historias descabelladas, históricas y personales, mediante un "pop de cámara" en el que toca 20 instrumentos y renueva el folk con cuerdas orquestales, coros infantiles, jazzecitos caóticos, progres meditativos y pulsos electrónicos. Romántico pero crudo. Melancólico, épico.
2. PAUL MC CARTNEY. Chaos and creation in the backyard. La maestría armónica de este beatle es desempolvada por el genial productor Nigel Godrich , para hacerle parir entrañables melodías, entre arreglos orquestales intensos en emoción, pero mesurados en decibeles. Por primera vez triste, tenso y misterioso, Sir Paul permitió desnudar sentimientos y arreglos para, a voz y pianos graves, o suaves guitarras acústicas, ofrecer un sonido contemporáneo. Uno de sus mejores discos en muchos años.
3. FIONA APPLE. EXTRAORDINARY Machine. En su tercer disco, frágil pero poderosa, esta joven cantante y pianista neoyorquina devasta con la sinceridad de su corazón, marchito pero ardiente, el cual destila sobre cada tecla para recrear baladas jazzy menos furiosas que antes, pero efectivas al pegar donde deben, mediante un mundo fantástico, tipo musical de Broadway, donde cada ironía negra es una lágrima mal tragada.
4. GORILLAZ. DEMON DAYS. Entre harto invitado ( MF Doom, Shaun Ryder, De la Soul, Neneh Cherry ...), los monitos animados de Jamie Hewlett , con música orquestada por Damon Albarn (Blur) , y ahora la producción de Danger Mouse , regresaron más apocalípticos. Inquietante folk-disco-hip-hop-afro-pop-punk sin distorsión; melancolía sucia, paisajes y electro-beats siniestros, dubs espaciales y demás espesuras.
5. ANIMAL COLLECTIVE. FEELS. A decir de este cuarteto de Brooklyn, el amor sonriente es lo que generó este kaleidoscopio alucinógeno, en el que un collage borroso de sonidos coloridos hace las veces de una ristra de voces mágicas e instrumentos acústicos. Reverberación perenne, dulces y frenéticos sonidos tribales. Bucólica locura élfica.
6. ARCHITECTURE IN HELSINKI. In case we die. En caso de que muramos, mejor la pasamos bien, parece decir este octeto australiano entre voces infantiles y una actitud naïf, al crear un disco multifacético, juguetón y lleno de gozo por vivir. Sintes y grititos danzan en medio de un pop electro-creativo, sinfónico, con chispas que van del folk al krautrock. Chulo de bonito.
7. MY MORNING JACKET. Z. A la esencia country de Jim James , líder de esta banda de Kentucky, se le metió el espíritu de Pink Floyd, The Band y Neil Young , para ejecutar desde ese pasón en hongo momentos interestelares, destellos reggae, chiflidos silvestres, pianitos caladores, guitarras sicodélicas. Qué viaje.
8. ANTONY AND THE Johnsons. I am a bird now. Con voz tremenda, grave y tristísima, el neoyorquino Anthony Hegarty , andrógino y misterioso, con piano grosso y violines, hace un disco la mar de conmovedor. Entre duetos con Lou Reed, Devendra Banhart y Boy George se respira soledad e inmisericordia. Triunfante, verdadero.
9. ART BRUT. BANG bang rock and roll. Punkanrol londinense deschavetado, irónico, que se burla de los clichés del retro-post-punk, con matices a lo Wire y The Buzzcocks . Energético y divertido, Eddie Argos y compañía huye de lo in, para, sin quererlo, estar más in que los demás.
10. DUNGEN. TA DET lugnt. Pachecósmicos suecos que no se la toman a la ligera ("take it easy", sería el título en inglés) y se espantan el frío durísimo con un viajado rock jazzy-folkie clava-denso y progre-sicodélico. Todo un cosmos de cariz terso, poético y volador. Muuy hippie.
11. LIGHTNING BOLT. HYPERMAGIC mountain. Cercanos al noise experimental, un bajo y una batería taladrarán tu cabeza. Punk-core distor-frenético de ritmos inusuales y con chillidos ininteligibles. Desde Rhode Island, puro desquicie endemoniado. Increíble generar tanto ruido, tan bien hecho, entre dos humanos. Dinamita lúdica.
12. BLACK MOUNTAIN. BLACK Mountain. De Vancouver, finísimo blues-rock stoner de a voces melancolintensas hombre-mujer. Acido debut que mezcla la sicodelia de Love y Jefferson Airplane , y el azote de Velvet Underground , con toques progre-sintéticos, sin dejar de tener voz propia.
13. THE KILLS. NO wow. Dos guitarras puercas, un sampler y dos almas salvajes. Alison Mosshart , de Florida, suena a hermana de PJ Harvey ; Jamie Hince , inglés, es una cruza de Peter Murphy con Lou Reed en versión punk-blues. Explosividad claustrofóbica que estalla minimal y teatralmente. En su segunda entrega, se auto-rebasan... y cómo calan.