Condiciona fondos a promover la abstinencia
AL rechaza el chantaje de Bush sobre sida
Organizaciones de lucha contra el mal reprueban el criterio; exigen considerar evidencias científicas
En el contexto de una reunión de consulta regional sobre acceso universal a medicamentos y atención integral a enfermos de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), convocada por la Organización Panamericana de la Salud y el Grupo de Cooperación Técnica Horizontal, Jorge Saavedra, director del Centro Nacional para prevención y control del VIH/sida (Censida), anunció que se logró un acuerdo con la mayoría de los países latinoamericanos para que en sus programas estratégicos se especifique que la prevención del mal se debe basar en la evidencia científica.
Aunque para muchas personas este anuncio podría resultar de elemental lógica, su importancia estriba en que se contrapone diametralmente con intenciones y políticas de sectores republicanos de Estados Unidos de sólo otorgar ayuda para la lucha contra el sida a los países que basen sus programas en la promoción de la abstinencia y la fidelidad, estrategias que más bien tienen su base en posturas de origen religioso.
Esta contraposición quedó de manifiesto cuando Pedro Chequer, jefe del Programa Nacional de Sida de Brasil, señaló en conferencia de prensa, el pasado sábado: "la abstinencia no ha funcionado ni siquiera dentro de la Iglesia".
En los últimos años, el gobierno del presidente George W. Bush ha destinado fuertes sumas de dinero a países con grandes necesidades, con el fin de que promuevan la abstinencia sexual y la fidelidad para prevenir el incremento de la pandemia. Asimismo, las políticas de "ayuda" del gobierno estadunidense alientan la intervención de organizaciones religiosas.
Ese apoyo, por cierto cuestionado por grupos de lucha contra el sida, cuyo referente son los derechos sexuales y reproductivos desde una perspectiva de género, ha llegado al grado de que tanto el presidente de Uganda como su esposa se dediquen a dictar conferencias en el mundo promoviendo la abstinencia. Por supuesto, con gastos pagados con presupuesto del gobierno de Bush.
La consulta en Brasilia, a la que fueron convocados los jefes de programas nacionales de sida y representantes de la sociedad civil de los países latinoamericanos, tiene el objetivo de establecer nuevas metas para el acceso universal no sólo a los antirretrovirales, sino también a la atención médica integral, en la que se incluyan los estudios de laboratorio y los medicamentos contra infecciones oportunistas y, en especial, a la prevención.
Una propuesta llevada por México, que también fue aprobada, es que se estipule un instrumento común para la certificación del acceso universal a la atención médica integral en VIH/sida. Dicha certificación debería ser aplicada por una agencia internacional, como Onusida o la OMS.
Finalmente los países latinoamericanos se comprometieron a comenzar, antes de abril, procesos de consultas nacionales para definir los nuevos compromisos del país rumbo al logro de la meta de acceso universal a atención integral en VIH/sida para 2010.