La SRE reporta menos decesos porque cambió el manejo estadístico, denuncian ONG
En la era Fox-Bush, más de 2 mil migrantes han muerto en la frontera
Gobiernos de México y Estados Unidos no han hecho nada por evitar los fallecimientos
Más de 2 mil muertes de migrantes se han presentado desde que el 13 de enero de 2001 los presidentes de México y Estados Unidos, Vicente Fox y George W. Bush, se comprometieron en Guanajuato a "alcanzar acuerdos de corto y largo plazos" para atender el fenómeno de la migración. Al menos 500 de esos fallecimientos -cifra más elevada que la reportada oficialmente- ocurrieron el año pasado, señalaron la Coalición Pro Defensa del Migrante y California Rural Legal Assistance.
Ambas organizaciones denunciaron que las cifras reflejan que los gobiernos de México y Estados Unidos han hecho "poco o casi nada" para detener el número de personas que mueren en su intento por cruzar la frontera, pues cada año el número se incrementa.
Los 500 decesos ocurridos durante 2005 son aproximadamente 125 más que los presentados en 2004, según datos extraoficiales proporcionados por las organizaciones pro derechos de los migrantes. Desde 1995, año en que el gobierno de Estados Unidos puso en marcha el Operativo Guardián, sólo en 2000 se había estado cerca de dicha cifra.
Cabe señalar que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) únicamente ha reportado 441 muertos, incluyendo 127 no identificados (presuntamente mexicanos). Los grupos atribuyen la diferencia a un cambio en el manejo de las estadísticas oficiales. Puntualizan que anteriormente la cancillería contabilizaba a los migrantes cuyos restos mortales eran encontrados en territorio mexicano. Se trata, señalaron, de decenas de cadáveres que son arrastrados cada año por la corriente del río Bravo hacia el lado mexicano. Aparentemente la dependencia mexicana ha suspendido dicha práctica sin dar explicaciones, resaltaron.
Las organizaciones de apoyo a los migrantes insisten en que se contabilicen todas las muertes, sin importar en qué lado de la frontera se encuentren los cuerpos.
Oscar Escalada, de la Coalición Pro Defensa del Migrante, apuntó que "la contabilización se debe llevar a cabo de manera sistemática, año tras año; si no, no se podrá hacer una comparación útil".
Al respecto, en la primera mitad de 2005 el Grupo Beta atendió más de 50 casos de migrantes cuyos restos mortales fueron encontrados en territorio mexicano. Sin duda el número aumentó notoriamente en la segunda mitad del año, pero hasta la fecha no se ha podido confirmar.
El número tan elevado de casos no es de sorprender, explica Claudia Smith, directora de un proyecto fronterizo, pues el reforzamiento de la vigilancia en el área de Tucson ha provocado que muchos indocumentados "cambien el riesgo de morir por deshidratación en el desierto de Arizona por la posibilidad de fallecer ahogados en el río Bravo". Si se suman estos 50 casos a los decesos reportados por la cancillería, el total es de al menos 500.
Además, con la iniciativa antimigrante que se estudia en el Senado de Estados Unidos la perspectiva para 2006 es "francamente desalentadora". Por una parte, va en ascenso el número de mexicanos que parten hacia Estados Unidos y, por otra, la decisión de reforzar la vigilancia en la frontera, extendiendo la barda fronteriza, propiciará que los indocumentados busquen rutas aún más apartadas para cruzar sin ser detectados, lugares donde las posibilidades de ser rescatados son cada vez más escasas.
Según datos oficiales del gobierno mexicano, las cifras de migrantes muertos en los pasados cinco años son: 384 en 2001 (incluidos 113 no identificados); 413 en 2002 (contabilizando 101 no identificados); 431 en 2003 (computando 119 no identificados) y 373 en 2004 (incluyendo 101 no identificados).
No hay entidad de la República que no sea origen de al menos un migrante muerto. Según la cancillería, 96 de los 441 fallecimientos que se registraron en 2005 en territorio estadunidense ocurrieron en el área que abarca el Operativo Guardián (de San Diego a Yuma); 190 en la zona que comprende el Operativo Salvaguarda (el resto de Arizona) y 155 en el área que comprende el Operativo Río Grande (Texas). Un análisis de las estadísticas revela que 15 por ciento eran mujeres; el más joven tenía sólo 11 años y el mayor 64.