Debemos crear un mercado sin fronteras de distribución, asegura el nuevo titular del INCAA
"Necesario, un frente en AL contra la hegemonía cinematográfica"
Unir la fuerza de producción de México y Argentina para contrarrestar los embates de las grandes cadenas de distribución, objetivo de Jorge Alvarez
Tres coproducciones de ambos países, casi concretadas, asegura
Crear un frente común en América Latina (AL) de producción, distribución y exhibición de nuestra cinematografía es lo que busca el nuevo titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina (INCAA), Jorge Alvarez, quien adelantó que tres proyectos nacionales de coproducción argentina y mexicana están por recibir los apoyos oficiales de su instituto. Otros cinco proyectos más siguen en pláticas para conseguir los apoyos.
En entrevista telefónica, Alvarez, quien esta semana será nombrado oficialmente por el presidente de Argentina Ernesto Kirchner en sustitución de otro incansable promotor del cine argentino, Jorge Coscia, aseguró que los proyectos de coproducción se dieron en el contexto del Primer Festival de Cine Argentino en México el año pasado, y esperan que surjan otros más en el encuentro de cine mexicano que se realizará en abril próximo en Buenos Aires, al que asistirán productores y directores de ambos países en pleno intercambio cinematográfico.
Tradición latinoamericana
Como resultado de la llamada primera ronda de negocios argentino-mexicana, las productoras involucradas son: Lemon Films, Warner Bros. México, Magenties Producciones, y Fidecine (Fideicomiso del Instituto Mexicano de Cinematografía); mientras por Argentina están: Raíces Producciones, Travesia Producciones SA, Karma Films y el INCAA. También se están afianzando negociaciones para la distribución de películas entre ambos países.
"Tres de los proyectos están prácticamente cerrados, firmados y listos para presentarse al instituto de cine para apoyo y crédito oficiales del gobierno argentino. Es fuerte la semejanza en cuanto a producción del cine mexicano y argentino. La tradición más fuerte en Latinoamérica la tienen México y Argentina, y si podemos unir las fuerzas de producción se puede generar un nexo fuerte. En Europa hay dinero para invertir, pero los europeos vienen a América a buscar guiones, historias... y cómo contarlas, y a los argentinos y mexicanos nos sobran.
Alvarez insiste en la creación de un bloque en la región: "Hay que crear un frente por la defensa de nuestras cinematografías y no sólo con el producto terminado. Tenemos que crear un mercado sin fronteras de distribución, que es una maquinaria muy poco aceitada, ya que la cinematografía hegemónica tiende a imponernos condiciones de distribución por la teoría de dividir para reinar, lo cual en el cine se cumple. Las grandes cadenas de distribución tratan de anular todo el producto nacional".
Agrega: "Sólo hay que imaginar la fuerza de producción de nuestros países juntos. Nuestro camino es producir más, mejorar los canales de distribución y abrir una buena relación con la exhibición sin olvidar que somos latinoamericanos y que sí nos podemos asociar. Autoridades del cine de Colombia y de Venezuela me han propuesto juntar a los productores en diferentes festivales para encontrar mecanismos de ayuda mutua".
-¿Cuáles son las obligaciones de los gobiernos de esos países?
-El Estado no sólo tiene que producir sino mantener reglas claras del juego. Tiene que generar los incentivos básicos para una industria que necesita el fomento, el subsidio, el apoyo. El gobierno tiene que saber de qué lado está.
Defensa cultural
Y explica: "Ha sido una lucha personal y generacional en mi país por la defensa de los valores culturales. Es una lucha que tenemos en todo el continente. La defensa cultural es la defensa a la esencia nacional; puede haber carencia en unas áreas del gobierno, pero si no tienes suficientemente protegidos los valores de un pueblo es muy fácil ser dominados. El cine es el vehículo por el cual se transmiten nuestras imágenes. El ex presidente del instituto de cine, Jorge Coscia, dijo que un país sin cine es como una casa sin espejos, es el lugar donde se refugia uno mismo; si nuestros pueblos sólo consumen cine y no lo hacen, se pueden esfumar idiomas, costumbres, tradiciones. Si somos sujetos activos de cine, además de consumir lo nuestro tenemos la posibilidad de mostrar cómo somos. Latinoamérica es muy rica y por lo tanto los gobiernos deben mantener reglas claras del juego".
Pero afirma el nuevo presidente que se trata de hacer un cine de calidad que busque el apoyo del público y de su gobierno. "Hay que ver la política de fomento que tiene Brasil; tiene leyes de incentivos cinematográficos sobre reducción de impuestos para quienes inviertan en la cultura y el cine en particular. Estamos trabajando para lograr ese consenso".