Nuera, ex secretaria y albacea del ex dictador también están bajo arresto domiciliario
Procesan a la esposa y los 5 hijos de Augusto Pinochet por evasión fiscal
La Corte de Apelaciones de Santiago prevé revisar el expediente del clan este martes
Santiago, 23 de enero. En uno de los momentos más bochornosos para la familia del ex dictador Augusto Pinochet, desde que dejó el poder en 1990, un juez chileno puso hoy bajo arresto domiciliario a su esposa Lucía Hiriart, a sus cinco hijos, a una nuera, a su ex secretaria personal y a su ex albacea, acusados de declaraciones tributarias "maliciosamente incompletas" y falsificación de documentos oficiales.
Los cargos fueron fincados tras la investigación del juez Carlos Cerda sobre el "caso Riggs", las millonarias cuentas bancarias que Pinochet manejó en bancos extranjeros, con montos que suman unos 27 millones de dólares.
Uno a uno, los miembros de la familia Pinochet fueron notificados en su residencia de la Dehesa -zona exclusiva en el este de la capital- por la secretaria de la Corte de Apelaciones, Silvia Papa.
Lucía Hiriart y sus hijos Lucía, Verónica, Jacqueline y Marco Antonio fueron procesados por evasión fiscal de 3 mil 500 millones de pesos (6 millones 700 mil dólares).
Soledad Olave, esposa del hijo menor del ex dictador, Marco Antonio; el ex albacea Oscar Aitken y la secretaria personal del militar retirado, Mónica Ananías, también quedaron detenidos por realizar declaraciones tributarias incompletas.
Otra orden de arresto fue enviada a Erika Stemann Parrao, funcionaria del registro civil de Santiago y jefa de la Sección de Pasaportes y Extranjería, entre 1982 y 1990, por entregar documentos falsificados.
A diferencia del resto del clan, el hijo mayor de Pinochet, Augusto, fue encausado por falsificación de pasaportes, aunque quedó en libertad la tarde de este lunes, tras depositar una fianza de 188 dólares.
El juez Cerda otorgó a todos libertad provisional, previo pago de una caución y de la consulta a la Corte de Apelaciones de Santiago, que este martes tiene previsto revisar el expediente del clan.
"La investigación se ha traducido en resoluciones con bastantes diligencias, (algo) a lo que no estábamos acostumbrados", dijo el abogado del Servicio de Impuestos Internos, Rodrigo Véliz.
La movilización de funcionarios judiciales en la Dehesa atrajo desde las primeras horas de la mañana la atención de la prensa de Santiago.
Pinochet, de 90 años, es procesado por cuatro delitos económicos, homicidio, secuestro y tortura de disidentes políticos de la dictadura (1973-1990).
Las notificaciones judiciales, las órdenes de desafuero y los avisos de arresto domiciliario se han sucedido uno tras otro desde hace varios meses, pero sólo hasta hoy, la familia y sus principales allegados reciben en conjunto un fallo de tribunales.
"Entre 2000 y 2005, Lucía Hiriart realizó inversiones de origen desconocido que produjeron un perjuicio fiscal de un millón 500 mil pesos y durante el mismo periodo omitió declarar inversiones en el exterior y en el país, lo que totalizaba hasta diciembre de 2005, 449 millones 300 mil pesos", señaló el juez Cerda en el informe que acompañó las órdenes de arresto.
Desde que Pinochet dejó el poder, la familia ha estado inmersa en distintos conflictos y en casos de tráfico de influencias.
Augusto Pinochet Hiriart, capitán egresado de la Escuela Militar, es el que mayores problemas ha tenido con la ley. En 1990 fue investigado por una comisión del poder legislativo, después de que vendió al ejército -en ese entonces bajo el mando de su padre- una fábrica de fusiles, en 3 millones de dólares.
La pesquisa fue paralizada en 1995, cuando el gobierno de Eduardo Frei (preisdente democristiano de 1994 y 2000) invocó "razones de Estado" para no llevar a los tribunales al primogénito.
Diez años después, en 2004, Augusto Pinochet Hiriart fue condenado a 541 días de cárcel por su implicación en operaciones de compra y venta de automóviles robados y posesión ilegal de armas.
La hija mayor del matrimonio que ya dura 62 años, es Lucía, que durante los años del régimen castrense administró una correduría de seguros. Le siguen Verónica, la menos conocida de los hijos del matrimonio, y Jacqueline, de quien los allegados a la familia dicen que es la consentida del padre, al igual que sus nueve hijos, surgidos de tres matrimonios distintos, en un país donde el divorcio fue apenas legalizado en 2004.
El hijo menor, Marco Antonio, vocero del clan, y su madre Lucía Hiriart, fueron procesados en el último año como cómplices en el manejo de las cuentas bancarias de Pinochet en el banco Riggs de Estados Unidos.
Las frecuentes peleas entre los hermanos han trascendido a la prensa chilena desde que se aproximaba el final de la dictadura en marzo de 1990.
En 2003, todos los hermanos Pinochet Hiriart se enfrentaron con Jacqueline, después de que convenció a su padre de dar una entrevista a una cadena de televisión estadunidense, de habla hispana, que a la larga propició el procesamiento del ex dictador por los crímenes de la Operación Cóndor.
El último enfrentamiento ocurrió entre los dos hijos varones, que se acusaron mutuamente en tribunales, cuando debían aclarar el uso de pasaportes falsos, en el marco del caso Riggs. Marco Antonio pidió inclusive un careo con su hermano Augusto, para demostrar que no fue el único que utilizó nombres falsos para encubrir los fondos millonarios.