El Correo Ilustrado
Aclara información sobre las Afore
Señora directora: El día de hoy aparece en la sección Economía, bajo el encabezado: "Utilidades por más $4 mil millones para las Afore en 2005", un texto periodístico que omite información crucial sobre cómo funciona el Sistema de Ahorro para el Retiro y cuáles son los beneficios del sistema para los trabajadores. Me permito señalar dos aspectos relevantes:
1. Como se ha reiterado en diversas ocasiones, una cuenta inactiva en una Afore es una cuenta que no recibe aportaciones pues se trata de un trabajador que no está cotizando en el IMSS. No obstante la inactividad de la cuenta, ésta conserva exactamente los mismos beneficios que los de una cuenta activa: rendimientos, estados de cuenta y servicios.
2. La nota señala lo contrario al indicar que para un trabajador inactivo "se desconoce si alguna vez podrán hacerse efectivas sus aportaciones". Esta afirmación es incorrecta. Me permito recordar a su amplio público que fue justamente en el anterior sistema de pensiones (el que prevaleció hasta 1997), cuando el ahorro de un trabajador inactivo no podía hacerse efectivo al no estar individualizado, por lo que el ahorro de este tipo de trabajadores se perdía; en el actual sistema de pensiones, el ahorro, gracias a la individualización y a los altos rendimientos que generan las Afore, se acumula en una cuenta propiedad exclusiva del trabajador, y al cumplir con la edad de retiro, podrá recuperarse.
La nota hace alusión a que "los rendimientos de lo ahorrado... aún no suenan en los bolsillos de quienes lo aportan". Resulta llamativo que los reporteros hayan omitido que del saldo total de recursos que administran hoy las Afore -poco más de $577 mil millones-, $146 mil 399 millones son producto de los rendimientos netos generados por las Afore, cifra que ya descuenta las comisiones cobradas.
Tan sólo en 2005, periodo en el que se centra la información de la nota, las Afore generaron para los trabajadores la extraordinaria cifra de $43 mil 106 millones de rendimientos netos de comisiones, el monto más alto desde que inició el sistema. Para poner un ejemplo: un trabajador promedio del sistema, de cada 100 pesos que tiene ahorrado hoy en su Afore, entre 70 y 75 pesos corresponden a las aportaciones tripartitas, mientras entre 25 y 30 (de esos 100) pesos son de rendimientos.
En el futuro, gracias a los altos rendimientos y al efecto multiplicador que tienen éstos sobre el ahorro, se estima que un trabajador promedio al final de su vida laboral, de cada 100 pesos acumulados en su cuenta, habrá sumado entre 55 y 60 pesos exclusivamente de rendimientos, y el resto, entre 40 y 45 pesos, serán resultado de las aportaciones tripartitas.
La oportunidad de obtener elevados rendimientos es precisamente el gran éxito -y la gran diferencia- de este sistema de pensiones respecto al de antes del 97.
Carlos Ramírez Fuentes, Consar
Respuesta de reporteros Señora directora: Aprovechamos la ocasión que nos brinda la carta enviada por Carlos Ramírez Fuentes, director general adjunto de Difusión y Enlace Institucional de la Consar, para reiterar que "los rendimientos del dinero de las Afore aún no suenan en los bolsillos de quienes lo aportan", y también que "se desconoce si alguna vez podrán hacerse efectivas sus aportaciones". Sobre todo porque en la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), sólo entre enero y agosto de 2005 tuvieron que atenderse 177 mil 449 consultas y asistencias técnicas y jurídicas de la población, relacionadas directamente con el Sistema de Ahorro para el Retiro. Esto es, 64.7 por ciento del total de las atenciones brindadas a los usuarios por la Condusef en ese periodo.
La carta nos genera varias preguntas. En el boletín 01/06, del 17 de enero de 2006, el organismo informó que "en 2005, el saldo total de los recursos que invirtieron las Afore creció en $107 mil millones, 23 por ciento respecto al cierre de 2004. El crecimiento significativo del saldo total se explica por la generación de poco más de 30 mil millones de rendimientos netos de comisiones". En su carta, el director general adjunto de Difusión de la Consar afirma que "las Afore generaron para los trabajadores la extraordinaria cifra de $43 mil 106 millones de rendimientos netos de comisiones".
El rendimiento neto de comisiones de 2005 se elevó en $13 mil 106 millones entre la información del 17 de enero y la carta fechada el 23 de enero, ambas de la misma fuente oficial. La diferencia es de 43.7 por ciento. ¿A eso se refería la Consar cuando informó que "el crecimiento significativo del saldo total se explica por la generación de poco más de $30 mil millones?" (las cursivas son nuestras). Creemos que sería útil para los trabajadores saber el número, montos y evolución en sí de las cuentas inactivas del SAR.
Juan A. Zúñiga y Víctor Cardoso, reporteros
Inconforma crónica del concierto de música judia Señora directora: Más que dirigirme al señor Pablo Espinosa, lo hago a quienes leyeron su personal descripción del 19 de enero sobre el concierto celebrado en Bellas Artes al que se refiere como festival de música judía. Señor Espinosa, parece que usted asistió a un espectáculo distinto al ocurrido.
Califica contundentemente, al público asistente de ignorantes y prepotentes, características naturales de los dueños del dinero. Narra el arribo de camionetas blindadas, de un ejército de guaruras y miradas de reojo hacia quienes presenciaron la función afuera del recinto, pese al intenso frío de la noche. Asevera que las localidades se agotaron de antemano para los poderosos e invitados. Se refiere el constante sonar de celulares, de zapatillas hiriendo la duela, de pláticas de sociedad entre butacas y el desprecio de los adinerados hacia la música. Enfatiza el grosero comportamiento de los ricos, pero que sólo lo son por tener dinero, ya que lo único que tienen son chequeras. Habla de toses, de pláticas de falsa societé y otros desplantes.
Señor Espinosa, le aseguro que la cultura y conducta del público asistente están al nivel de los espectadores que acuden a esos actos. El número de autos y guaruras fue mínimo, y quienes voltearon hacia las gradas instaladas fuera del teatro lo hicieron por curiosidad y agrado de compartir el acto, de ninguna forma por petulancia. Las localidades para este concierto se agotaron de antemano ¿y? Sólo usted escuchó celulares sonar en la función. Su mala leche lo delata ¿quién le va a creer que las señoras hirieron la duela con sus zapatillas?
Señor Epinosa, enfatiza usted el desprecio de los adinerados -¿todos los son?, ¿y si lo fueran?- a la música. Revise usted la historia de la cultura judía en relación a las artes. Machaca usted generalizando la condición de un público de ricos ignorantes y groseros. Comentarios imbéciles sin sustento.
Más que crítico de arte es usted un burdo y barato antisemita que consumió más tinta en mostrar su fobia y desviaciones mentales que en reseñar el acto musical.
José Rubinstein
Ofrece disculpas Señora directora: No hay en el texto referido intención de ofender a nadie. Ofrezco sinceras disculpas si la presentación del texto da pie a interpretaciones que no están en el espíritu de ese trabajo periodístico.
Pablo Espinosa