Exige Garza a México tomar en serio la violencia
En embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza, instó al gobierno de México a "tomar en serio" el aumento de la violencia en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y destacó que la tasa de asesinatos en esa localidad se "disparó" durante enero, ya que hasta este miércoles se reportan 20 homicidios.
En una nota diplomática, Garza solicitó una investigación "exhaustiva" sobre el incidente del pasado 23 de enero en Texas, donde "individuos vestidos con uniformes y portando armas de uso militar, a bordo de vehículos del Ejército, aparentemente intervinieron para evitar que un cargamento de droga fuera interceptado por autoridades estadunidenses que operaban conforme a la ley en territorio de Estados Unidos".
Garza afirmó: "El envío de la nota diplomática se debe a que este incidente es un indicador del peligro que enfrentan nuestras autoridades judiciales cada día a lo largo de la frontera".
Agregó que en semanas recientes la violencia en la región fronteriza se incrementó "notablemente", por lo que informó que en breve presentará una segunda nota para expresar la preocupación de Estados Unidos sobre la situación de Nuevo Laredo "y varios incidentes en los que agentes de la Patrulla Fronteriza han sido atacados en la frontera".
Garza reportó que del 28 de diciembre de 2005 al 24 de enero la Patrulla Fronteriza en Laredo, Texas, "registró cuatro incidentes diferentes en los que nuestros agentes sufrieron ataques con arma de fuego desde el otro lado del río Bravo", a lo que se suma un tiroteo el pasado 23 de enero en el centro de Nuevo Laredo, "derivado de las batallas callejeras que plagaron esa ciudad el año pasado, y que me orillaron a tomar la difícil decisión de cerrar nuestro consulado allí".
Agregó que en el pasado existió una tendencia a enfocarse en las relaciones públicas "en lugar de la seguridad pública", y señaló que el flujo continuo de migrantes indocumentados desde México, los "crecientes ataques" contra oficiales estadunidenses desde la frontera mexicana y "la retórica pública" que califica sus esfuerzos por controlar la frontera de "racistas", sólo dañan los esfuerzos de quienes buscan soluciones viables en la región.