Usted está aquí: viernes 27 de enero de 2006 Política Descuido y autodefensa apresurada

Confirmada, la propiedad del negocio Angeles, Flores y Regalos

Descuido y autodefensa apresurada

ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ

El descuido de Manuel Bribiesca Sahagún confirmó que es propietario de la empresa Angeles, Flores y Regalos -concesionaria de farmacias y florerías en el Grupo Angeles, de Olegario Vázquez Raña-, como informó este diario hace dos semanas. El texto de una carta abierta dirigida a la opinión pública y enviada vía fax a La Jornada, contiene en su parte superior el nombre de la razón social del remitente y el teléfono de la tienda en el hospital de León.

Bribiesca tomó como referente definitivo el informe preliminar del lunes pasado, que elaboró el despacho Escobar, para dar por vez primera al público su versión de los hechos. No esperó la segunda versión del análisis de los consultores -que sí revela irregularidades- para emitir su autodefensa.

Su carta dice textualmente:

''La firma auditora Escobar, Consulting & Associates, SC, contratada por una comisión especial de la Cámara de Diputados para investigar mis actividades empresariales, ha concluido y entregado sus trabajos. Luego de revisar los resultados de dicha auditoría, difundidos a través de algunos medios de comunicación, se confirma lo que en todo momento fue evidente: la ausencia de elementos para sostener las acusaciones falsas que durante meses se formularon en mi contra.

''Sigo convencido que detrás de esta intriga y de la intensa campaña de desprestigio que conllevó existen intenciones políticas que son totalmente ajenas a la búsqueda de la verdad. Asumo que estos hechos sólo se explican como una lamentable consecuencia de que en la vida pública de nuestro país aún existen quienes pretenden obtener un lucro político a costa del escándalo y la calumnia, actuando al margen de los procedimientos y las instituciones que establece la ley.

''Por ello, quiero expresar mi dolor e indignación por la manera en que fui afectado junto con mis seres queridos. Las acusaciones nunca tuvieron más fundamento que invenciones, engaños, testimonios interesados, versiones anónimas o simples suposiciones. El daño a mi imagen, honorabilidad y reputación está hecho. Por el momento, no formularé ninguna declaración adicional y me abocaré a trabajar para revertir el perjuicio causado. Sólo espero que los integrantes de dicha comisión se conduzcan con responsabilidad y apego a la realidad para que pongan, de una vez por todas, punto final a esta afrenta.''

 
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