"El sí hace de la violencia tema de relaciones públicas"
Mediático y estridente, el discurso de Garza: SRE
Responde a EU con una carta y una nota diplomática
Exige avance en pesquisa sobre el migrante ultimado
Ampliar la imagen El titular de la SRE, Luis Ernesto Derbez, ayer durante una conferencia de prensa Foto: Marco Peláez
Con una nota diplomática y una carta entregada al Departamento de Estado estadunidense el gobierno de México respondió a los cuestionamientos públicos del embajador Antonio Garza en torno a la inseguridad fronteriza a causa del narcotráfico. En las misivas rechaza de forma tajante la participación de militares mexicanos en los actos del pasado lunes en la frontera con Texas y ratifica los esfuerzos en la lucha contra el trasiego de estupefacientes.
El gobierno aprovechó la oportunidad para demandar a Estados Unidos "de manera más firme" un informe sobre las investigaciones de la muerte del migrante Guillermo Martínez, baleado por un agente de la Patrulla Fronteriza, pues hasta el momento no se ha reportado avance.
En conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Ernesto Derbez, se mostró molesto por las expresiones de Garza, quien, dijo, no ha recurrido a los canales diplomáticos y él sí ha hecho de estos sucesos un tema de "relaciones públicas" al ventilarlos primero en la prensa.
Exhortó al diplomático a dejar de lado su "discurso mediático", que en nada contribuye a la solución de fondo de los problemas que enfrenta la relación de ambos países, como tampoco lo hacen las declaraciones "estridentes" que sólo tienen como objetivo la "galería" y satisfacer los intereses de unos cuantos grupos.
"Espero que él aplique su propia recomendación", relativa a no ventilar las cosas en los medios de información, pues es hacer un poco de espectáculo para el auditorio, expresó Derbez. Sin embargo, negó que Garza sea un embajador incómodo o una persona non grata para el gobierno mexicano.
Informó que la carta fue entregada ayer por el embajador de México en Washington, Carlos de Icaza, a la secretaria del Departamento de Estado, Condoleezza Rice, porque "no es un diálogo con el embajador Garza, sino con el gobierno de Estados Unidos".
A diferencia del vecino país, dijo que México sí recurrirá a los canales diplomáticos y primero entregará la nota de cobertura al Departamento de Estado "para discutir el tema como debe ser". Estos son los canales oficiales de comunicación entre estados y gobiernos, insistió.
La víspera, Garza, al hacer pública una nota diplomática enviada por Washington, instó al gobierno mexicano a "tomar en serio" el aumento de la violencia en la frontera y le reprochó dedicarse a atender más las "relaciones públicas".
Además, exigió una investigación profunda sobre los hechos ocurridos el lunes pasado en Hundspeth, Texas, donde individuos con uniformes y armas, a bordo de vehículos aparentemente del Ejército Mexicano, intervinieron para impedir que un cargamento de droga fuera interceptado por policías de Estados Unidos.
Derbez argumentó que ni siquiera está acreditada la nacionalidad de estos sujetos. Lo que sí está claro, agregó, es que es "imposible" que se trate de militares mexicanos, según las investigaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional. "Lo único que han dicho las autoridades de Estados Unidos es que vieron a, y etcétera, de modo que no se puede comprobar; que yo sepa no se sentaron a platicar con ellos a ver qué nacionalidad tenían."
Derbez recordó una notificación del Departamento de Justicia de ese país, del 12 de mayo pasado, en la que se da cuenta que una investigación de la Oficina Federal de Investigación (FBI) demostró que elementos del Pentágono sí participaron en protección de personas que estaban introduciendo drogas a su país.
"Es decir, así como esto se da y como está documentado por el gobierno estadunidense en 2005, es muy probable que algo de eso pudiera haber en realidad, que fueran miembros de algunos grupos de ellos disfrazados de soldados mexicanos y con vehículos Humvees que parecen mexicanos", planteó Derbez.
Asimismo, rechazó que lo ocurrido en Texas sea una acción orquestada por Estados Unidos en momentos en que está por iniciarse la discusión de la reforma migratoria en el Senado de ese país.
Empero, reconoció que todos estos hechos sí complican el proceso de reforma porque "distraen" la atención de lo que es esencial y "meten ruido" en el debate. Al mismo tiempo, dijo, permite al gobierno mexicano y a las organizaciones en favor de un acuerdo migratorio enfocar su trabajo en lo que es relevante o puede ser positivo para los indocumentados que ya se encuentran en Estados Unidos.