El Tratado de Tlatelolco en 2006
No es posible desestimar la invaluable contribución a la paz mundial y a nuestra seguridad nacional del Tratado de Tlatelolco cuando Irán pone al Medio Oriente al borde de una crisis nuclear. Fue el primer tratado en el ámbito universal para la proscripción de armas nucleares. El tratado promovido por México y abierto a la firma el 14 de febrero de l967, siendo presidente Adolfo López Mateos, fue signado por Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela1. Fue muy lenta la adhesión del resto de los países americanos y no fue suscrito inicialmente por Cuba.
En aquel momento la Organización de Naciones Unidas (ONU) "pidió a todos los estados que presten su plena cooperación a fin de que el estatuto definido en el tratado reciba la observancia universal".
Como consecuencia, ya se ha adherido Cuba y se ha establecido la condición de estados vinculados para Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Países Bajos, República Popular China y la Federación Rusa. Estas partes se comprometen a respetar el régimen desnuclearizado en espacios geográficos que les sean extraterritoriales2.
El tratado proscribe la fabricación, la recepción, el almacenamiento y el empleo de armamento atómico, así como la realización de pruebas nucleares. Con el fin de que el tratado se cumpliera se creó un organismo internacional denominado Organismo para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina, que sesiona cada dos años. Hoy son países miembros propiamente toda América, y para México es una de las grandes victorias de su política exterior tan vilipendiada en sus valores y olvidada en sus grandes méritos por la presente administración.
La próxima celebración, en un año, de los 40 años de existencia del tratado y la crisis actual provocada por Irán obligan a reflexionar sobre varios puntos de vista. El primero y sustantivo: ése era el nivel de nuestra política exterior en el que descansaba nuestra voz y nuestro prestigio en el mundo, más:
a) En el mundo árabe se ve con malos ojos que se haya permitido a Israel permanecer fuera del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT) -firmado en 1968 por la gran mayoría de los 200 países que hoy conforman a la ONU- y desarrollar un programa supuestamente pacífico.
b) Consecuentemente considera el mundo islamita que Irán tiene el derecho legítimo de estar a la par con Israel y así balancear el desequilibrio en la zona en materia de poderío militar.
c) Esta postura musulmana no es unánime, ya que hay una especie de malestar debido a que Teherán se posicione como el actor con mayores recursos estratégicos en la región y se temen los desplantes diplomáticos de su presidente, Mahmoud Ahmadinejad, quien despierta más recelos que confianza en los líderes árabes.
d) El problema ha sido llevado a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de la ONU y ha brotado una falta de consenso sobre si debe elevarse el caso al Consejo de Seguridad y aplicar sanciones. Rusia y China prefieren continuar el dialogo sobre las sanciones que promueven casi unánimemente el resto de los miembros permanentes de dicho consejo.
e) La AIEA había sellado oficialmente todos los equipos para enriquecer uranio como un detente, sellos que fueron violados por el gobierno iraní.
f) Irán produce 5 por ciento del crudo del mundo, casi 4 millones de barriles diarios, por lo que en caso de alguna modificación en su producción sería muy difícil para la Organización de Países Exportadores de Petróleo compensar la falta de suministro.
g) Para agravar la situación del petróleo, los ataques contra plataformas petrolíferas en el delta del Níger (Nigeria) y el temor a que el Consejo de Seguridad de ONU imponga sanciones a Irán, impulsa el precio del crudo, que ha estado altísimo todo 2005 y llega más allá de 65 dólares a mediados de enero.
Extractadamente, que hay decenas, se ofrecen algunas posibles conclusiones:
1) La conclusión universal pareciera ser que la actitud beligerante de Irán, la inestabilidad en Irak, la situación de Siria, la ausencia de Ariel Sharon y la intolerancia de ciertos países liderados por Estados Unidos, que promueven una sanción para Irán, por decir lo menos, podrían involucrar a Medio Oriente en una grave crisis militar, y
2) Si a la posible reducción del aporte de petróleo de Irán se agrega la de Nigeria, que contribuye con 2.5 por ciento, se producirán los efectos universales de un alza de precios de resultados incalculables sobre los países altamente industrializados y con ello se irá a consecuencias universales.
3) La conclusión nacional para vincular a Irán con el Tratado de Tlatelolco es destacar la enorme importancia de éste, que sin duda fue fuente de estímulo para que la ONU desarrollara un año después el NPT, de supuesta vigencia universal, pero que hoy está siendo quebrantado ruidosamente por Irán y calladamente por Israel. Tal era el peso de nuestra presencia en el concierto internacional.
4) La guerra en Afganistán, sin resolverse del todo; la de Irak, y ahora Irán, en las que están presentes materiales nucleares, tienen efecto sobre el Tratado de Tlatelolco en el sentido abstracto, porque niegan su filosofía, pero en la práctica porque lo violan y ponen en peligro la seguridad regional de América Latina y el Caribe por un hecho: todas las proscripciones que contiene están en duda si Estados Unidos siente que nuestro territorio o la región son punto de origen de agresiones o la vía para producirlas y reaccionan transportando y almacenando armas nucleares en la zona. Habría que recordar las inacabables discusiones en Tlatelolco y Washington sobre el Canal de Panamá como punto de paso de material nuclear.
5) México hoy territorialmente está sujeto al poderío (incluido el nuclear) del Comando del Norte de Estados Unidos, establecido en abril de 2002, que incorpora todo nuestro territorio, Centroamérica y después agrega el Golfo de México y las Antillas Menores (www.northcom.mil).
El gobierno de Fox nunca ha aceptado que forzado por Estados Unidos nuestro territorio forma parte del esquema de seguridad nacional de ese país desde la creación del Departamento de Seguridad Interior y de la distribución de responsabilidades militares, entre ellas las nucleares. Por ende, el Tratado de Tlatelolco podría hacerse nugatorio de alguna manera, asunto que la propia Secretaría de Relaciones Exteriores o algún experto debería explicitar.
1 Enciclopedia Mundial de Relaciones Internacionales y Naciones Unidas, FCE
2 Obra citada en 1.