Estreno latinoamericano de su Concierto a Celedonio, el domingo en Bellas Artes

Diemecke: sólo es compositor quien trasciende el cedazo del tiempo

La obra forma parte de la gala inaugural de la temporada 2006 de la Sinfónica Nacional

Recomienda que los directores de orquesta incursionen en el campo de la composición

ANGEL VARGAS

La de compositor es una faceta poco conocida de Enrique Arturo Diemecke, titular de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) desde hace 16 años. Quizá porque su producción es todavía muy escasa, pero principalmente porque él no se asume como tal.

''No me considero compositor ni digo que lo soy. Para sentirme tal, siempre he pensado que hay que morirse primero. Es como los grandes pintores y escritores: hasta que mueren, sus obras se convierten en inmortales y entonces logran el estatus de grandes artistas", explica.

''¡Claro que pueden llegar algunos reconocimientos en vida!, pero sólo se es compositor, en la extensión del término, cuando la música de uno trasciende el cedazo del tiempo."

Tales consideraciones del músico guanajuatense -director asimismo de agrupaciones en Estados Unidos, Francia y Argentina-, tienen su origen en el estreno en Latinoamérica de su Concierto a Celedonio, como parte de la gala con la que la OSN inaugurará este domingo su temporada 2006, en el Palacio de Bellas Artes, a las 12:15 horas.

Admiración por Mahler

Diemecke aclara, en entrevista, que su acercamiento con la composición se dio primero al orquestar algunas de las obras que debía interpretar, para poner su sello personal. Poco a poco, comenta, comenzó a desarrollar más ideas originales, como una forma de expresión, pero también para lograr mayor entendimiento de otros compositores y así desarrollar de mejor manera su trabajo de director.

''La composición me ha enseñado a entender todavía más a los compositores que interpreto, porque me hace verlos desde una perspectiva distinta. No porque sea yo un colega, porque no lo soy, reitero, sino porque de esa manera puedo comprender mejor el sentido de un do, de una corchea, de un silencio", indica.

''Componer me ha convertido, pues, en mejor intérprete, que es lo que busco; como director, soy intérprete. Es lo que he buscado y así me ha resultado."

Mahler es el principal modelo que Diemecke sigue para desarrollar su escritura musical, según dice: ''Siempre lo he admirado y mi trabajo toma mucho de la forma en que él utiliza la orquesta como instrumento; es un virtuoso de la orquesta. Es un compositor que escribió para que el director se luciera, como un virtuoso, como lo hace un violinista o un pianista en un concierto".

De acuerdo con Diemecke, es muy importante que los directores de orquesta se atrevan a incursionar en el campo de la composición, y viceversa en el caso de los compositores, para ampliar experiencias y sacar mayor provecho a sus quehaceres.

De su Concierto Celedonio, cuenta que es un encargo realizado por la Orquesta de Long Beach, que se estrenó el año pasado en esa ciudad estadunidense con la misma agrupación y con la actuación del guitarrista Pepe Romero como solista, quien también lo interpretará en Bellas Artes.

Es una pieza escrita en honor del desaparecido guitarrista español Celedonio Romero, que consta de tres movimientos: el primero, intitulado Asceledonio uno, en un juego de palabras que indica tiempo acelerado, es de corte minimalista, con aires de flamenco; el segundo es un movimiento lento, cantabile, en el que Diemecke alude un día en la Alhambra, y el tercero recupera ese aire acelerado, con elementos también de flamenco, pero destaca un homenaje que el autor hace a Silvestre Revueltas mediante ciertos aspectos del Sensemayá.