Usted está aquí: viernes 27 de enero de 2006 Espectáculos "Me gustan las películas con las que no todos están de acuerdo": Gilliam

El director de Tideland, invitado al festival cinematográfico de la ciudad de México

"Me gustan las películas con las que no todos están de acuerdo": Gilliam

En sus propias palabras, en la cinta explora el universo rebelde de un niño y el resultado de su búsqueda

JORGE CABALLERO

Ampliar la imagen Fotograma de la película del cineasta estadunidense Terry Gilliam, donde aparece la actriz Jennifer Tilly

En entrevista telefónica el cineasta estadunidense Terry Gilliam habló sobre su trabajo cinematográfico; la falibilidad de la ciencia, de la cual siempre ha sido crítico en su obra; el placer que le causa ver los triunfos de la izquierda en Latinoamérica; de su próximo proyecto que rodará en Chihuahua (Anything Billy), de lo que le dejó su amistad con Hunter S. Thompson y de sus problemas con la industria hollywoodense. La charla con Gilliam se efectuó a propósito de la presentación de su más reciente película, Tideland, en el tercer Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México.

El ex integrante de la compañía Monty Python inició comentando que Tideland fue presentada en el pasado festival de San Sebastián, donde dijo que le público sajón no entendió su cinta: "No dije exactamente eso, me gustan las películas con las que no todos están de acuerdo necesariamente. Lo que pasó con Tideland fue que dividió al público; algunos la amaron y otros la detestaron, pero eso me gustó. No que fueran ignorantes los que abandonaron la proyección en San Sebastián".

Luego, haciendo gala de su humor y autoescarnio, mencionó que en Tideland estaba explorando el universo rebelde de un niño y qué era lo que sucedía con la búsqueda de este niño... "Lo que descubrí es que después de 64 años yo podía jugar con muñecas, supe que dentro de mí había una pequeña niña".

Considerado uno de los cinerralizadores contemporáneos que más explora/combina fantasía y realidad, dijo: "Eso es exactamente por lo cual que hago cine, para explorar este conflicto entre la realidad y la fantasía, con el objetivo de encontrar respuestas para mí".

Como creador, también mencionó que le interesa la realidad política: "Odio la situación política de Estados Unidos hacia el mundo, me siento un poco responsable y por eso vivo en Inglaterra, en general no me siento cómodo con la política exterior de George W. Bush. Se está viviendo un momento interesante en Estados Unidos; es muy poderoso pero está atemorizado porque China e India están ganando mucho poder económico, y en la parte de Latinoamérica, Bolivia y Venezuela no están siguiendo la línea política de la Casa Blanca..."

El director de Brazil y Doce monos afirmó que se mantiene alejado de Estados Unidos porque: "Hollywood me parece una peste. Estar alejado del mainstream me da una perspectiva diferente de ese mundo... creo que hay otro tipo de audiencia a la que Hollywood no le ha podido imponer su lenguaje y esa otra audiencia es a la que me gusta llegar el tipo de audiencia".

Desde 1998 Gilliam no estrenaba una cinta. En 2005 estrenó dos (Los hermanos Grimm y Tideland). Se le preguntó si ya había perdonado a Hollywood: "Nunca tuve problemas, eso es una leyenda. Nunca tuve problemas con Hollywood, a pesar de que no me gusta. Más bien lo que pasa es que como hacen películas caras hay muchas dificultades para realizarlas, y por mi forma de ser se me complica más; por ejemplo, Los hermanos Grimm es una cinta muy cara y Tideland es mucho más barata y ahí experimenté los dos extremos de la industria".

 
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