Incluyen métodos anticonceptivos, costos de atención al parto y al neonato, según informe
En México las personas cubren hasta un tercio del gasto en salud reproductiva
Más de un tercio de lo que se gasta en México en salud reproductiva proviene del bolsillo de las personas, que cubren la mayor parte (88 por ciento) de lo que se invierte en el país en la compra de métodos de planificación familiar, revela el estudio de las Cuentas Nacionales de Salud Reproductiva y Equidad de Género que por primera vez se realizó en México.
La investigación del Instituto Nacional de Salud Pública señala que las personas también cubren la tercera parte de los costos de atención del parto y manejo del recién nacido, así como 21 por ciento de la atención médica durante el embarazo.
En 2003, la inversión en este rubro ascendió a 23 mil 489 millones de pesos, cifra que ubica al país en una posición intermedia a escala internacional, pero que internamente refleja severas desigualdades en la asignación de recursos.
Durante la presentación del documento, Patricia Uribe Zúñiga, directora del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud (Ssa), resaltó que los presupuestos en los estados responden a inercias históricas que de ninguna manera atienden los problemas emergentes en salud reproductiva.
Las desigualdades se dan, por ejemplo, en la cantidad de dinero que reciben las mujeres, y depende si cuentan con seguridad social. En el primer caso, el gasto para las aseguradas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) asciende a 12 mil 167 pesos, el doble de lo asignado a las mujeres que atiende la Ssa, Servicios Estatales de Salud y el programa IMSS-Oportunidades, que destinan 5 mil 104 pesos a sus beneficiarias.
Además, los recursos asignados a las mujeres que carecen de acceso a las instituciones de seguridad social, tienen diferencia de seis veces entre el estado que destina la mayor cantidad de dinero (Baja California) y el que reporta la menor inversión (Guerrero).
Lo anterior, a pesar de que la probabilidad de muerte de una mujer en Guerrero por causas ligadas a la maternidad es hasta ocho veces superior a la de Nuevo León.
Los 23 mil 489 millones de pesos que se gastan en salud reproductiva en México equivale a 6 por ciento de la inversión en salud del país en 2003 y 0.4 por ciento del producto interno bruto. Del total, 59 por ciento correspondió a gasto público y 41 por ciento a gasto privado. De este último la mayoría provino del gasto de bolsillo
Para este primer trabajo de investigación sobre las cuentas nacionales de salud reproductiva, cuyo principal objetivo es servir de base a los tomadores de decisiones en torno al presupuesto que se requiere en esta materia, se tomaron en cuenta los cuatro programas con mayor cobertura y recursos: salud materno-perinatal, planificación familiar, cáncer cérvicouterino y cáncer de mama. También se incluyó el programa de violencia intrafamiliar como parte de la equidad de género.
Uribe Zúñiga señaló que en breve se tendrán los resultados del ejercicio 2004 y que el Centro de Equidad de Género ya dispone del presupuesto para la investigación de 2005. La funcionaria estimó que sus conclusiones serán distintas, pues ya se podrá empezar a evaluar el impacto del seguro popular.
Sobre las funciones de los servicios sanitarios, se detectó que 65 por ciento de los recursos se utilizaron para asistencia curativa, que es la atención del parto, césarea, aborto, estudios de laboratorio y gabinete. La cuarta parte del dinero invertido en este rubro provino del gasto de bolsillo.
En segundo lugar está el gasto en los servicios de prevención y salud pública, con 17 por ciento. Aquí está incluida la consulta a las embarazadas y de planificación familiar. Le siguen los productos médicos dispensados, básicamente los métodos de planificación familiar. De los 3 mil 882 millones de pesos gastados en 2003, 88 por ciento fueron aportados por los hogares.
En el reporte destaca la inexistencia de presupuesto para la formación del personal sanitario o la investigación y desarrollo en el ámbito de la salud.
El IMSS aportó 35.8 por ciento del total de recursos que se destinaron en 2003 a salud reproductiva y, junto con el ISSSTE, que tuvo una participación de 4.5 por ciento, la seguridad social cubrió 40.2 por ciento de lo reportado por el sector público.
En tanto, 37.1 por ciento de los recursos salió de los hogares, 3.3 por ciento de los seguros privados y 0.4 por ciento de las organizaciones no gubernamentales.
Al desglosar la información sobre el gasto que hacen las personas de su bolsillo en salud reproductiva, la investigación detectó que 39 por ciento correspondió a la atención hospitalaria del parto y la cesárea; 35.5 por ciento fue para la compra de anticonceptivos, mientras que 6.2 por ciento se destinó a la prevención o detección del cáncer cérvicouterino.