Pemex pide a legisladores abrir a la IP explotación en campos transfronterizos

Se acelera declive de producción en el mayor yacimiento petrolero

La zona de Cantarell ha aportado en 26 años 28.6% del total del crudo extraído

Se han identificado 20 áreas en el Golfo de México; algunas limitan con EU

ISRAEL RODRIGUEZ J.

Carlos Morales Gil, director de Pemex Exploración y Producción (PEP), informó que Cantarell, el principal yacimiento petrolero en México y tercero a nivel mundial, tendrá un desplome de su producción de poco más de 600 mil barriles diarios hacia 2008, por lo que exhortó al Congreso a legislar sobre el tema de los yacimientos transfronterizos, localizados en la zona del Golfo de México, para proteger nuestros hidrocarburos.

Sin embargo, el funcionario confió en que el previsto descenso en la producción será compensado por la explotación de otros campos como el Ku Maloob Zaap, localizado en la Sonda de Campeche y el proyecto crudo ligero marino y otros más pequeños.

El director de PEP precisó que de la producción total de Cantarell alcanzada en 2005 de 2 millones 33 mil barriles diarios, descenderá paulatinamente y en 2006 será de un millón 905 mil barriles, en 2007 de un millón 683 mil barriles y en 2008 de solo un millón 430 mil barriles diarios de crudo.

Durante los pasados 26 años de producción ininterrumpida con la perforación de 190 campos en Cantarell, este megayacimiento petrolero ha aportado 12 mil 500 millones de barriles, equivalentes a 28.6 por ciento de la producción histórica total de Pemex que se ubica en 43 mil 700 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Morales Gil señaló que mediante la incorporación de los diversos prospectos la producción podría incluso aumentar. Pemex analiza la posibilidad de reiniciar la producción en la zona de Chicontepec, cuya explotación será rentable a los niveles de precios actuales del crudo.

Apremió a los legisladores para que retomen en su agenda el tema de los yacimientos transfronterizos. Reveló que Pemex ha identificado 20 áreas colindantes y confió en que los legisladores aprueben en este mismo año modificaciones que permitan la explotación conjunta. Aseguró que no hay empresas estadunidenses perforando o explorando en la parte mexicana del Golfo de México.

Indicó que de los 54 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente que se han localizado mediante métodos prospectivos, 30 mil millones se encuentran localizados en la zona del Golfo de México y algunos yacimientos son limítrofes con Estados Unidos.

Se debe de llegar a un acuerdo para realizar la explotación conjunta, pero sin necesidad de hacer cambios a la Constitución. Consideró que con adecuaciones a la Ley Reglamentaria en materia petrolera del artículo 27 Constitucional, Pemex podría realzar alianzas para la explotación conjunta de los yacimientos transfronterizos.

De acuerdo con cálculos de Pemex, en 2008 alrededor de 10 por ciento de la producción total de petróleo en el mundo provendrá de las diferentes cuencas ubicadas en aguas profundas. Actualmente, de los países que ya incursionan en esas áreas destacan Brasil, Nigeria, Angola, Noruega, Gran Bretaña, Egipto (en la región del Mar Mediterráneo), Indonesia y Australia.

Carlos Morales explicó que la explotación coordinada entre dos o más países participantes que persiguen una ventaja común se conoce como "unitización" y desde 1960 se utiliza este esquema. La unitización internacional ha sido aplicada en países como Australia y Checoslovaquia, Venezuela-Trinidad y Tobago, Gran Bretaña-Noruega, entre otros.

El funcionario recordó que México y Estados Unidos firmaron un tratado en 2000 en el que se establece el límite del llamado Polígono Occidental en el Golfo de México. Esta área de 17 mil 190 kilómetros cuadrados no tiene interés petrolero, debido a que se prevé que sólo hay 5 por ciento del recurso prospectivo identificado en el Golfo de México, equivalente a mil 500 millones de barriles.

Pero aclaró que en el área del polígono oriental se estima que hay importantes volúmenes de crudo, por lo que es necesario establecer acuerdos para desarrollar estos campos como una sola unidad. Esta estrategia, dijo, permitiría mejorar el aprovechamiento del recurso petrolero, conservar los recursos naturales y proteger los intereses de ambas naciones.