Apoya 57% de estadunidenses un ataque preventivo
Londres, implicado en atentados en el sur iraní, acusa Teherán
Ampliar la imagen Foto de archivo del general Yahya Rahim Safavi (izquierda), quien denunció ayer que fuerzas británicas estacionadas en Irak proporcionan a agentes iraníes materiales para fabricar bombas que luego utilizan en ataques en el sur del país. A la derecha, el presidente Mahmud Ahmadinejad Foto: Ap
Teherán, 28 de enero. Irán presentará a Gran Bretaña pruebas de la implicación de Londres en los atentados registrados el fin de semana pasado en una región de mayoría árabe en el sur de la república islámica, informaron altos funcionarios del gobierno iraní.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Manuchehr Motaki, acusó al ejército británico de estar implicado en dos ataques con bomba perpetrados en la ciudad de Ahvaaz, en los que murieron nueve personas y otras 46 resultaron heridas.
Un funcionario de seguridad iraní, Abu Ali -citado por la agencia de noticias local Fars-, aseguró que 17 oficiales británicos, incluidos algunos miembros de la unidad especial Ratas del Desierto, cooperaron con más de 140 "mercenarios" de nacionalidad iraní para llevar a cabo el atentado.
Esta no es la primera vez que Teherán acusa a Londres de apoyar ataques de organizaciones árabes en la región fronteriza con Irak, junto a la provincia vecina de Basora, donde se encuentra el cuartel general del ejército de ocupación británico, integrado por 8 mil 500 soldados.
Presuntos miembros de una organización árabe separatista del surponiente de Irán asumió la responsabilidad de los atentados del 21 de enero pasado.
El general Yahya Rahim Safavi dijo que "fuerzas extranjeras con base en Irak dirigieron a agentes iraníes y les dieron los materiales para las bombas".
En declaraciones a la televisión estatal, Safavi precisó que el gobierno iraní ha observado acciones de disidentes vinculados con las fuerzas militares de Gran Bretaña y Estados Unidos.
"Estamos al tanto de sus reuniones en Kuwait e Irak. Por eso advertimos al MI-6 (el servicio británico de contrainteligencia) y a la CIA, que se abstengan de interferir en los asuntos de Irán".
Las quejas del gobierno iraní por la intervención británica ocurrió al mismo tiempo que en Davos, Suiza, los planes iraníes de producción de energía nuclear se convirtieron en uno de los temas de debate en el Foro Económico Mundial.
Ahí, el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jack Straw, manejó un doble mensaje. Primero abogó por una diplomacia conciliadora que impida las "humillaciones para una u otra parte" y luego señaló que Teherán tiene "bajas" posibilidades de "evitar una remisión" de su expediente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Las declaraciones de Straw fueron hechas cinco días antes de que la Agencia Internacional de Energía Atómica celebre en Viena una reunión extraordinaria para tomar una decisión en el tema iraní.
Las afirmaciones de Straw ocurrieron además dos días antes de un encuentro en Londres de los cancilleres de las potencias que poseen armamento nuclear y derecho de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Estados Unidos, China, Gran Bretaña, Francia y Rusia), que también abordarán el asunto de Irán.
Poco después de que fueran conocidas las declaraciones de Straw, el general iraní Safavi dijo a la televisión estatal de su país que "el mundo sabe que Irán tiene un misil balístico con alcance de 2 mil kilómetros. No tenemos la intención de invadir a ningún país, pero tomaremos medidas defensivas necesarias si somos atacados".
Sobre la eventualidad de un ataque, el periódico Los Angeles Times publicó este sábado una encuesta de opinión en que 57 por ciento de los estadunidenses estaría en favor de un ataque a Irán, en caso de que no cancele su programa de investigación atómica y las actividades para producir combustible nuclear.