Agentes de Tránsito reciben armas y chalecos antibalas; patrullaje militar en el puerto

Sitiadas por policías y soldados, las oficinas de SSP y PGR en Acapulco

Acuerdan Medina Mora y Torreblanca Galindo el reforzamiento del operativo de vigilancia

MISAEL HABANA Y ALFREDO MENDEZ ORTIZ CORRESPONSAL Y REPORTERO

Ayer amanecieron sitiadas las calles aledañas al cuartel de la policía ministerial del puerto de Acapulco, Guerrero, y de la sede de la Secretaría de Protección y Vialidad del estado, mientras la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) fue vigilada por al menos 70 efectivos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y por elementos del Ejército Mexicano, al tiempo que agentes de Tránsito local recibieron armas y chalecos antibalas en prevención de un nuevo enfrentamiento como el ocurrido el pasado viernes entre policías ministeriales y presuntos sicarios al servicio del narcotráfico.

Además, entre sábado y domingo se registró un intenso patrullaje de militares en vehículos Hummer repletos de soldados armados, que veían con sospecha incluso a los transeúntes. Calles aledañas a las colonias que rodean la novena Región Militar de Acapulco, donde también tiene su base la Policía Federal Preventiva (PFP), se vieron repletas de militares y agentes federales fuertemente armados.

Reunión de emergencia

En tanto, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal dio a conocer que el titular de la dependencia, Eduardo Medina Mora, se reunió ayer en Acapulco con el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, con la finalidad de "evaluar el reforzamiento del operativo de vigilancia en ese puerto y la ampliación de esquemas de colaboración entre los tres órdenes de gobierno ante los recientes hechos de violencia que se suscitaron en una colonia de esa ciudad".

Mediante un comunicado de cuatro párrafos, la SSP federal informó que para reforzar la seguridad en ese puerto ''la Policía Federal Preventiva desplegó 200 elementos adicionales" a los cerca de 150 que se encontraban desde abril de 2005 en Acapulco. La dependencia refirió que en todo momento los elementos federales estarán apoyados por miembros del Ejército Mexicano.

Según la versión que difundió la SSP federal, en la reunión entre Medina Mora y el gobernador guerrerense ''destacó la participación de los elementos de las policías estatal, municipal y Federal Preventiva, luego de haber recibido una denuncia ciudadana que alertó sobre la presencia de delincuentes fuertemente armados, lo que produjo un enfrentamiento en una de las principales avenidas de Acapulco".

Por la tarde fueron entregados a sus familiares los cadáveres de los cuatro presuntos sicarios, después de que se les hicieron las autopsias de ley en el Servicio Médico Forense.

Las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) encargadas de las investigaciones del caso se mantuvieron herméticas y no confirmaron si uno de los ahora occisos, identificado como Carlos Esteban Landeros Sánchez o Humberto Cortez Alvarez, fue lugarteniente de El Chapo Guzmán, como trascendió el día de los hechos.

Por otra parte, ayer se efectuó una marcha por las principales calles del puerto de Acapulco. Según reportes policacos, en la movilización participaron unos 500 ciudadanos. El objetivo fue dar su respaldo al presidente municipal, Félix Salgado Macedonio, ante las supuestas amenazas de muerte que ha recibido vía telefónica. ''Vas a ver, hijo de la chingada, te vamos a matar", es el mensaje que el alcalde Salgado Macedonio habría recibido por teléfono en cuatro ocasiones, desde el viernes, aseguró a La Jornada Leopoldo Calderón, uno de los organizadores de la marcha. Sin embargo, el munícipe perredista rechazó por la noche, durante una entrevista televisiva, que hubiera recibido amenaza alguna.

Amenaza de bomba

Por otra parte, en la Dirección de Tránsito de la localidad, policías de guardia informaron a este diario que las calles adyacentes a la Secretaría de Protección y Vialidad permanecerán cerradas por órdenes del presidente municipal, luego de que se recibieron varias advertencias telefónicas que alertaban sobre la existencia de bombas en esas instalaciones.

Las investigaciones son realizadas desde el pasado viernes -día en que un grupo de sicarios se enfrentó a balazos hasta que fueron sometidos por policías ministeriales- por agentes de la AFI, agentes del Ministerio Público de la delegación estatal de PGR y de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.

Hasta el momento, sólo se ha reportado oficialmente la detención de los tres presuntos sicarios, que desde el viernes quedaron a disposición de las autoridades investigadoras, aunque trascendió que ya se tienen localizados a otros presuntos integrantes del crimen organizado que participaron en el tiroteo y lograron huir.