Ambas organizaciones han fortalecido sus brazos armados en Acapulco, dice la PGR
Guerra entre los cárteles de Sinaloa y del Golfo, origen de la violencia en Guerrero
Los sujetos que se enfrentaron el pasado viernes a agentes municipales pertenecen a Los Zetas
Al menos desde finales de 2004 se ha recrudecido la violencia en el puerto de Acapulco, Guerrero, y una de las principales causas sería el fortalecimiento de los brazos armados de los cárteles del Golfo y de Sinaloa, el primero comandado por Osiel Cárdenas Guillén, desde el penal de máxima seguridad de La Palma, por conducto de Gregorio El Goyo Sauceda, y el segundo por Joaquín El Chapo Guzmán, de acuerdo con constancias ministeriales de la Procuraduría General de la República (PGR).
Las pesquisas sobre los hechos ocurridos la tarde del pasado viernes, cuando fallecieron cuatro personas tras un enfrentamiento entre policías ministeriales de Acapulco y miembros del crimen organizado, ya están a cargo de la PGR. Al parecer, los sujetos que se enfrentaron con agentes municipales pertenecen a Los Zetas, grupo de gatilleros al servicio del cártel del Golfo.
A su vez, fuentes oficiales revelaron que una de las principales líneas de investigación está enfocada a confirmar si durante 2005 El Chapo Guzmán envió al estado de Guerrero un grupo de al menos 80 de sus sicarios, identificados como Los Pelones, con el propósito de pelear esa plaza a Los Zetas.
Desde finales de 2004, Osiel Cárdenas reforzó la zona de Guerrero con al menos 120 integrantes de Los Zetas. Así lo reveló en agosto anterior Pedro Noel Villela Aguilar, uno de los escoltas del subdirector de la policía investigadora ministerial de Acapulco, Julio Carlos López Soto, que el año pasado fueron levantados por sicarios al servicio de Osiel, y que posteriormente fue liberado por orden del jefe de Los Zetas, identificado como Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta.
''Me dijo que les dijera (a los medios de comunicación) que están aquí en Guerrero 120 elementos de Los Zetas de Tamaulipas; que reciban saludos del señor Goyo Sauceda, ¡arriba Tamaulipas! Nada más. Es todo lo que les puedo comentar'', refirió el año pasado a los reporteros Noel Villela.
Fuentes oficiales que tienen acceso a la averiguación previa abierta en Acapulco, tras la balacera del viernes, refirieron que versiones recogidas por diversos ''testigos'' y por tres de los presuntos narcotraficantes detenidos tras los hechos violentos, identificados como William Castillo Moreno -quien habría sido chofer del ex director de la Policía Judicial de Guerrero Jaime Figueroa-, Eusebio Hilario Martínez y Víctor Hugo Sánchez Palacios, han revelado que elementos de la policía ministerial de esa localidad han sido ''corrompidos'' por ambos cárteles en los dos años recientes.
De acuerdo con las fuentes consultadas, la Agencia Federal de Investigación (AFI) trasladará en las próximas horas a los tres detenidos después de la balacera a la ciudad de México, para que puedan ser arraigados por espacio de 60 días.
Sobre los hechos del pasado viernes, la Procuraduría General de la República cuenta con referencias testimoniales que hacen suponer que la llamada efectuada la tarde de ese día al número 060 (de emergencia), en la que se denunció la presencia de tres camionetas de lujo con sujetos fuertemente armados, provino de algún policía local vinculado al cártel de Sinaloa, organización enemiga de la que encabeza Osiel Cárdenas.
Las investigaciones son realizadas directamente por agentes del Ministerio Público Federal (MPF) y hasta el momento están a cargo de la delegación de esa dependencia en Guerrero, en coordinación con la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas, a cargo de Ricardo Cabrera Gutiérrez.
De acuerdo con versiones extraoficiales, el titular de la citada unidad se trasladó a Acapulco para encabezar las pesquisas junto con el delegado de la PGR, José Martín Godoy. No obstante, funcionarios de comunicación social de la PGR aseguraron a La Jornada que ningún funcionario de ''primer nivel'' de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) se ha trasladado a Acapulco, y que las indagatorias las realiza directamente el delegado Martín Godoy con un grupo de peritos, elementos de la AFI y agentes del Ministerio Público Federal.