Cárcel a invasores de tierras, ofrece el candidato panista a empresarios de Chiapas
Dice Calderón que va a declarar "unilateralmente la paz" al EZLN
Ampliar la imagen Felipe Calderón, candidato presidencial del PAN, toma una jícara de pozol, bebida tradicional chiapaneca, en el parque central de Tuxtla Gutiérrez, donde estuvo ayer Foto: Cristina Aguilar /Cuartoscuro
El candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, adelantó ayer en Chiapas que declarará unilateralmente la paz al EZLN, mientras en Veracruz encabezó un multitudinario mitin al que fueron acarreadas al menos unas 3 mil personas de toda la entidad, entre quienes destacaron las provenientes de municipios pobres como Zongolica.
En la colonia Dos Caminos, una de las más populosas del puerto de Veracruz, el panismo no sólo mostró su capacidad para movilizar gente, sino también quiso poner en evidencia que no existen conflictos internos y hay unidad en torno al abanderado presidencial.
Pero no logró este segundo objetivo, porque durante el mitin se observó la ausencia del dirigente estatal, Alejandro Vázquez Pipo. En cambio, estuvo presente el alcalde Julen Rementería que, inconforme por la actuación del primero, impugnó su relección como presidente local del PAN y por ello fue sancionado con la suspensión de sus derechos como militante por tres años.
En la pretensión de querer mostrar lo que no hay (unidad interna), el coordinador regional de la campaña, Cuauhtémoc Cardona, instruyó que miembros de seguridad retiraran una manta en la cual se leía: "Felipe, si hoy Espino y el Pipo te mandan, si llegas a la Presidencia esta historia continuará". Ello en alusión al diferendo que protagonizan Rementería y Vázquez, y al respaldo que el segundo obtuvo del dirigente nacional blanquiazul, Manuel Espino.
Antes del mitin, Calderón encabezó una caminata por las calles de la populosa colonia Dos Caminos hasta llegar al estrado, colocado en un descampado. El abanderado panista venía precedido de una batucada y cuatro mujeres que, vestidas para el carnaval, bailaban a ritmo de samba.
El aspirante a la primera magistratura saludó y besó a decenas de personas situadas a lo largo de terregosas calles sin pavimentar. La gente no dejaba de ondear banderines y globos blanquiazules que les regalaron. "¡Se ve, se siente, Felipe Presidente!", gritaron sin cesar a lo largo de la caminata.
Como a la usanza de los viejos políticos del PRI, Calderón se detuvo en una casa a comer las picaditas que una vecina le ofreció. Junto a Gerardo Buganza, ex candidato a la gubernatura, y a Rementería, se dejó fotografiar mientras degustaba el tradicional platillo mexicano y un mariachi tocaba el Son de la Negra.
Minutos después reinició su camino hacia el estrado, mientras decenas de personas bajaban de autobuses estacionados a lo largo de la calle Laguna de Tamiahua. Al menos había unos 70 camiones provenientes de todos los rincones de la entidad. El chofer de uno reveló que él venía de la delegación Gustavo A. Madero, en el Distrito Federal.
Jubiloso ante la gran cantidad de asistentes, el candidato panista exclamó -ante unos 3 mil-: "Que se fijen bien, que si esto es para arrancar la campaña, que se fijen cómo va a estar el día del cierre, el 2 de julio".
El michoacano reiteró que continuará con los programas sociales del presidente Vicente Fox, para luego hablar de los aciertos del mandatario. Entre ellos citó que no ha endeudado al país ni ha provocado una devaluación. Para incrementar el empleo, agregó que promoverá la inversión. Luego del mitin, en el cual estuvo el corredor Alejandro Cárdenas, el abanderado del PAN se reunió con maestros.
Antes, durante otra fase de su gira efectuada esta vez en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Calderón diferenció a sus seguidores. Mientras con empresarios desayunó en el mejor hotel de la ciudad y se comprometió a "hacer valer la ley" sobre los que atenten contra sus bienes, con indígenas y campesinos se reunió para abordar temas como el Seguro Popular y la educación gratuita, luego de que éstos recibieron una torta y un refresco de quienes los trasladaron en camiones desde sus comunidades.
En el primer acto el candidato albiazul dio previamente una conferencia de prensa en la cual sostuvo: "La base de mi gobierno será la ley y el cumplimiento de la ley. Gobernaré con una actitud siempre dispuesta a dialogar y construir acuerdos, pero con políticas públicas que permitan crear oportunidades y puertas de salida para los miles de mexicanos que viven en extrema pobreza".
Celebró, además, "la vía pacífica y política que está tomando el EZLN para expresar sus posiciones políticas. En lo que a mí respecta -dijo-, seré un presidente de paz, soy alguien que cree en la fuerza de los pacíficos, voy a gobernar con la fuerza del pacífico y voy a declarar unilateralmente la paz".
Calderón se negó a profundizar sobre el tema; repitió su opinión en torno al caso de los hijos de Marta Sahagún y se dirigió a desayunar en el hotel Camino Real de la ciudad con empresarios y con la clase política de su partido, todos acompañados de esposas e hijos.
Ahí planteó que uno de los cinco ejes de su gobierno es hacer prevalecer "el estado de derecho sin excepción (...) al que infrinja la ley, al que invada los ranchos y los bienes de otros, al agresor, no le pienso hacer una mesa de diálogo, yo lo pienso meter a la cárcel", dijo, y arrancó aplausos de la concurrencia.
Ante esa clase política que se siente amenazada por los movimientos de indígenas y campesinos, ofreció darles garantías sobre la propiedad de sus bienes a fin de elevar la productividad y el crecimiento económico del país "para crear nuevos empleos".
Prometió también reformas fiscales que amortigüen la recaudación de impuestos para este sector y competitividad de precios.
Después acudió a una reunión catalogada como "encuentro con líderes del sector social". Se trataba de indígenas y campesinos de los municipios donde el PAN ha ganado presencia en los últimos cinco años. Cuando el candidato arribó, los organizadores apresuraron a los presentes a terminar su torta y su refresco que les "invitaron" como desayuno, pues algunos venían de lugares ubicados a seis horas de distancia.
Su discurso cambió: alabó políticas públicas como el Seguro Popular y criticó a sus contendientes, Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo. Ante los presentes firmó un documento llamado Alianza Ciudadana y sostuvo que en su gobierno "habrá principios y valores éticos".
De Veracruz volvió por la noche a la ciudad de México. De esta manera concluyó una gira que inició el pasado jueves y que tocó Monterrey, Tijuana, Culiacán, Mérida, Tuxtla Gutiérrez y Veracruz. Felipe Calderón recorrió estas ciudades durante cuatro días en avión privado.