Usted está aquí: martes 31 de enero de 2006 Cultura Captar más visitantes, reto y punto débil del museo Carrillo Gil

El año pasado recibió 72 mil 160 personas, 3 mil 782 menos que en 2004

Captar más visitantes, reto y punto débil del museo Carrillo Gil

Mantener la programación resulta extremadamente caro, subraya su director

No hemos querido sumarnos a la glamurización del arte, advierte Carlos Ashida

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Una de las salas del museo instituido a raíz de la donación del acervo de Alvar Carrillo Gil al pueblo de México Foto: Yazmín Ortega Cortés

Aumentar el número de visitantes a los recintos museísticos es tarea ingente. La falta de público en el Museo de Arte Carrillo Gil siempre ha sido uno de sus puntos débiles.

Al preguntar a personas si conocen el recinto ubicado en el cruce de avenida Revolución con Camino al Desierto, cuántas veces se ha oído decir: ''sí, he pasado por allí cientos de ocasiones, pero nunca he entrado".

¿Por qué? Tal vez debido a que el museo carece de estacionamiento. Tal vez porque uno no sabe bien a bien qué va a encontrar dentro. Sylvia Navarrete, subdirectora del Carrillo Gil, expresa que la afluencia de público tiene mucho que ver con la exposición o exposiciones temporales. Luego de repente llega un visitante y encuentra que sólo puede ver una muestra porque las demás salas están en montaje.

De acuerdo con datos proporcionados por el museo, fue visitado en 2004 por 75 mil 942 personas, con todo y visitas guiadas, y en 2005 recibió 72 mil 160.

Buena cobertura de los medios

Preguntado al respecto, Carlos Ashida, director del Carrillo Gil, afirma que la asistencia de público ''sigue siendo un reto". Expresa: ''La cantidad de trabajo, los recursos que representa mantener una programación, siguen siendo desproporcionados con respecto al número de personas. Es decir, si esto lo pudiéramos sumar, darle una estimación monetaria, y lo dividiéramos entre el número de espectadores que tenemos, sigue siendo extremadamente caro. No hemos hecho el ejercicio, pero sí podría ser un dato un poco descorazonador".

Y, aunque el museo realiza ciertas acciones de difusión, ''el grueso de los recursos que podrían orientarse hacia esa tarea está, por razones pragmáticas y administrativas, concentrado en la dirección general del Instituto Nacional de Bellas Artes. Es un tema que en lo personal creo que no se ha atendido lo suficiente".

-¿Siente que aquí se ha hecho de todo para atraer público?

-Hemos hecho lo que está de nuestra parte. Siempre hemos confiado en la capacidad misma que tienen las exposiciones de convocar a los medios. Es decir, la posibilidad de hacer inserciones en publicaciones o tiempo en televisión o radio está fuera de nuestro alcance. De repente intentamos algún tipo de cortesía, pero no es frecuente. Sólo ha sucedido cuando las exposiciones ofrecen compatibilidad atractiva con los medios. Pero, sí creo que hemos tenido buena cobertura.

La falta de público, no obstante, es un problema complejo que tiene varias causas.

Carlos Ashida explica: ''Por un lado estamos compitiendo con cosas muy poderosas como la diversión masiva, los deportes masivos; los hábitos de consumo de las personas están orientados hacia otras direcciones.

''Por otro lado, ha habido una tendencia a la cual no nos hemos querido sumar tan decididamente, que consiste en glamurizar el arte.

''Se está abriendo poco a poco cierto tipo de prensa que trata de ubicar el arte en un contexto de moda, de esnobismo, de frivolidad deliberada, que probablemente tenga algún efecto a la larga benéfico. Pero también representa un riesgo."

 
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