BAJO LA LUPA
Hamas: ¿invento del Mossad?
Estados Unidos volteó la cara
Ampliar la imagen Simpatizantes de Hamas protestan en Ramallah por las amenazas del exterior contra el nuevo gobierno palestino Foto: Reuters
CONVOCA A LA perplejidad que bajo dos de las ocupaciones militares más salvajes de la contemporaneidad -la de la dupla anglosajona y la israelí- se hayan realizado elecciones (muy inducidas) y asimilaran como vencedores, bajo el manto "democrático", tanto a la teocracia chiíta, en Irak, como al grupo integrista sunita palestino Hamas, lo cual conmocionó al mundo árabe en "estado de choque" sicológico.
RESULTA MAS DIFICIL asimilar que tales fuerzas militares de ocupación dejen llegar al poder, por la dizque vía "democrática", a sus peores enemigos teóricos y retóricos, quienes invocan el aniquilamiento conjunto del Estado hebreo. Pero más extraño es que la seudodemocracia que tanto pregona Baby Bush no la practique en su mismo país, que se desliza hacia el totalitarismo torturador (ahora ya es una telecracia orwelliana debido a la vigilancia judicial estrecha y a la intoxicación mediática), y haya desembocado en el muy previsible ascenso de dos teocracias: la chiíta, en Irak, y la sunita, en Palestina, lo cual representa una antinomia incompatible. La "democracia bushiana" es todo un "oximoron". ¿Cómo puede ser "democracia" aquello que aboga por el reduccionismo teológico y la resurrección de califatos con profetas de probeta, cruzadas anacrónicas y reinos paleobíblicos?
¿SE ALIENTA DELIBERADAMENTE el integrismo de otras religiones y sectas, consustancial al "choque de civilizaciones", para justificar en forma complementaria el fundamentalismo hebreo vigente con el partido Likud y el sector "cristiano sionista" del Partido Republicano, condensado en el eje Cheney-Abramoff-Netanyahu?
CON EL FIN de avanzar la agenda balcanizadora de la dupla anglosajona, la "democracia inducida" fue más que obscena en Irak, la cual llegó hasta festejar el presunto multiasesino y presidente espurio Salinas en su teleconferencia clandestina de Aguascalientes para complacer a su amo Baby Bush. Los comicios en lo que queda de la añeja Palestina dieron como vencedor "inesperado" a Hamas, la agrupación fundamentalista sunita palestina fabricada por el Mossad, los célebres servicios secretos israelíes, según apreciaciones incendiarias de Justin Raimondo (antiwar.com; 27-01-06) y de Robert Dreyfuss en su entrevista estrujante a Democracy Now! ("Cómo Israel y EU ayudaron a reforzar a Hamas"; 26-01-06).
LO QUE SIGUE no es apto para cardiacos ni para los adictos al pensamiento lineal maniqueo. Justin Raimondo, uno de los máximos exponentes del pensamiento iconoclasta, es director del prestigioso portal antiwar.com. Ex miembro prominente del Partido Republicano en California, goza la fama de tener óptima información que no es tan discutible como sus temerarias interpretaciones; su penúltima columna -"Hamas, hijo de Israel: Los israelíes engendraron y nutrieron su némesis islámica"- es perturbadora: "Israel participó mayormente en el lanzamiento de Hamas como una fuerza efectiva en los territorios ocupados"; cita a Richard Sale, de Ap, quien hace lo mismo con Tony Cordesman, prominente analista del influyente Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales: "Israel y Hamas pueden estar enfrascados en un combate mortal, pero, de acuerdo con varios funcionarios actuales y anteriores de servicios de inteligencia (¡super-sic!), a finales de la década de los 70, Tel Aviv otorgó ayuda directa( ¡súper-sic!) e indirecta a Hamas durante muchos años. Refieren a un alto funcionario anónimo de la CIA: Israel deseaba usar a Hamas como contrabalanza a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) con el fin de dividir y diluir el apoyo a una OLP secular usando una alternativa religiosa competitiva (sic)". Pues sí que lo consigueron un cuarto de siglo más tarde, gracias al montaje hollywoodense del 11 de septiembre.
JUSTIN RAIMONDO CITA A Ray Hanania, analista sobre el Medio Oriente: "el liderazgo del Likud (¡súper-sic!) alejó a las masas palestinas de Arafat y la OLP, y creyó que podía conseguir una alianza operativa con las fuerzas islámicas y antiarafatistas que permitirían a Israel extender su control sobre los territorios ocupados". Desde los cuidados intensivos, el comatoso Ariel Sharon consolidó su plan cuando Arafat fue envenenado por Israel, según los asertos tardíos del presidente atribulado sirio Bachar Assad.
COMENTA QUE "en 1978, el entonces primer ministro likudista Menachem Beguin aprobó la solicitud de Ahmed Yassin a iniciar una organización humanitaria, Mujama", asociación islámica cuyas raíces eran los muy polémicos Hermanos Musulmanes: "la semilla que luego creció" bajo el cobijo israelí mediante la "creación de las Ligas Citadinas, compuestas por consejos locales de palestinos seleccionados, quienes deseaban colaborar (sic) con Israel -a cambio (sic) fueron puestos en su nómina (¡súper-sic!). Esta alianza táctica entre Yassin y los israelíes se basó en la antipatía compartida contra la OLP, secular e izquierdista: los israelíes permitieron que el grupo de Yassin publicara un periódico e instalara una red extensa de organizaciones caritativas (nota: muy eficientes) que recaudaban fondos no solamente de Tel Aviv, sino también de los países árabes opuestos a Arafat". No especifica, lo cual sería deslumbrante aprender, quiénes fueron y son los caballos de Troya del mundo árabe cada vez más desmantelado. Ahora sí que Yassin, un venerable ciego que fue aniquilado luego por los misiles israelíes, se pasó de ceguedad.
AMI ISSEROFF, escritor de MideastWeb, citado por Justin Raimondo, demuestra cómo "los israelíes deliberadamente promovieron a los islamitas del futuro Hamas, ayudándoles a transformar la Universidad Islámica de Gaza" (la única opción educativa en la franja de Gaza pauperizada) como "base desde donde reclutaban activistas -y los suicidas con bombas de mañana". Hay que reconocer que la CIA, el MI6 y el Mossad son excelsos sembradores y educadores de los profesionales del terrorismo global. Señala que "cada vez que surgía un conflicto en materia religiosa entre Hamas y la secular OLP/Al-Fatah, las autoridades religiosas israelíes tomaban partido con Hamas". Pues sí.
PONE EN RELIEVE la eficiencia caritativa de Hamas, que triunfó en las elecciones gracias a su más creíble agenda de "gobierno limpio" frente a la corrupción desbordada de la OLP. Pero la complicidad con Hamas y las autoridades universitarias alcanzó tales grados que los "israelíes permitieron a Mujama esconder sus armas contra los seculares de la OLP". No lo dice, pero el sueño israelí consiste en fomentar en forma perversa una guerra civil intra-palestina que sigue larvada. El resultado neto ha sido que "en el corto plazo" la política israelí "funcionó ampliamente, pero en el largo plazo, sin embargo, se les revirtió muy feo", en una "versión mediooriental del Dr. Frankenstein".
ADUCE QUE LA retirada de Gaza, al unísono del endurecimiento en Cisjordania y Jerusalén, además de la erección del muro de separación, ya no se diga la persecución implacable de la OLP, favoreció en su conjunto a Hamas, lo cual "envalentonó (sic) a los ultrasionistas de Israel, quienes en forma similar mezclan una teología fanática con fe en la solución militar al problema palestino. El nuevo partido Kadima, de Sharon, es el gran perdedor potencial, con el Likud en manos de Netanyahu en vías de posicionarse en forma destacada".
EL DESTACADO INVESTIGADOR Robert Dreyfuss, autor del libro El juego del Diablo: Cómo EU ayudó a desencadenar el fundamentalismo islámico, revela que Estados Unidos volteó la cara hacia otro lado mientras el Mossad apoyaba la creación de Hamas.
POR PRIMERA VEZ en la historia moderna del mundo árabe, el sunismo, en imitación de los chiítas de Irak, está a punto de crear una teocracia similar a la de éstos y la de los arios de Irán, junto al ascenso irresistible del fundamentalismo hebreo del Likud, ahora bajo el control de Netanyahu. Mas allá de filias y fobias, es notorio que bajo el manto protector de la "democracia bushiana", contaminada por la captura ajena del petróleo, el choque de las civilizaciones, del racista Huntington, nutre la agenda teocrática de sunitas, chiítas y hebreos, que aniquila en su conjunto toda forma de laicismo: el supremo derrotado. ¿Qué sigue?