La medida tendrá implicaciones en el precio del petróleo: Libia
Aplaude Estados Unidos decisión de llevar el caso iraní a Naciones Unidas
Washington, 31 de enero. Estados Unidos saludó hoy la decisión de llevar el caso del programa nuclear de Irán al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), decisión que fue minimizada por Rusia, al tiempo que Libia consideró que la medida tendrá implicaciones en el precio del petróleo.
La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, se declaró satisfecha por el acuerdo alcanzado con Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, que junto con Estados Unidos tienen un escaño permanente en el Consejo de Seguridad para llevar el caso iraní a la ONU.
El vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, señaló que la medida es un "paso importante".
El gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, minimizó el acuerdo de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad para someter allí la cuestión del programa nuclear iraní.
El portavoz adjunto del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mijail Troianski, explicó que los cinco miembros acordaron que el Consejo de Seguridad sea "simplemente informado" de los resultados de la próxima reunión de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
Llevar el caso ante la ONU tendrá "efecto muy grande" en los precios del petróleo, dijo en Viena el ministro de Energía libio, Fathi Ben Chatuan. "Todo el mundo teme que pase algo, y quiere abastecimientos seguros", indicó.
A su vez, Venezuela reiteró que apoya el derecho de Irán a desarrollar su programa nuclear por razones de soberanía, pero no su postura de llamar a "borrar del mapa" a Israel.
El ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez, renovó hoy este apoyo en Viena a su homólogo iraní, Kazem Vaziri, y sostuvo que "hay también similitud de intereses en política exterior que en ambos países está orientada hacia la búsqueda de la multipolaridad en el sistema internacional".
En Bruselas, una comisión parlamentaria investigadora señaló que a pesar de las advertencias de la CIA, Bélgica exportó a Irán en 2004 equipos con tecnología nuclear que pueden ser utilizados para fines civiles y militares.
El envío fue posible gracias a graves errores del servicio secreto de Bélgica, cuyo jefe, Koenraad Dassen, fue destituido horas después de conocerse el informe.