Corredor de Acereros de Pittsburgh
El Súper Tazón, el juego decisivo de Bettis
En breve anunciará su retiro
Ampliar la imagen Joreme Bettis (derecha, atrás) y su madre Gladys se divierten durante la realización de un promocional en Detroit Foto: Reuters
Detroit, 31 de enero. Ante más de 300 medios presentes que darán cobertura a la edición 40 del Súper Tazón, Jerome Bettis, corredor de Acereros de Pittsburgh, quien está en su primera fiesta grande y en breve anunciará su retiro, no ocultó la emoción de lo que será el juego decisivo en su ciudad natal, el próximo domingo.
El llamado Autobús, quien acumula 13 mil 662 yardas a cuestas, acaparó la atención de los reflectores en los recientes días y ha sido portada de las revistas deportivas y canales de televisión previo al Super Bowl, e inclusive grabará un comercial de una famosa sopa acompañado por su madre Gladys.
"Se siente genial. Es algo por lo que he dado todo mi esfuerzo a lo largo de mi carrera, todo lo que he hecho en 13 años, todos los sacrificios, (un Super Tazón) hace que todo valga la pena'', dijo Bettis, uno de los jugadores más asediados en el Día de Prensa.
El fortachón afroamericano, de 33 años, dijo que le gustaría levantar el trofeo Vince Lombardi, que sería "la frutilla en el pastel y en mi hogar que es Detroit, donde comencé mi carrera y donde posiblemente la termine''.
"A pesar del trabajo y de tener que contestar muchas preguntas es un día maravilloso para mí. Por 12 años he visto a otros jugadores que van al Media Day y luego al Super Tazón. Y siempre he deseado que me pasara eso a mí. Ahora que tengo la oportunidad quiero disfrutar cada momento'', dijo.
"Responder todas las preguntas y que me tomen muchas fotos es una bendición. No hay distracciones para mí. Todo es positivo'', añadió un entusiasmado y siempre sonriente Bettis, quien podría jugar su último partido tras una brillante carrera de 13 temporadas en la NFL.
Jerome recibirá las llaves de la ciudad y es considerado uno de los hijos pródigos de la denominada ciudad del automóvil.
Sobre este último acontecimiento, un periodista bromeó al decir que también Sadam Hussein recibió el mismo honor en esta ciudad en 1980, y Jerome, siempre de buen humor, respondió: "creo que ya cancelaron su llave, creo que cambiaron la cerradura''.
Listo para enfrentar su destino, el Autobús espera con tranquilidad lo que representaría su último partido en el emparrillado.
"Significaría, antes que nada, que soy un campeón. Durante todas las etapas de mi carrera -preparatoria, universidad y NFL- esa oportunidad se me ha negado por cualquiera haya sido la razón. Sería lograr lo que nunca antes. Sería demasiado grande, enorme''.