El cambio de uso de suelo y la sobrepoblación, factores que más afectan ecosistemas
Con datos imprecisos, presentará la Semarnat informe ambiental
Señala que las plantas son el grupo con mayor número de especies en peligro de extinción
Ampliar la imagen En el rubro de deforestación e inventarios forestales el documento puntualiza que para el periodo 1993-2000 se estimaba en 769 mil 379 hectáreas la extensión de zonas afectadas Foto: Archivo
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presentará este martes el Informe de la situación del medio ambiente en México 2005, donde admite que el deterioro y la reducción de recursos naturales han sido ignorados por los gobiernos, o los han considerado como aspectos secundarios.
Advierte que las principales fuerzas que amenazan los ecosistemas terrestres, tanto en México como en el mundo, son el cambio de uso de suelo -impulsado principalmente por la expansión de la frontera agropecuaria y urbana-, el crecimiento demográfico y de infraestructura, los incendios forestales, la sobrexplotación de los recursos naturales, la introducción de especies invasoras, el aprovechamiento ilegal y el cambio climático global.
Considera que en México, entre los principales problemas en la materia se encuentran la degradación de la cubierta vegetal, aunque no presenta una cifra específica al respecto; la acelerada pérdida de la biodiversidad y la sobrexplotación de los acuíferos. En el documento se presenta un diagnóstico del estado en que se hallan diversos indicadores ambientales.
En cuanto al crecimiento demográfico, sostiene que daña indirectamente los ecosistemas por la presión de la población hacia los recursos naturales, la construcción de infraestructura y el incremento en la generación de residuos peligrosos municipales e industriales, que se desechan de manera inadecuada.
Sumado a ello, destaca que el crecimiento en la red de carreteras, que pasó de 242 mil kilómetros de 1991 a 350 mil en 2003, ha llevado consigo la pérdida y alteración del hábitat, la fragmentación de las áreas remanentes de vegetación natural y la mortandad de animales.
Sobre transgénicos
En un pequeño apartado se refiere a los productos transgénicos. Se admite el desconocimiento del número de hectáreas utilizadas para ensayos con este sistema en el periodo 1988-2000, en el cual se autorizaron 42 solicitudes, pero no se especifica la cantidad. Indica que para ese periodo se tiene registro de 18 plantas de maíz.
En relación con la biodiversidad señala que las plantas son el grupo taxonómico con mayor número de especies en peligro de extinción, con alrededor de 939; en cuanto a la fauna destaca que 58 por ciento de las especies conocidas de reptiles, 466, están en peligro, mientras que en esa situación se encuentran 30 por ciento de las aves, 62 por ciento de los mamíferos, 55 por ciento de anfibios y 9 por ciento de los peces.
Ante el debate sobre las cifras de deforestación, el informe no presenta un dato específico para 2005 y señala como "proyecciones" 260 mil hectáreas, cantidad que el anterior titular de la dependencia afirmaba como una realidad.
En el rubro de deforestación e inventarios forestales el documento puntualiza que para el periodo 1993-2000 se estimaba en 769 mil 379 hectáreas la extensión de zonas afectadas, de acuerdo con los criterios de la FAO, la cual considera bosques y selvas. Debido a que parte importante del territorio mexicano es desértico, se suma la pérdida de vegetación de matorrales, que llegó a un millón 76 mil hectáreas para 2002.
Precisa que para ese mismo año 75 por ciento del país -148 millones de hectáreas- aún estaba cubierto con vegetación natural. Sin embargo, sólo 50.8 por ciento del territorio nacional, donde se localiza 70 por ciento de la vegetación remanente, conservaba vegetación sin perturbaciones importantes.
Las selvas han sido las que han presentado la perturbación más extensiva, ya que sólo 35 por ciento de la superficie de esta vegetación se mantenía como primaria, mientras de los bosques subsiste 36 por ciento bajo este criterio.
De los matorrales se conserva aún 26.2 por ciento. De esta superficie 8 por ciento son secundarios, pero esta cifra puede ser mayor, porque en muchos lugares están sujetos a ganadería extensiva, que frecuentemente modifica la composición por especies; sin embargo, esta perturbación sólo puede ser detectada mediante detallados muestreos de campo, por lo que no se cuenta con cifras de su impacto a escala nacional.
Subraya que las entidades que conservan mayor superficie con vegetación natural son Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Quintana Roo y Sonora, con más de 80 por ciento de su territorio. En caso contrario están el Distrito Federal, estado de México, Michoacán, Morelos, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz, donde la vegetación natural cubre menos de 35 por ciento.
Los estados que han sufrido una transformación más extensiva de sus ecosistemas naturales, para dedicarlos a actividades agrícolas y pecuarias, son Tabasco, Tlaxcala y Veracruz
El informe dedica un apartado al rubro de la actividad pesquera, la cual "afecta indirectamente a las comunidades marinas, modificando hábitat y alterando el flujo y la dinámica de la cadena trófica". Considera que uno de los problemas más graves de la pesca es la falta de selectividad de las artes tradicionales, que conlleva la captura de ejemplares de muchas especies que carecen de valor comercial.
Retoma información de la Carta Nacional Pesquera de 2004, donde se señala que 33 de los 42 principales sistemas lagunares costeros del país están afectados por esa actividad: 27 en la costa del Pacífico y los seis restantes en el golfo y el Caribe.
Agrega que "la fuerte dependencia de las sociedades humanas de los bienes que ofrecen los cuerpos de agua continentales ha deteriorado y puesto en serio peligro la permanencia de muchas de sus especies, y con ello la integridad y el funcionamiento adecuado de sus ecosistemas.
"La expansión de las zonas urbanas y turísticas, la sobrexplotación de los recursos pesqueros y la introducción de especies exóticas son algunas de las principales actividades que impactan de manera directa a la biodiversidad acuática continental, mientras que la modificación de los cauces por presas y embalses, la sobrexplotación del agua y su contaminación por descargas agrícolas, municipales e industriales son las más importantes fuentes de deterioro de la calidad de su hábitat."