Las pedradas pueden causar heridas serias, advierte
Crecen agresiones contra los agentes fronterizos: Chertoff
Apoya negativa de Bush a construir muros en el desierto
Washington, 9 de febrero. El jefe del Departamento de Seguridad Interior (DHS) de Estados Unidos, Michael Chertoff, advirtió este jueves que su país practicará la "tolerancia cero" frente a la violencia en su frontera con México, aunque descartó la construcción de un muro en las zonas desérticas.
"Tenemos actitud de tolerancia cero" frente a la violencia en la zona limítrofe, afirmó Chertoff en rueda de prensa conjunta con David Aguilar y John Torres, jefe y director para detenciones y expulsiones de la Patrulla Fronteriza, respectivamente.
"No vamos a tolerar ese comportamiento", agregó el jefe del DHS, quien aseguró que los agentes estadunidenses son agredidos con piedras o disparos. "Los lanzamientos de piedras son muy serios. Uno puede resultar seriamente herido", sostuvo.
Por su parte, Aguilar precisó que las agresiones aumentaron 108 por ciento en el año fical 2006, que concluyó el pasado 30 de septiembre, respecto al anterior. "Se produjeron 192 ataques desde el inicio de este año fiscal", el pasado primero de cotubre, precisó.
En parte, el incremento de dichas agresiones es "resultado del aumento de nuestra presencia y del hecho de que estamos empezando a subir la presión sobre las organizaciones criminales. Pero si piensan que así van a alejarnos, la respuesta es no", advirtió Chertoff.
Las declaraciones del jefe del DHS, quien prometió ofrecer a menudo conferencias de prensa sobre el tema, se produjeron en medio de un acalorado debate sobre la seguridad en la frontera de Estados Unidos y la discusión en el Congreso de una reforma migratoria que prevé medidas represivas contra los indocumentados.
El miércoles, un grupo de 50 cazamigrantes y partidarios suyos se manifestaron frente al Congreso estadunidense para exigir mayor control en la frontera y rechazar el proyecto defendido por el presidente George W. Bush de crear un sistema temporal para los trabajadores extranjeros.
El Senado todavía debe discutir la reforma migratoria recién aprobada por la Cámara de Representantes, que prevé la construcción de un muro en la tercera parte de los 3 mil 200 kilómetros de frontera terrestre que comparten Estados Unidos y México, entre otras medidas para frenar la entrada de indocumentados.
Al respecto, Chertoff coincidió con el presidente George W. Bush, quien a principios de enero abogó por la instalación de vallas suplementarias en zonas urbanas, siguiendo el ejemplo de San Diego (California, suroeste), y descartó la edificación en áreas despobladas.
"La construcción de muros en el desierto no tendría mucho sentido, porque la gente necesita varios días para cruzar la frontera y llegar a una carretera", afirmó el jefe del DHS.
"Cuando la distancia entre la línea divisoria y los medios de transporte es corta, como en una ciudad, realmente se necesita estar cerca de la frontera", explicó.
"No abogamos por la instalación de muros en el desierto, porque es más eficiente para nosotros interceptar a la gente cuando llega a uno de nuestros lugares, en vez de estar obligados a vigilar toda la barda", aclaró.