Reducir la brecha entre ricos y pobres, el reto actual
Se necesita una globalización más justa y compasiva: Gurría
Ampliar la imagen José Angel Gurría, en foto de archivo Foto: Jesús Villaseca
El mundo requiere una globalización ''más justa y compasiva'', aseguró el secretario electo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Angel Gurría Treviño, quien señaló como uno de los retos actuales para la humanidad la reducción de la brecha entre los que más tienen y los más pobres.
Ante estudiantes de la Universidad Anáhuac, donde le fue entregada una medalla al mérito, Gurría Treviño manifestó que el modelo neoliberal ha mostrado ser ''un intercambio bilateral entre países desarrollados'', además de que ''estamos lejos que los países donantes dediquen 0.7 por ciento del PIB para la asistencia y el desarrollo. También estamos lejos de reducir la desigualdad en las economías mundiales.
"Si sube la marea, la expectativa es que suban todos los barcos de la misma forma; el mandato de la OCDE de 1961 hablaba precisamente de un desarrollo equilibrado que beneficie no sólo a los países miembros, sino también a los no miembros'', expresó.
Durante el acto, el secretario electo de la OCDE dictó la conferencia: Desarrollo económico y la paz en el mundo, donde subrayó que la falta de crecimiento económico es un factor que puede desarrollar conflictos sociales, que en algunos casos pueden llevar a la guerra. Por eso, ''no es fortuito que las regiones donde se registra mayor violencia sean las más pobres.
''Uno de los grandes enemigos del desarrollo es la guerra y el conflicto, y parece ser que el ser humano le sigue apostando a la violencia y al enfrentamiento. Sin embargo, un ambiente de paz beneficia el desarrollo y el desarrollo es un detonante de la paz'', apuntó.
José Angel Gurría definió el desarrollo como algo integral, donde está incluido lo social y lo económico, además de que la guerra no sólo tiene que ver con el levantamiento bélico, también se presenta como desigualdad y falta de equidad en la vida de los individuos.
Por esa razón hizo un llamado a reducir la brecha de desigualdad, lo que permitiría disminuir el riesgo de conflictos sociales o bélicos y pidió hacer uso del mejor ''antídoto'' en contra del terrorismo y la confrontación: la lucha contra la pobreza.
Sin embargo, aseveró que aunque el modelo económico no ha dado sus mejores frutos, ello no significa un cambio en las políticas neoliberales, pues las variables para que el mundo funcione son la libertad y la economía de mercado, pero ''esto no quiere decir que todos los países deban administrarse de la misma manera y que las necesidades económicas y políticas en las naciones sean iguales; es obvio que el énfasis está en lograr mayor equidad''.
En el caso de México, Gurría mencionó que aunque los niveles de pobreza no han desencadenado un ''conflicto mayor, hay factores, como el narcotráfico y el crimen organizado, que ponen en riesgo el flujo de inversiones.
''Todos entendemos que los fenómenos que estamos viendo en algunas partes del país, provocados por el narcotráfico y el crimen organizado, afectan no sólo el ánimo de todos, sino también la percepción que se tiene de nuestro país cuando hay agentes económicos decidiendo dónde poner sus inversiones''.