Creciente rechazo a la relección de Flores en el CT
El dirigente del Congreso del Trabajo (CT), Víctor Flores -sobre quien pesan demandas por fraude y acusaciones por malversación de los fondos y las pensiones de los ex ferrocarrileros-, pretende modificar los estatutos de la central obrera para colocarse al frente de ésta por tercera ocasión, lo que ha generado inconformidad en la mayoría de los líderes de las organizaciones integrantes.
Entre los gremios que se oponen a la relección de Víctor Flores, según consta en un documento que firmaron para exigirle que dé paso al relevo en la directiva de la central, están la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos y la Confederación Regional Obrera Mexicana, así como los sindicatos Minero, Petrolero, de Electricistas y de Trabajadores de la Educación, además de otras 20 representaciones más.
El próximo 15 de febrero el Congreso del Trabajo realizará una asamblea en la que las 39 organizaciones que la integran deberán determinar, mediante voto directo y secreto, su nueva directiva. Víctor Flores no podría acceder a este cargo de nuevo, porque los estatutos señalan que sólo se puede relegir una vez, y ya lo hizo el año pasado; por ello, el dirigente maniobra para ''cambiar los estatutos'' y liderar la central hasta 2009.
En la última reunión que llevaron a cabo diversos dirigentes para ventilar el asunto, dejaron claro que no quieren que Flores se relija porque acusan que, durante su gestión, el CT se volvió "amorfo"; prácticamente se quedó "inmóvil y callado ante los grandes conflictos que tuvo el movimiento obrero", y perdió la fuerza que tenía.
Este bloque de organizaciones se manifestaron por no permitir que Flores violente los estatutos y barajaron los nombres de dos posibles sucesores: Napoleón Gómez Urrutia, secretario general del Sindicato Minero, e Isaías González Cuevas, líder de la CROC.
En tanto, Flores echa mano de la "chiquillada", es decir, de las organizaciones pequeñas, para poder relegirse. Ayer por la noche deslizó que ya tenía el voto de 22 organizaciones, a fin de desalentar a la oposición; se supo incluso que ofreció a varios dirigentes vicepresidencias del CT u otras prebendas para cosechar votos.
Sin embargo, los líderes de las centrales más fuertes firmaron un documento en el que advierten que no están de acuerdo con que se violen los estatutos, porque "se entraría en la ilegalidad".
Los referidos estatutos señalan en su artículo 21 que el consejo nacional, integrado por 39 secretarios generales, es el que tendrá derecho a voto. El artículo 25 indica que se requieren dos terceras partes de los sufragios para ganar, en tanto que el 27 estipula que los cargos durarán un año en ejercicio con posibilidad de relegirse otro más, periodos que ya cubrió Flores.
Para modificar el estatuto o lograr una prórroga, se tiene que convocar a una asamblea nacional del CT; no se puede hacer en un consejo, que es a lo que se convocó el próximo día 15. Por lo pronto, Víctor Flores ya invitó a los dirigentes a una reunión "de la amistad" para el 14 de febrero, donde espera zanjar los obstáculos.