No vamos a lanzarnos del castillo de Chapultepec envueltos en la bandera, advierte
Peligroso, responder a Washington de forma precipitada, evalúa Derbez
''La gente pide que reaccionemos al grito de guerra por el incidente en el Sheraton''
El canciller reprueba que los medios destaquen la parte anecdótica de la relación bilateral, como el asunto del hotel
León, Gto., 10 de febrero. Para defender la soberanía de México, en el gobierno federal ''no nos enredamos en la bandera nacional ni nos lanzamos del castillo de Chapultepec'', expresó el canciller Luis Ernesto Derbez Bautista, en respuesta a las críticas de que la administración de Vicente Fox no ha protestado con energía por la orden de Estados Unidos de expulsar a una delegación cubana del hotel María Isabel Sheraton.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores se quejó de la prensa, en la cual, sostuvo, todos los días prevalece ''lo anecdótico sobre lo que es verdaderamente el hecho concreto" en la relación con Estados Unidos.
''Si no entramos en un debate serio, si no vemos verdaderamente la relación, si no encontramos los objetos y las relaciones que se dan, estamos causando que lo anecdótico vaya por encima de lo que es sustantivo en la frontera."
Durante una conferencia que impartió a estudiantes de relaciones internacionales en el Tecnológico de Monterrey campus León, Derbez Bautista aseguró que la expulsión de los funcionarios cubanos del hotel Sheraton de la ciudad de México, el pasado día 3, por orden de Estados Unidos en cumplimiento de la ley Helms-Burton, no transgredió la soberanía nacional.
Se "está discutiendo ayer, antier y antes de antier y todos los días (el asunto) del hotel que más está en la imagen popular, el hotel María Isabel Sheraton de la ciudad de México; el tema del que todo mundo hablaba, que era la ofensa de la soberanía nacional".
El desalojo de la delegación cubana, que participaba en una misión comercial con inversionistas estadunidenses, insistió, no representó una violación a la soberanía nacional, y "a pesar de esa explicación, la gente sigue hablando del efecto e impacto nacional, y lo que plantea es que debemos reaccionar de inmediato al grito de guerra, que deberíamos agarrar la bandera nacional y envolvernos en ella y lanzarnos desde el castillo de Chapultepec, y la verdad es que si hacemos eso resulta en una precipitación en la toma de decisión y, particularmente, en algo que es muy peligroso en nuestro país: empezar a tomar reacciones y acciones, no por lo que dice la ley y cómo dice la ley, sino por cómo me voy a ver en un momento determinado ante el planteamiento público que se da".
Al finalizar su ponencia, el canciller sostuvo que en México "no vamos a permitir que se vulnere la soberanía nacional, pero tampoco vamos a reaccionar de inmediato cuando el análisis hecho, bien planteado, nos demuestra que no debería darse ese planteamiento''.
Por encima de los temas anecdóticos, añadió, ''prevalece una frontera común de 3 mil kilómetros y una balanza comercial de 65 mil millones de dólares", además de un cruce diario legal de un millón 200 mil personas y, "desafortunadamente'', otro irregular de 400 mil personas al año ''que no consiguen empleo en nuestra nación y van en busca de lo mismo a Estados Unidos".
Pero, por desgracia, por encima de los temas de la agenda binacional, "aquí lo anecdótico impera todos los días sobre lo que es verdaderamente el hecho concreto del curso y, en parte, es responsabilidad del gobierno, sin duda, haber dicho al inicio de la administración que hablábamos de la enchilada completa, al referirnos al acuerdo migratorio que estábamos buscando, nos lleva de necesidad a que hoy ese sea el punto de referencia anecdótico, constante, en lugar de cómo se transformó la situación entre los dos países, la problemática después del 11 de septiembre, y lo que hemos llevado a cabo en el proceso de una negociación compleja", señaló.