Expertos asiáticos minimizan el "plan terrorista" denunciado por el presidente de EU
Analizar la constitucionalidad del espionaje de Bush, piden congresistas
Ex colaborador de Cheney involucra a su ex patrón en la filtración del nombre de agente de la CIA
Ampliar la imagen FBI agent stand guard just outside the house of activist Mercedes Rodriguez, seen in the background talking to her lawyer Federico Comas in the western city of Mayaguez, Puerto Rico, Friday, Feb. 10, 2006. FBI agents in Puerto Rico on Friday searched several homes of activists favoring independence for the U.S. island territory as part of an investigation into a militant group, the law enforcement agency said. (AP Photo/Javier Gonzalez) Foto: JAVIER GONZALEZ
Washington, 10 de febrero. En lo que fue un difícil cierre de semana para el gobierno de George W. Bush, expertos asiáticos en terrorismo aseguraron que "no pasó de una conversación" el supuesto plan de estrellar un avión contra el más alto edificio de Los Angeles, que su gobierno habría frustrado, en tanto que congresistas demócratas y republicanos pidieron analizar detenidamente la constitucionalidad del programa de espionaje doméstico del presidente.
De otro lado, el ex jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, acusado de obstruir la investigación sobre la filtración de la identidad de una agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), sostuvo que su antiguo patrón autorizó personalmente dar la información a los periodistas.
Según dijo Bush el jueves, en 2002 se planeaba el desvío de un aparato para estrellarlo contra la torre más alta de la costa oeste, a 310 metros por encima de los rascacielos de Los Angeles.
"Pienso que (el presidente Bush) exagera un poco", dijo Clive Williams, profesor asociado del Centro de Estudios de Defensa y Estrategia de la Universidad Nacional de Australia.
Según el analista indonesio Kusnanto Anggoro, es muy probable que militantes radicales del sudeste asiático inspirados por la red Al Qaeda planeen este tipo de atentado, pero es difícil verificar lo que declaró Bush.
Para Williams, las declaraciones son "parte de la política estadunidense de tratar de destacar que se trata de una amenaza internacional que no apunta sólo a Estados Unidos o Israel".
Williams y Anggoro creen que los "cuatro países de Asia" que según Bush ayudaron a desbaratar la conspiración son Pakistán, India, Singapur "y quizás Indonesia".
Congresistas demócratas y republicanos pidieron una revisión más puntillosa del Congreso sobre el programa doméstico de espionaje, un día después de que la Casa Blanca comenzó a compartir con dos comités de la Cámara los detalles del mismo.
El senador republicano Mike DeWine, de Ohio, dijo que el Congreso estadunidense necesita una nueva legislación para asegurar que ese programa sea legal bajo la Constitución.
Agregó que "lo que más le conviene a este país" es que el Comité de Inteligencia del Senado revise regularmente el programa, que ha causado severas protestas entre los legisladores demócratas y algunos republicanos.
El programa, autorizado por el presidente Bush en 2001, permite a la Agencia de Seguridad Nacional monitorear las llamadas de teléfono internacionales y los correos electrónicos de los ciudadanos estadunidenses.
El viernes, agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) allanaron residencias y un comercio de Puerto Rico para prevenir un potencial "ataque terrorista interno". La prensa indicó que el blanco de la operación eran independentistas de la isla.
La FBI aseguró en un comunicado que el supuesto ataque explosivo estaba dirigido a intereses privados en Puerto Rico y el público en general". No hubo arrestos.
Puerto Rico fue invadido por Estados Unidos en 1898 al final de la Guerra Hispanoamericana y a continuación convertido en estado libre asociado, en 1952, con derecho a gobierno propio interno pero cuya política exterior depende de Washington.
Por otra parte, Lewis Scooter Libby habría señalado a sus jefes inmediatos como quienes autorizaron revelar la identidad de la agente de la CIA Valerie Plame, esposa del ex embajador Joseph Wilson, crítico de la invasión a Irak. Esto fue publicado en el semanario National Journal, con base en documentos judiciales.
Libby presentó su renuncia al cargo en octubre pasado. Está acusado de perjurio, falso testimonio y obstrucción de la justicia en la investigación acerca de la filtración, y será juzgado en 2007.
Este viernes, el gobierno fue objeto de nuevas acusaciones por su lenta respuesta durante la crisis provocada por el el paso del huracán Katrina, que el año pasado azotó la costa del Golfo de México en el sur del país.
Michael Brown, ex jefe de la Agencia Federal de Administración de Emergencia, declaró ese día que había hablado con el secretario general adjunto de la Casa Blanca, Joe Hagin, en la noche del lunes 29 de agosto -día en que Katrina devastó la costa suroriental estadunidense- para informarle de la dramática inundación en curso.
Brown indicó que no recuerda si Bush estaba en la línea. "Sabía que dirigiéndome a Joe (Hagin) me estaba dirigiendo al presidente", sostuvo. Los funcionarios de la administración insistieron en repetidas ocasiones que no habían sido advertidos de ello hasta el martes 30 de agosto.