Sólo en enero, 6 casos: PGJE; violencia intrafamiliar, drogas y hasta el calor, entre las causas

Aumenta 50% en cuatro años la tasa de suicidios en Quintana Roo

En contraste, la entidad tiene la menor cifra de muertes en todo el país, de acuerdo con el Sinais

HUGO MARTOCCIA CORRESPONSAL

Cancún, QR. 10 de febrero. Los problemas y la violencia intrafamiliar, las drogas, el alcohol y hasta el calor son factores por los que el suicidio se ha convertido en un problema cada vez más grave en Cancún y otras ciudades del sureste.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), entre 2002 y 2005 el número de suicidios aumentó cerca de 50 por ciento en Quintana Roo, al pasar de 64 a 91 personas que se quitaron la vida.

Los estados de la península de Yucatán ocupan los primeros lugares nacionales con mayores porcentajes de muertes violentas: 20.5 en Campeche, 19.5 en Yucatán y 11.5 por ciento en Quintana Roo, que ocupa el noveno puesto.

Una de las razones, según investigadores del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Benito Juárez (Cancún), es que el clima caluroso de estas entidades favorece la depresión, al inhibir la producción de dopamina, un neurotransmisor que nos hace estar tranquilos.

Sin embargo, María Hadad, directora del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia estatal, dice que hay factores que trascienden el clima, y puso de ejemplo los seis suicidios que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) contabilizó sólo en enero de 2006 en Cancún.

"El primer mes del año es generalmente frío y, según estudios, en las temporadas intensas de calor es cuando hay mayor tendencia al suicidio; sin embargo, las familias disfuncionales y lo que en ellas pasa son elementos determinantes", agrega.

"Las historias personales también influyen, por ejemplo, hombres o mujeres que están sometidos a un elevado estrés debido a la marginación y la preocupación por satisfacer las necesidades básicas, y si a esos factores agregamos la violencia y el ritmo de vida intenso en una ciudad como Cancún, pues se da la propensión a la destrucción familiar y a la soledad", refiere.

En el DIF municipal reconocen que se trata de "un problema especial" de la ciudad, tanto, que esconden las cifras sobre el número de personas que se atienden por depresión grave.

No obstante, el sicólogo cubano Ernesto Quiroz, subdirector del Programa de Atención a Menores y Adolescentes en Riesgo, refiere que cada semana él atiende entre cinco y siete adolescentes que padecen "trastornos depresivos graves", generalmente relacionados con la separación de sus padres, violencia intrafamiliar o por abuso de drogas.

"En los meses recientes me ha tocado atender 12 casos de adolescentes a los que literalmente hemos tenido que ir a 'descolgar', pues arguían que no soportaban la separación de sus padres o que su pareja los hubiera abandonado", cuenta Ernesto Quiroz.

Pero en general, asegura, la gente no está acostumbrada a recurrir al DIF u otro organismo oficial para buscar ayuda cuando está deprimida; incluso hay quienes están convencidos de que lo suyo es una tristeza pasajera y no un problema grave.

Las cifras

La situación en la península de Yucatán parece dar razón a la teoría de Ernesto Quiroz sobre el efecto de la elevada temperatura en la escasa producción de dopamina y el sometimiento a un mayor estrés.

Según los datos más recientes de Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais), Quintana Roo es el estado con la menor tasa de muertes en todo el país. El número de fallecimientos por cada 100 mil personas es de 4.5 a escala nacional, y en Quintana Roo de 2.7.

Pero por suicidios, tanto de hombres como de mujeres, la tasa de muertes es mucho mayor a la media nacional: mientras ésta es de 1.3 por cada 100 mil habitantes, en Quintana Roo es de 1.8; en varones la tasa nacional es de 7.1, contra 12.2 en la misma entidad.

Dastos oficiales revelan que en Quintana Roo hubo 64 suicidios en 2002, 71 en 2003 y 57 en 2004, mientras el recuento de la PGJE en 2005 habla de 91 suicidios. La tendencia parece mantenerse, porque en enero ocurrieron seis.

Entre los factores para que la tasa de suicidios sea tan alta en Cancún Ernesto Quiroz refiere: "De acuerdo con los estudios epidemiológicos en Cuba las temperaturas templadas, como las del Distrito Federal o Toluca, generan un efecto menos estresante, pero en ese municipio el calor actúa como estimulador de los mecanismos fisiológicos que provocan la depresión, porque tenemos inhibida la producción de dopamina".

Esta sustancia, agrega, es producida naturalmente por el ser humano en situaciones de estrés, y nos hace estar tranquilos.

Esa es la causa endógena (interna) de la depresión. Las causas exógenas (externas) tienen que ver con la forma de vida de Cancún.

"Tenemos el ejemplo de un albañil, o de cualquier trabajador en condiciones precarias de la zona hotelera de Cancún: tiene mala remuneración, está sometido, sobre todo el primero, a jornadas agobiantes bajo el calor. Luego viene el cambio de ambiente: de la opulencia de los hoteles a su palapa, a enfrentarse a la presión de los hijos, de tener que sostener una familia numerosa.

"Este no es sólo un destino turístico; es también famoso porque aquí llegan las parejas y se da la ruptura; ahí se genera la disfunción familiar. Mucha gente por soledad recurre al alcohol y a las drogas. En la ciudad hay mucho libertinaje y la gente a veces se desboca, propende a los excesos", comenta.

Una versión similar tiene María Hadad, quien señala que el impulso económico del estado atrae a gente sola que suele arrastrarse por espirales de depresión cuando las cosas no salen como esperaban.

La soledad y el desarraigo también se miden en números. Según datos del INEGI, más de la mitad de los pobladores de Cancún son de otros estados e incluso de otros países.

El censo de 2000 mostró que de los aproximadamente 400 mil pobladores de Cancún (hoy son más de 600 mil) 115 mil son de la ciudad y más de 280 mil han llegado de otros estados. Esos datos muestran que en 2000, 110 mil trabajadores del estado sobrevivían con menos de dos salarios mínimos al día.

Ernesto Quiroz recuerda el caso reciente de una mujer que llegó a Cancún junto con su esposo y dos hijos, y tiempo después se quitó la vida porque su esposo la abandonó por otra.

Historias de este tipo, señala, son recurrentes y muestran el peor rostro de una ciudad donde el paraíso y el infierno parecen convivir a diario.