Comerciantes desalojados del área increparon a las autoridades civiles y religiosas
Agitado comienzo de las obras para construir la Plaza Mariana
Entre reclamos y consignas, el cardenal Norberto Rivera y el jefe de Gobierno, Alejandro Encinas, pusieron la primera piedra del proyecto, que incluye ampliar el atrio de la Basílica
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Protesta de comerciantes desalojados del lugar donde se construirá la Plaza Mariana, en la Basílica de Guadalupe, durante la colocación de la primera piedra de la obra
Foto: José Antonio López
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El rector de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy; la delegada de Gustavo A. Madero, Patricia Ruiz; el jefe de Gobierno del DF, Alejandro Encinas, y el cardenal Norberto Rivera observan la maqueta del proyecto Plaza Mariana, cuyas obras dieron inicio ayer
Foto: José Antonio López
Con un acto litúrgico se celebró ayer la colocación de la primera piedra del proyecto de ampliación y remodelación del atrio de la Basílica de Guadalupe, denominado Plaza Mariana, donde a los cánticos, plegarias y bendiciones se sumaron los gritos de protesta de un grupo de locatarios desalojados del corredor comercial del Peregrino.
Ante ello, la ceremonia se acortó y los titulares del Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, y de la delegación Gustavo A. Madero, Patricia Ruiz Anchondo, suspendieron sus discursos previstos.
"¡Arriba el diablo!"
"Invoquemos al Señor para que la obra que hoy iniciamos contribuya a la edificación del reino de Dios", decía el cardenal Norberto Rivera Carrera, mientras a unos 20 metros, detrás de una cerca de láminas, alrededor de 50 comerciantes gritaban: "rateros", "tramposos", "viva el PRI", y alguno espetó: "¡arriba el diablo!"
Desde antes de que comenzara el acto, el cual se realizó bajo una carpa colocada en el área donde fueron demolidos los locales del corredor del Peregrino, otro grupo de comerciantes, que están dentro del programa de reordenamiento del antiguo mercado Villa Zona y tenían invitaciones para asistir a la ceremonia, discutió con personal de seguridad de la Basílica al cerrarles éstos la reja de acceso al acto.
Les dijeron que podrían pasar cuando entraran las autoridades eclesiásticas y de los gobiernos capitalino y delegacional, así como los benefactores de la obra -entre ellos el ex gobernador de Veracruz Miguel Alemán Velasco-, por lo que un gran número de vendedores optó por retirarse.
Antes, ese mismo grupo de comerciantes, quienes fueron instalados temporalmente sobre la calle Fray Juan de Zumárraga, en tanto se construye el nuevo mercado, al llegar el mandatario capitalino lo abordaron para pedirle que se retire a los vendedores ambulantes de los alrededores, quienes representan una competencia desleal para sus negocios.
El acto se inició con un cántico que interpretó el coro de niños de la Basílica, y en seguida el rector, Diego Monroy Ponce, dio la bienvenida y explicó la importancia de la obra, entre bendiciones e invocaciones religiosas, mientras del otro lado, sobre el cerco de láminas blancas, se asomaban las primeras cartulinas, en las que se leía: "Monroy, eres un mentiroso"; "Devuélvanos nuestros locales"; "Somos dueños, no somos arrendadores". Con un altavoz, uno de ellos lanzó consignas: "Queremos trabajar" y llamados a otros comerciantes a que "no se dejen engañar compañeros".
Suspenden discursos
En su intervención, el cardenal Rivera Carrera continuó las bendiciones, y añadió oraciones. Al terminar, se colocó en seguida la primera piedra y después el tesorero del consejo directivo de la Fundación Plaza Mariana, Fernando Chico Pardo, dirigió un breve mensaje. Al término de éste, Monroy dio por concluido el acto, aun cuando en el orden del día estaban previstos los discursos de Encinas y Ruiz Anchondo, quien llevaba incluso un texto escrito.
La obra se inicia a poco más de cinco años de que el gobierno de la ciudad emitió el bando informativo en el que se compromete a impulsar el corredor turístico Catedral-Basílica de Guadalupe, y a poco más de tres de que se presentó el proyecto en la Asamblea Legislativa.
La construcción de la Plaza Mariana está previsto que se concluya en 18 meses, lo que permitirá ampliar la capacidad del atrio de la Basílica en 30 mil metros cuadrados, para recibir a los 20 millones de fieles católicos que anualmente acuden al templo del Tepeyac.
En la plaza se tiene prevista una inversión de 600 millones de pesos; se dispone ya de un crédito bancario de 300 millones, y el resto se pretende financiarlo con la venta de 100 mil criptas, con precios y planes de financiamiento accesibles, para edificar un centro de evangelización con aulas y un auditorio con capacidad de mil personas, un museo guadalupano interactivo, un mercado de dos niveles, dos estacionamientos y una extensa área verde.