El proceso de relevo, una simulación: candidatos
Luis Maldonado, nuevo presidente de Convergencia
Tlaxcala, Tlax., 11 de febrero. Sin la presencia de disidentes, delegados a la tercera Asamblea Nacional de Convergencia eligieron aquí por unanimidad al diputado federal Luis Maldonado Venegas como nuevo presidente del instituto político, para un periodo de cuatro años, en sustitución de Dante Delgado Rannauro, quien se desempeñará como presidente del Consejo Nacional, puesto para el que fue electo por aclamación.
La selección del dirigente y del presidente del consejo se realizó en la tarde, luego de que en la mañana los dos candidatos disidentes a suceder al veracruzano, Elías Barajas y Juan Hernández, se retiraron de la asamblea con el argumento de que se trataba de una simulación, debido a que los delegados fueron electos a modo y se registraron diversas irregularidades durante los trabajos preparatorios de la reunión.
Entre ellas, Barajas destacó que no se les entregó la lista de delegados para poder hacer campaña entre ellos; tampoco se le informó sobre la programación de las asambleas estatales -de donde surgieron dichos representantes-; que Dante Delgado y Pedro Jiménez no renunciaron a sus cargos para ser candidatos a la presidencia del consejo y a la secretaría general del partido, y que se permitió el ingreso de militantes afines a la directiva sin que fueran delegados.
Juan Hernández, militante en Jalisco, fue el primero en abandonar la sede de la asamblea -el Centro de Convenciones-. Lo siguió Elías Barajas, de Zacatecas. Este último buscó que la elección del presidente de Convergencia se realizara de manera secreta, con boletas y urnas de por medio, pero fue impedido de llevar a cabo el procedimiento, ya que según la cúpula partidista el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación exigió al instituto político que la votación fuera nominal y abierta.
La pretensión del zacatecano provocó abucheos y jaloneos, pero no hubo incidentes mayores. Todo quedó en la destrucción de boletas que habían distribuido y en el intento de quitar a una de sus simpatizantes la urna que llevaba, informaron sus seguidores. En breves declaraciones a la prensa, destacó más tarde que impugnará el proceso ante el tribunal electoral.
Ya sin disidentes ni la asistencia del diputado federal Jesús Martínez -uno de los más duros detractores de la cúpula partidista-, los delegados eligieron a Luis Maldonado y a Dante Delgado por unanimidad, esto es, con el voto de los 529 militantes presentes, práctica que recuerda los viejos tiempos de la aplanadora priísta en el Congreso.
Aunque Elías Barajas y Juan Hernández no estaban en el recinto, sus candidaturas fueron puestas a votación. En medio de una silbatina que fue acallada por el secretario general saliente, Alejandro Chanona, todos los asambleístas sufragaron en contra de que ocuparan la dirigencia del partido. En el caso del segundo, la diferencia fue que dos se abstuvieron.
La aplastante mayoría también se impuso para rechazar las candidaturas de Adrián Alberto Ayala Vega, quien buscaba la secretaría general, y de Clara Luz Diego Cisneros, quien contendía por la presidencia del Consejo Nacional.
Tanto Dante Delgado como Luis Maldonado Venegas defendieron la legalidad de la Asamblea Nacional, rechazaron que se hubieran registrado irregularidades durante el proceso de selección de los delegados y destacaron la imposibilidad legal de que se modificara el mecanismo de votación, como pretendía Barajas.
En su informe de actividades, Delgado Rannauro reprochó que por intereses personales inconfesables haya quien pretenda meter al partido en el espectro del descrédito y el escándalo en los espacios mediáticos. Más adelante rechazó haber tenido prácticas autoritarias en su gestión. "Escuchamos y valoramos cada aportación y crítica de dirigentes y militantes, aun de aquellos que intentaron agraviarnos", enfatizó.
También manifestó que durante los seis años que estuvo al frente de Convergencia se establecieron cimientos sólidos para el crecimiento del instituto político, aunque todavía falta el trazo de otros.
Minimizó la salida de los disidentes, con el argumento de que no eran más de seis los delegados. Aseguró haber sido respetuoso de los derechos de esos militantes, pero "no se vale que se quiera descalificar este proyecto y que debido a la falta de fuerza política usen la palabra para desacreditar". Sostuvo que los disidentes estaban pidiendo violentar la ejecución del proceso, en alusión a la votación.
Ante los señalamientos de que seguirá manejando el partido desde su cargo de presidente del Consejo Nacional, Dante Delgado negó que se vaya a convertir en el poder tras el trono.
Por su parte, Luis Maldonado rechazó que su presidencia vaya a estar acotada por la presencia del veracruzano en el citado órgano de gobierno. En su discurso de toma de posesión y al exponer su programa de trabajo, puntualizó que su objetivo es preservar la unidad de Convergencia, consolidar su crecimiento y defender su ideario político. También se comprometió a escuchar y dialogar con todos, a tomar en cuenta sus opiniones y hacer cumplir los acuerdos de la mayoría. "No creo en la confrontación, pero sí en la edificación de consensos", puntualizó.
La asamblea nacional se llevó a cabo con la presencia de Fernando Aggis, directivo del IFE, y durante su realización también fue electo Pedro Jiménez León como secretario general de Convergencia.