Rusia es por primera vez anfitrión de ministros de Finanzas de los países más ricos
Debate el G-8 crisis energética global y la urgencia de liberalizar el comercio
Augura crecimiento económico mundial, pero advierte riesgos por la volatilidad de petroprecios
Moscú, 11 de febrero. El Grupo de los 8 (G-8) países más ricos del mundo advirtieron este sábado en Moscú del impacto que los altos y volátiles precios de la energía pueden tener sobre la economía mundial y pidieron "más esfuerzos" para liberalizar el comercio global, proceso esencial para "reforzar el crecimiento y reducir la pobreza".
Por primera vez, Rusia fue anfitrión de un encuentro de los ministros de Finanzas de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón (G-7), que junto con Rusia forman el Club de los Ocho.
La amenaza de crisis energética global y la urgencia de cerrar antes de 2006 las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha ocuparon buena parte de los debates, también centrados en la propagación de la gripe aviar.
El cónclave se celebró entre estrictas medidas de seguridad y con la presencia de 900 periodistas, 250 de ellos extranjeros, según agencias rusas.
El comunicado final auguró el mantenimiento en 2006 del "sólido" crecimiento económico mundial, pero advirtió que "persisten riesgos debido a los elevados y volátiles precios de la energía".
"Los mecanismos de mercado son vitales para un buen funcionamiento del sistema energético global", aseguraron, en lo que algunos analistas interpretan como un velado reproche a Rusia.
Varios países del G-8 no apreciaron la forma abrupta en que Moscú resolvió su conflicto del gas con Ucrania, a principios de año. Rusia no dudó entonces en cortar el suministro a su vecino para obtener un aumento de las tarifas, y perturbó el tránsito de gas a Europa Occidental, dependiente del gas ruso.
Por otra parte, el Club de los Ocho pidió "más esfuerzos" a todos los países con el objetivo de concluir con éxito la Ronda de Doha para liberalizar el comercio mundial.
La conclusión de la Ronda de Doha "antes de finales de 2006 es esencial para reforzar el crecimiento y reducir la pobreza" en el mundo, afirmó el texto. Esta Ronda fue lanzada en la capital de Qatar en 2001, para abrir mercados, abatir barreras aduaneras y facilitar el desarrollo de los países más pobres.
"Tras la reunión ministerial de Hong Kong" de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en diciembre pasado, "se necesitan más esfuerzos" para lograr ese objetivo, indicó el G8.
En Hong Kong se acordó suprimir en 2013 los subsidios a las exportaciones agrícolas, pero sigue pendiente el asunto de la reducción de los derechos de aduana aplicados a los bienes agrícolas, el tema más complicado de las negociaciones.
"Apremiamos a todas las partes a llegar a un amplio acuerdo que permita avances significativos en agricultura, productos industriales y servicios, incluidos servicios financieros y la propiedad intelectual", señala el texto.
Poco antes de iniciarse el G-8 de finanzas, hubo un desayuno de trabajo con ministros invitados de cuatro grandes países emergentes -Brasil, China, India y Sudáfrica- en un céntrico hotel de Moscú, cerca de la Plaza Roja, en el que precisamente se trató sobre las negociaciones en curso en la OMC.
El ministro brasileño de Hacienda, Antonio Palocci, aseguró después a los periodistas que Brasil, India y China "insisten en la necesidad de una apertura del comercio internacional".
El comunicado del G-8 también abogó por evitar crisis energética, por "desarrollar fuentes alternativas de energía", una cuestión que -según Palocci- fue debatida en el desayuno.
Brasil es uno de los líderes en la investigación de fuentes renovables de energía a través de la producción de etanol.
Los ministros del G-8 mencionaron asimismo los riesgos de pandemia de gripe aviar, mientras el virus H5N1, por primera vez detectado en dos países de la Unión Europea (Italia y Grecia, además de la vecina Bulgaria), se extiende de forma inexorable.