Pide practicar un "discernimiento responsable" ante ofertas de los candidatos
El cardenal Rivera llama a laicos a involucrarse en política partidista
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El cardenal Norberto Rivera Carrera saluda a un grupo de monjas al término de la homilía de ayer en la Catedral Metropolitana
Foto: María Meléndrez Parada
El cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, llamó a los fieles laicos a involucrarse en política partidista para buscar la "concretización (sic) de legislaciones, proyectos y acciones", como marca la Iglesia Católica. Puso de ejemplo lo hecho en su momento por santo Tomás Moro, san Luis rey de Francia y el beato Anacleto González Flores, este último recién beatificado y considerado por la jerarquía católica "líder intelectual", aunque diversos historiadores, como Moisés González Navarro, han documentado que participó en hechos armados.
En su obra Cristeros y agraristas en Jalisco, tomo II, página 380, editada por El Colegio de México, ubica a Anacleto como quien organizó la Unión Popular en los Altos de Jalisco, y lo llama "jefe intelectual de los fanáticos en armas", que redactaba proclamas y los proveía de parque, víveres y dinero, y en más de un combate se comprobó su presencia con las armas en la mano.
Tras su homilía dominical, el cardenal Rivera Carrera dio a conocer un mensaje signado junto con sus obispos auxiliares (Marcelino Hernández Rodríguez, Felipe Tejeda, Antonio Ortega Franco, Francisco Clavel Gil, Jonás Guerrero Corona, Víctor Sánchez, Rogelio Esquivel Medina y Luis Fletes), en el cual planteó que los creyentes tienen el "derecho-deber de iluminar todos los campos -científico, económico, cultural, político y social- con la luz del Señor y los principios del evangelio basados en la verdad, la justicia y el mayor bien". Subrayó que todos en la Iglesia "estamos llamados a impulsar el crecimiento integral y la dignificación de la nación", pero que corresponde a los laicos "proponer y actuar las acciones -partidistas o no- que concreticen lo mejor para la patria". Por ello, afirmó, "todos los fieles están llamados a asumir vehementemente el compromiso que tienen en la edificación del bien de la sociedad mediante acciones políticas concretas que pasan por el complejo mundo de las opiniones, los debates, los consensos, los partidos políticos, la participación activa en las elecciones, las organizaciones civiles, los foros de pensamiento e intercambio, etcétera. Siempre en el mejor ánimo de favorecer el progreso y el enaltecimiento de México", les pidió no proceder "a la ligera", sino ejercitarse en un discernimiento responsable y equilibrado, personal y comunitari, para analizar las diversas propuestas políticas de este año electoral, "teniendo en cuenta que la coherencia no nos permite disociar nuestro discernimiento de los principios de Cristo".
A nadie, resaltó, "le será lícito anteponer el interés personal o el de grupo por encima del de la nación y de la sociedad", e hizo un "especial reconocimiento para todos aquellos hermanos que, tomando en serio su compromiso en Cristo como laicos, han buscado desde hace tiempo mejores caminos para nuestra nación a través de la participación en el complejo mundo de la política y cuya acción cotidiana los ha ido formando en esta actividad como profesionales en este campo".
En su homilía, el arzobispo condenó los fenómenos que tienen como denominador común la violencia. El mismo arte -dijo- "refleja esa dureza de la cultura dominante con pinturas y esculturas descoyuntadas, la música estridente y chillona que tanto impacto tiene en ciertos ambientes en los cuales triunfa lo punk y el hard rock, la cadena y la moto con el escape abierto. En nuestra misma Iglesia ha sido aplaudida una interpretación violenta del evangelio, que llega a presentar a Jesús como un guerrillero, metralleta en mano y gesto duro".