Usted está aquí: lunes 13 de febrero de 2006 Política Acto de simulación, las restricciones que se aplican a la industria tabacalera

Las grandes empresas intentan frenar leyes más severas, advierte un especialista

Acto de simulación, las restricciones que se aplican a la industria tabacalera

CAROLINA GOMEZ MENA

Las restricciones que en México se han aplicado a la industria tabacalera en realidad son concesiones disfrazadas, "medidas que la misma industria propone con la finalidad de lograr frenar la aprobación de leyes más severas o bien suavizarlas". Un ejemplo es el establecimiento de áreas para fumadores y no fumadores en espacios cerrados, "medida ineficaz, pues el humo emigra de lugar a otro, pero mediáticamente da la impresión de que en realidad se hace algo en contra del consumo de tabaco", planteó Ernesto Sebrie, uno de titulares de la Fundación Interamericana del Corazón.

México es "conejillo de Indias", pues en el país se ensaya una nueva estrategia que consiste en bloquear la aplicación cabal del Convenio Marco de Control del Tabaco (CMCT) una vez que éste ha sido aceptado y ratificado. La industria tabacalera concretó lo anterior mediante la firma de un acuerdo con la Secretaría de Salud (Ssa), el cual "aparentemente endurece las medidas contra el consumo de tabaco".

Derivadas de esto se desplegaron acciones tales como la "prevención del consumo del tabaco en jóvenes, la convivencia en armonía entre fumadores y no fumadores y las contribuciones de la industria, supuestamente voluntarias, para atender enfermedades".

En entrevista con La Jornada, el especialista de la Universidad de California detalló que basta aplicar un poco de sentido común para comprender que "una instancia que combate el consumo de cigarro porque genera gastos anuales por 29 mil millones de pesos en la atención de enfermedades relacionadas con la adicción no puede pactar con la industria que genera el producto; son dos cosas antagónicas", pero dan buenos resultados, pues las ventas, según un reporte de las mismas tabacaleras, subieron en México 16.9 por ciento en el mismo año en que se firmó el acuerdo.

Explicó que entre los logros que han obtenido las tabacaleras British American y Phillip Morris está bloquear la postura de advertencias con leyenda rotatoria (mensajes que cambien su contenido de manera constante y que éste sea fácil de comprender para el consumidor), que estén presentes en ambas caras de la cajetilla y que contengan fotografías de los efectos que en la salud tiene el cigarro.

Abundó que en Canadá, Brasil y Australia utilizan fotografías de cáncer de pulmón, las cuales ocupan la mitad de cada cara del envase. Aquí sólo se logró la postura de un mensaje escrito que en su reverso contiene información "poco clara".

En lo que concierne a impuestos, México ha logrado elevarlos, pero la medida no es todo lo eficaz que se cree, ya que se aplicó en mayor medida a los cigarros sin filtro, que son los que menos se consumen ("de cada diez cajetillas compradas siete son con filtro") y a que para atenuar esta acción las tabacaleras, mediante el convenio que firmaron el 31 de mayo de 2004 con la Ssa, se comprometen a donar un peso por cajetilla.

Esto "ni es contribución ni es generosa, porque sale del alza que la industria aplicó a su producto, incremento del cual dona sólo una parte y se queda con la otra, y además está exenta del impuesto especial a la producción y servicios (IEPS) e IVA, y es deducible del ISR, con lo que pueden reducir el impuesto para el resto del valor de la cajetilla",

En el marco de la realización (del 6 al 17 de febrero) en Ginebra, Suiza, de la Conferencia de las Partes, organizada por la OMS para tratar los avances en la aplicación del CMCT, el experto detalló que otra estrategia mundial que aplican las tabacaleras y que también está presente en México es el programa de "prevención del consumo del tabaco en jóvenes". Esto, aunque es contradictorio porque las tabacaleras justamente a los que quieren "enganchar son a los jóvenes, porque aseguran un consumo de 40 años o más de su producto, les genera una mejora de imagen, pues las hace aparecer como empresas socialmente responsables". En el país esta acción se ha desplegado en algunos anuncios televisivos y carteles colocados en las tiendas de autoservicios en los que se lee: "No hay excusa, yo no le vendo cigarros a menores"; los auspiciadores son la Ssa, el Consejo Nacional de la Industria Tabacalera y la Cámara de Comercio.

 
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