Persigue el futuro y no hay nostalgia que lo alcance, lo definió Julio Scherer
Sánchez Navarro abarcó varias épocas de México desde la visión empresarial
El empresario fue una persona multifacética que practicó la docencia y el periodismo
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Juan Sánchez Navarro en imagen de 2001
Foto: Carlos Ramos Mamahua
En nombre del gobierno de México, el presidente Vicente Fox extendió un mensaje a la memoria del empresario Juan Sánchez Navarro y Peón, quien falleció la madrugada de ayer a los 92 años de edad.
''Extiendo este mensaje a la memoria de un hombre decisivo en la historia de la Nación moderna y democrática que hemos construido hasta hoy. Inspirado en una sociedad justa, con trabajo y oportunidad de trabajo para todos, don Juan Sánchez Navarro nos deja una lección de compromiso y respeto con su país y su engrandecimiento'', expresó el mandatario a los familiares del empresario.
Sánchez Navarro ''era un buen hombre'', declaró el presidente al acudir a las exequias del empresario en el Panteón Francés, acompañado de su esposa Marta Sahagún, donde permanecieron alrededor de 40 minutos, y aclaró que su presencia en el funeral ''nada tiene que ver'' con el apoyo que el dirigente empresarial le dio durante su campaña presidencial hace seis años.
Los 92 años de vida de Juan Sánchez Navarro simbolizan varias épocas en la historia de México desde la visión del empresariado. Nació en pleno movimiento armado; participó en los inicios de la institucionalización política del país; vivió en plenitud el periodo cardenista; fue fundador del Partido Acción Nacional (PAN); presidió los principales organismos cúpula del sector privado durante el periodo de industrialización del país y en la etapa del desarrollo estabilizador.
También fue un severo crítico de la participación del Estado en la economía y fue testigo de la implantación del neoliberalismo en México, de la derrota del PRI tras 70 años en el poder y de los primeros cinco años del primer gobierno panista. Fue un convencido promotor de la campaña presidencial de Vicente Fox.
Juan Sánchez Navarro y Peón fue el último de una generación de empresarios mexicanos que forjó los organismos del sector privado que sirvieron de contrapeso al poder gubernamental durante más de medio siglo. Su bisabuelo Carlos Sánchez Navarro y Berain, fue el hombre más rico de México durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo.
Sánchez Navarro y Peón era descendiente de una familia con un abolengo de más de tres centurias en México, la cual llegó a poseer un latifundio de alrededor de 7.5 millones de hectáreas en los estados de Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, parte de Zacatecas y San Luis Potosí, pero que le fue expropiada por el presidente Benito Juárez en 1868.
Persona multifacética, también fue catedrático, publicista y periodista (hizo los editoriales de Novedades en 1938 y escribió cronistas taurinas para un diario español), pero fue fundamentalmente filósofo.
Sánchez Navarro nació el 24 de abril de 1913, en una casa ubicada en la esquina de avenida Juárez y la calle de Dolores, en el centro de la ciudad de México, de acuerdo con la biografía escrita por la investigadora y periodista Alicia Ortiz Rivera.
Estudió leyes en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional, pero también filosofía, justo cuando los estudiantes protagonizaron la lucha por la autonomía de la institución, a la que no fue ajena Sánchez Navarro, y donde por más de 50 años impartió clases, incluso fue ayudante en la cátedra del filósofo Antonio Caso.
La docencia fue para Sánchez Navarro la actividad dominante en su vida, según confesó a Alicia Ortíz, pero dado que tenía siete hijos que mantener no le fue posible vivir con el sueldo de profesor y tuvo que incursionar en el ámbito empresarial, pues en 1938 empezó a trabajar en la Cervecería Central, que dependía de la Cervecería Cuauhtémoc.
Cuatro años después, en 1942, Pablo Diez, presidente de la Cervecería Modelo lo invitó a trabajar con él como gerente. Durante más de 40 años se desempeñó como responsable de las relaciones laborales y de llevar a cabo las negociaciones con los representantes obreros. Desde 1960 Juan Sánchez Navarro fungió como vicepresidente de la Modelo.
El primer organismo empresarial donde participó fue la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), luego fue presidente de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco), desde donde centró sus críticas a la participación del gobierno en el comercio organizado. En 1962 llegó a la presidencia de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin), desde donde su principal crítica se enderezó en contra el rezago agrario y retaba al Estado "a poner en práctica una política racional y audaz para resolver el problema de la baja productividad agrícola".
La trayectoria empresarial de Juan Sánchez Navarro fue más bien política en el seno de los organismos cúpula. Fue presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, también creado por su iniciativa, e impulsó la creación del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), mismo que protagonizó una actitud muy crítica contra el gobierno de Luis Echeverría Alvarez, y presidió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Juan Sánchez Navarro, de quien el periodista Julio Scherer dijo ''persigue el futuro y no hay nostalgia que lo alcance. Abierto, nació para la aventura'', fue despedido ayer por sus familiares, amigos y diversos políticos y empresarios en una misa oficiada en el panteón Francés.