Corrupción, altos sueldos y nepotismo, algunas de las causas de devaluación frente al electorado
Sumidos en el descrédito, partidos mexiquenses ante próximos comicios
El abstencionismo seguirá reinando porque se anteponen intereses personales, advierte investigador
Ampliar la imagen Carlos Hank, Emilio Chuayffet Chemor, Alfredo Baranda, Alfredo del Mazo, Mario Ramón Beteta y otros miembros de la clase política mexiquense celebraron el 10 de mayo de 1998 el triunfo de los Diablos Rojos en Toluca Foto: La Jornada
Reconocida como una de las elites políticas de mayor peso y poderío económico en el país, la mexiquense se encuentra hoy más que nunca devaluada ante el electorado, no sólo por los actos de corrupción que la envuelven constantemente, sino por la forma en que ejerce el poder desde el llamado servicio público.
La máxima de Carlos Hank González, quien fue líder moral del mítico Grupo Atlacomulco, de que "un político pobre es un pobre político" parece siempre vigente para esta clase política roja, azul y amarilla.
Los estudios revelan que los partidos se han mimetizado del tal manera que la oposición reproduce la forma de hacer política que el PRI impuso en los últimos años.
Así, sumidos en el descrédito -el protagonista del último escándalo es el ex mandatario Arturo Montiel-, los partidos políticos mexiquenses enfrentarán este 12 de marzo los primeros comicios de 2006, cuando se renovarán las 125 alcaldías de la entidad y el Congreso local.
Los políticos del estado de México no sólo se han caracterizado por sus aportes "filosóficos" en la materia: "En política, todo lo que se puede comprar es barato", repetía una y otra vez Isidro Pastor Medrano, sino que también les ha gustado exhibir sus métodos.
Precisamente Pastor Medrano, uno de los principales operadores políticos del ex gobernador Arturo Montiel, fue responsable de la fractura del grupo parlamentario panista en la pasada legislatura, cuando los blanquiazules habían logrado ser la primera minoría en el Congreso del estado.
El presidente del PAN en el estado, Francisco Gárate Chapa, recuerda ese episodio como uno de los más "tenebrosos" de la historia de la entidad, ya que 13 de los 29 diputados que llegaron bajo las siglas del PAN "fueron comprados con 25 millones de pesos cada uno" a cambio de abandonar las filas blanquiazules.
En 2001, los diputados panistas Julián Angulo, coordinador de la fracción en el Congreso local, y Alejandro Gamiño, fueron acusados por el Congreso local de malversar fondos durante su desempeño en Cuautitlán Izcalli y Coacalco, respectivamente.
Las denuncias contra los blanquiazules nunca prosperaron, pero sirvieron como método de presión.
Diputados materialistas
Sin lugar a dudas, asumen representantes de la oposición, los partidos distintos al PRI han contribuido a que los esquemas de corrupción se repitan.
El dirigente panista lo reconoce al señalar que la actitud de los diputados de oposición ha contribuido "a corromper la forma de hacer política en el estado" con el Programa de Apoyo de la Comunidad, por el cual cada legislador tiene la posibilidad de gestionar al año 2 millones y medio de pesos en materiales de construcción y otros insumos.
"Lo perverso de ese programa", indica Ricardo Moreno, líder estatal del PRD, es que los recursos son del gobierno del estado, lo que provoca no sólo dependencia, sino sumisión del Poder Legislativo al Ejecutivo. "Desgraciadamente los diputados se preocupan más por gestionar sus materiales para distribuirlos de forma clientelar entre el electorado."
Tal vez esa sea una de las causas por las que todas las iniciativas que turna el gobernador son aprobadas en su mayoría por unanimidad, o bien el motivo para que el Congreso local no haya rechazado una sola cuenta pública de los gobernadores.
Tanto Ricardo Moreno, del PRD, como Francisco Gárate, del PAN, aseguran que ahora sí buscarán la forma de que la nueva Legislatura suprima ese programa, "para recuperar la dignidad del Legislativo".
No es la primera ocasión que los panistas y perredistas prometen acabar con el programa. Año con año lo anuncian, pero los diputados siempre terminan incluyéndolo en el presupuesto de egresos de cada ejercicio fiscal.
Datos de la Secretaría de Finanzas y Administración del gobierno del estado revelan que casi 80 por ciento de los recursos que los diputados tenían autorizado gestionar durante 2005 fueron ejercidos antes de junio del año pasado.
Esto indica que al menos 150 millones de pesos en materiales de construcción fueron movilizados por los 75 legisladores locales antes de los comicios para elegir gobernador. Ese monto, claro está, no se previó en los topes de campaña de los candidatos, pero sí ayudó para promover candidaturas.
Además de esas prerrogativas, los diputados mexiquenses tienen acceso a otras prestaciones.
Aparte de su salario o dieta de 60 mil pesos mensuales, cada legislador obtiene un bono trimestral de 90 mil pesos; un apoyo para oficinas distritales de 30 mil pesos mensuales; 20 mil más para pago de teléfono celular; a los coordinadores de los grupos parlamentarios se les otorga una camioneta de lujo, mientras al resto de los diputados se les entrega un vehículo compacto. También se les subvencionan casetas de peaje, habitaciones en hoteles cinco estrellas para aquellos que no regresan a sus distritos en días de sesión, y hasta viajes.
Sólo en viajes, el Congreso ha erogado en el último año y medio casi millón 500 mil pesos, según datos de la secretaria de Administración del Poder Legislativo.
De los poco más de 150 viajes que se tienen contabilizados, 53 han sido al extranjero, a destinos como Cuba, Madrid y Miami; incluso existen reportes de boletos de avión a Nueva Zelanda.
Los destinos nacionales con mayor demanda entre el Legislativo mexiquense son Cancún, Los Cabos y Acapulco.
Madre sólo hay una
Los excesos no sólo se dan en el ámbito legislativo o en la Casa de Gobierno, sino también con los alcaldes, sus esposas o sus madres.
El estado de México es la única entidad del país donde las damas del voluntariado cobran por sus labores. Todas las esposas de los políticos que forman parte de los Sistemas Integrales DIF, ya sea la cónyuge del gobernador o de los alcaldes, o en algunos casos la madre del presidente municipal, están incluidas en la nómina.
El caso más representativo fue el de Tlalnepantla, con el ex candidato panista a la gubernatura, Rubén Mendoza Ayala, quien designó a su madre, Ber-tha Ayala de Mendoza, como presidenta del DIF.
Mendoza Ayala le asignó un sueldo mensual de 70 mil pesos, más un bono de 48 mil pesos y gratificaciones de fin de año superiores a 100 mil, que le permitieron percibir más de 4 millones de pesos durante el trienio que su hijo encabezó.
En campaña por la gubernatura, Mendoza Ayala justificó: "No pueden decir que soy mal hijo".
En el municipio de Capulhuac, gobernado por el PRI, el alcalde Cinencio Ferreira se asignó un sueldo de 39 mil pesos mensuales, y a su madre, a quien nombró presidenta del DIF municipal, le concedió 45 mil.
Los alcaldes mexiquenses han llamado la atención del país no por sus obras sino por sus salarios, que en algunos casos son superiores a los del Presidente, es decir, más de 170 mil pesos mensuales.
Los alcaldes de Tlalnepantla, Naucalpan, Toluca, Metepec, Ecatepec, Atizapán, entre otros, tienen percepciones arriba de los 100 mil pesos.
El investigador Pablo Castro, estudioso de los fenómenos electorales, indicó: "El abstencionismo seguirá reinando gracias a la poca credibilidad que existe del sistema político, porque en lugar de resolver los problemas de la sociedad se anteponen los intereses de grupo o personales para no perder el poder".